Víctimas de la invasión de EEUU recuerdan sus muertos sin olvidar a Noriega

Actualizado
  • 20/12/2011 18:14
Creado
  • 20/12/2011 18:14
Víctimas panameñas de la invasión estadounidense de 1989 acudieron este martes como cada 20 de diciembre a honrar la memoria de sus muer...

Víctimas panameñas de la invasión estadounidense de 1989 acudieron este martes como cada 20 de diciembre a honrar la memoria de sus muertos, sin olvidarse del ex dictador Manuel Antonio Noriega, al que muchos ven como "un cobarde" por el que sus familiares dieron la vida.

"Noriega no se merece casa por cárcel ni que lo dejen libre" aseguró a la AFP Elías Núñez tras dejar unas flores en la tumba de su padre, ritual que repite cada año en esta fecha.

"Ellos pagaron con su vida la defensa de la patria" mientras Noriega "está vivo", comenta Núñez, un joven de 22 años a quien se le humedecen los ojos añorando a su padre, un oficial al que nunca conoció.

En la madrugada del 20 de diciembre de 1989, fuerzas estadounidenses lanzaron sobre Panamá una cruenta invasión para derrocar el régimen militar comandado por el general Manuel Antonio Noriega, quien gobernaba de facto el país desde 1983.

Noriega, un antiguo miembro de la CIA que fue adquiriendo poder tras el golpe militar que encumbró al líder nacionalista Omar Torrijos en 1968, terminó desafiando a Washington, que lo acusaba de estar asociado al narcotráfico.

Oficialmente la invasión dejó 500 muertos, aunque organizaciones sociales y humanitarias locales consideran que la cifra fue mucho mayor.

"Noriega se portó como un cobarde. Los que dieron la cara son estos que están aquí muertos" dijo a la AFP Oriel Rodríguez, miembro del Colectivo de Víctimas por la Invasión.

"Aquí murió mucha gente inocente que muchos quieren olvidar", asegura Rodríguez, quien a pesar de tener 15 años en el momento de la invasión, la recuerda "como si fuera hoy".

Cada 20 de diciembre, familiares de las víctimas acuden al "Jardín de Paz" a decir una oración y a dejar una ofrenda.

Una placa identifica a los muertos, aunque casi nunca coincide el cuerpo del difunto con el nombre.

"Noriega fue la causa, pero él no apretó el gatillo que mató a mi padre", dijo a la AFP Julieth Lyons, quien acude al cementerio siempre que puede.

"La invasión se pudo haber evitado. Los estadounidenses pudieron detener a Noriega sin tener que causar tanto dolor", asegura Lyons.

"Dios hará justicia" lamentó Cristina Castillo, quien asegura que no quiere "juzgar" a Noriega por lo ocurrido.

"Fueron los estadounidenses quienes nos invadieron, no Noriega" recuerda Castillo."Está prohibido olvidar. Lo que queremos es que se sepa la verdad", dijo a la AFP Olga Cárdenas, quien vive en el barrio capitalino de El Chorrillo, el más castigado por las bombas estadounidenses debido a que allí se localizaba el cuartel principal de Noriega.

"¿Por qué el comando mayor nos abandonó y nos dejó solos?", preguntó Cárdenas, quien formo parte de los llamados batallones de la dignidad, una milicia creada por Noriega para combatir a los estadounidenses.

Según Cárdenas, la resistencia panameña esperaba que Noriega regresara a la ciudad capital con refuerzos para combatir a los soldados norteamericanos, algo que nunca ocurrió.

"Nos desilusionamos" y "cada uno cogió por su lado", asegura.Durante 22 años, Noriega estuvo preso en cárceles de Estados Unidos y Francia por narcotráfico y lavado de capitales después de que se entregara el 3 de enero de 1990 a las tropas estadounidenses. Desde el 11 de diciembre está preso en una cárcel panameña luego de ser extraditado por Francia.

De momento, el ex hombre fuerte de Panamá guarda silencio."Esperemos que un día se decida a hablar y nos dé todas las explicaciones que reclamamos las víctimas", dijo a la AFP Trinidad Ayola, presidente de la Asociación de Víctimas y viuda de un militar muerto el primer día de la invasión mientras ella aguardaba en casa con una hija de pocos años.

Además de justicia e indemnizaciones para el país, las víctimas reclaman que se declare el 20 de diciembre día de "duelo nacional", algo que ninguno de los cinco gobiernos posteriores a la invasión ha querido hacer.

"No se atreven. Es lo mínimo que podemos pedir por nuestros mártires", dijo Oriel Rodríguez, quien quiso dejar un mensaje al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama:"Después de 22 años no nos hemos rendido y seguimos aquí firmes luchando por encontrar la verdad y la justicia por los crímenes de lesa humanidad" por la invasión, sentenció.

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