La gordura infantil, un asunto sin control

Actualizado
  • 07/09/2010 02:00
Creado
  • 07/09/2010 02:00
PANAMÁ. Los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo son los factores que han llevado a las autoridades a definir que un 20% de la p...

PANAMÁ. Los malos hábitos alimenticios y el sedentarismo son los factores que han llevado a las autoridades a definir que un 20% de la población panameña tenga problemas de obesidad.

La población joven en edad escolar se ha convertido en la principal víctima de este flagelo.

La preocupación ya expuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calado en nuestro país llevando a las autoridades a montar estrategias y campañas de prevención.

La última encuesta de los niveles de vida de 2009 reflejó que 3 de cada 10 niños menores de cinco años tienen problema de obesidad, aumentando las cifras en un 20 por ciento.

Se estima que en la región, 1 de cada 4 a 5 escolares y adolescentes son obesos y 1 de cada 3 está en riesgo de serlo, producto de los desórdenes alimenticios y la cantidad excesiva de grasas y azúcares en la comida que ingieren.

Especialistas en nutrición coinciden en que los padres de familia son los responsables directos del problema. También consideran que el Estado no ha desarrollado políticas o leyes que permitan regular la venta de comidas chatarras, que están matando lentamente a las personas, por el exceso de grasa en sus productos.

Flavia Fontes, directora Nacional de Nutrición del Ministerio de Salud, explica que hace falta concienciación en la población para saber el daño que se le hace a los niños al permitirles el consumo diario de snacks y comida chatarra que sólo aportan calorías vacías.

La vida moderna, en que los padres tienen poco tiempo para vigilar a sus hijos es otro de los factores que han llevado a que más niños sigan ganando peso desmedido.

Fontes considera que sin saber nos estamos convirtiendo en los autores del poco tiempo de vida de las futuras generaciones. ‘Un niño con obesidad es candidato número uno a sufrir de hipertensión, problemas de colesterol, diabetes y enfermedades cardiovasculares’, dijo la funcionaria.

Otra de las características frecuentes en los niños con sobrepeso es el cansancio, depresión, decaimiento.

Los nutricionistas aconsejan que se regule cuanto antes el consumo excesivo de grasas y azúcares en los alimentos.

ESTRETEGIAS

El Ministerio de Educación está consciente del problema. Asumen su rol y dicen que llevan años atacando este flagelo marcado en los niños de edad escolar con el programa de nutrición que incluye un vaso de leche y la galleta nutritiva en todos los planteles del país.

Recomiendan al niño con sobrepeso a que sea atendido por el nutricionista y aconsejan a los padres no enviar en las meriendas snacks ni sodas.

Dalba Caballero es la directora de Nutrición y Salud Escolar del Ministerio de Educación, y cuenta que desde el 13 de septiembre se aplicará en cuatro escuelas un plan piloto del programa ‘Yo amo comer sano’. Con este plan se busca la capacitación de los docentes y padres de familia en crear cambios en la conducta de los hábitos alimenticios de los niños.

Mientras que en el Ministerio de Salud explican que pese a no contar con el recurso suficiente para impactar a la sociedad en los efectos negativos de la obesidad, hace tres años promueven campañas sobre la necesidad de acabar con la vida sedentaria y la necesidad de consumir frutas y vegetales diariamente.

La próxima semana, un consultor internacional llegará a Panamá para diseñar un plan sobre la prevención de las enfermedades consecuentes de la obesidad como la hipertensión.

Los especialistas en el tema están convencidos de que la mayoría de las enfermedades de hoy día, como el cáncer de próstata, mamas y colon, están relacionadas directamente con los desórdenes alimenticios que provocan el exceso de grasa en el cuerpo.

RECOMENDACIONES

En el Hospital del Niño la consulta externa está abarrotada por niños que presentan problemas de sobre peso.

Myrna Mencomo, nutricionista de este centro médico, aconseja que los padres de familia se tomen el tema en serio y apliquen hábitos de consumo de alimentos sanos. ‘A los niños hay que enseñarles desde chicos que las sodas y grasas son nocivas para la salud’, apuntó la especialista.

Otra de las recomendaciones es dedicar 30 minutos diarios al ejercicio físico para acabar con el sedentarismo y, sobre todo, regular el consumo de las comidas rápidas conocidas como ‘chatarra’.

Dentro de todo, es necesario que la población tome conciencia del problema.

En los últimos años la obesidad en Panamá ha mostrado una tendencia a aumentar en los niños de edad escolar.

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