La inversión para ser doctor

Actualizado
  • 09/07/2013 02:00
Creado
  • 09/07/2013 02:00
PANAMÁ. En los años 50 y 60, muchos panameños dejaban el país para internarse en las facultades extranjeras que formaban médicos. Países...

PANAMÁ. En los años 50 y 60, muchos panameños dejaban el país para internarse en las facultades extranjeras que formaban médicos. Países como México, Brasil, Argentina, Colombia y España recibían ese oleaje de bachilleres. Esta situación ha cambiando con la ‘proliferación de las escuelas de Medicina’, dice un decano de uno de estos centros universitarios.

En Panamá, dos universidades públicas gradúan médicos: la Universidad de Panamá (UP) y la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi). Los centros privados que forman galenos son cuatro: Universidad Latina, Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología (ULACI), Columbus University y la Universidad Americana (UAM).

La razón de existir de estas escuelas y facultades privadas es obvia, considera José Paredes, médico jubilado de 72 años y decano de la UAM. ‘La UP ha sido muy selectiva, al permitir el ingreso de solo 280 nuevos estudiantes al año. Quedan unos 1,720 estudiantes en el aire’. Y hacia ellos apuntan las ofertas.

La pionera en abrirse camino en este nicho fue la Universidad Latina, hace unos 23 años. Paredes dice que este centro es ‘primo hermano’ de la que él dirige. Ellos tienen unos 1,000 alumnos en todas las carreras de Ciencias de la Salud. La semana pasada graduaron 59 nuevos galenos.

Hace cuatro años, 50 estudiantes iniciaron clases en la UAM. Hoy son 122 alumnos. ‘Estas carreras, tanto en Panamá como en el extran jero, tienen un nivel alto de deserción. En nuestro caso está entre el 20 y 30 %. Hay que tomar en cuenta que los muchachos vienen muy jóvenes y a esa edad le gusta la fiesta y el baile y aquí tienen que estudiar. A la Medicina hay que dedicarle mínimo dos horas diarias de estudio’.

En mayo del próximo año, la Ulacit entregará el título a los primeros nueve médicos. ‘Somos muy exigentes con el perfil de ingreso y egreso de los alumnos’, comparte el exministro de Salud, Fernando Gracia, decano de Medicina de este centro. Pese a la exigencia y a la gran inversión cada año acuden más bachilleres a estudiar para médicos. ‘Este año ingresaron 51 alumnos’.

Paredes, egresado de una universidad de México y ex director Nacional de Salud del Ministerio de Salud (MINSA), no duda en decir que la formación en la Facultad de Medicina de la casa de Octavio Méndez Pereira se quedó obsoleta.

El cirujano detalla que la enseñanza de la Medicina ha cambiando mucho con las nuevas herramientas tecnológicas. ‘Ha ido apareciendo nuevas especialidades que demandan de equipos sofisticados. En algunos países ya se está operando con robots. La anatomía se dicta con simuladores. Hay muñecos que se utilizan en los laboratorios de simulación cuestan hasta $30,000 cada uno’.

La innovación, precisamente, es la atracción de los estudiantes que ingresan a la Ulacit, piensa el doctor Gracia. ‘Nuestros grupos son pequeños y reciben una educación personalizada. Este centro cuenta con un hospital simulado de los mejores de América Latina. Nosotros no usamos cadáveres, enseñamos con anatomía virtual’.

Enrique Mendoza, decano de la Facultad de Medicina de la UP, reconoce que la falta de recursos ha sido un mal crónico. ‘No tenemos suficientes salones, ni profesores’, reveló, y agregó que la calidad de los egresados se mantiene entre las mejores de la región.

Gracia, quien es docente en la UP desde 1984, dice que la educación va más allá de la repetición. ‘El muchacho debe aprender por competencias y análisis, no por memoria’.

Sobre la suma que invierten los estudiantes para gra duarse de médicos, Paredes explica que la UAM está cobrando la mitad de los que cobrarán las universidades ‘yeyés’, unos $30, 000. Los universidades que incluye en esta categoría son: Latina, Ulacit y Columbus.

Mientras que la UP reducirá de 280 a 200 los cupos para nuevo ingreso, Gracia adelanta que ellos están pensando en una sede más amplia. ‘Las instalaciones actuales se han quedado pequeñas para la demanda’.

Paredes piensa en esa misma dirección. ‘Los dos edificios donde se dictan las carreras de Salud —donde dice que han invertido varios millones— está copado. Tenemos que ir viendo para dónde nos mudamos’.

Pero estas siete universidades no son las únicas que formen a los médicos que necesita el país. La Univer sidad Santa María la Antigua (panameña) y la Universidad del Sur (extranjera) están en espera de la aprobación de la carrera por parte del Consejo Técnico, que lo integran funcionarios de las cinco universidades estatales.

El cirujano torácico Rafael Andrade Alegre, quien dirige la Facultad de Medicina de Columbus University desde hace año y medio, asegura que el edificio donde operan también se ha quedado pequeño para atender el crecimiento de alumnos.

‘Iniciamos a formar médicos en 1994, de ese tiempo a la fecha hemos graduado 350 galenos. Actualmente tenemos 240 estudiantes. Cada año graduamos entre 25 y 30 médicos’.

Andrade Alegre detalla que la carrera en Columbus University, que tarde cinco años y medio, requiere de una inversión de $45,000 dólares.

Sobre la formación de médicos, que durante décadas fue una tarea exclusiva de la Universidad de Panamá, el cirujano que labora en el hospital Santo Tomás, considera que la calidad de la enseñanza de la Medicina no se mide por el número de facultades que dicten la licenciatura. La clave para atraer más estudiantes, sostiene, dependerá de la innovación que ofrezcan estos centros.

Los cálculos de egresados de estos centros, según las cuentas de Gracia son: 100 de la UP (Mendoza dice que son 150), 40 de Latina, 30 de Columbus, 30 de Ulacit, sumarían unos 250 nuevos galenos. Aquí no se suman los de la Unachi, los de la UAM ni los que estudian en el extranjero.

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