La producción de arroz en Panamá pierde rentabilidad

Actualizado
  • 17/07/2014 02:00
Creado
  • 17/07/2014 02:00
Cerca de tres mil productores a nivel nacional han abandonado la siembra

Producir arroz en Panamá dejó de ser un negocio rentable. La razón, la falta de una política agropecuaria a futuro, líneas de financiamiento, la escasa liberación de nuevos germoplasmas de mayor productividad, el elevado costo de producción —que oscila entre 1,850 dólares a 2,000 dólares por hectárea— y hasta el cambio climático, así como la importación incontrolada. En los últimos 10 años, más de tres mil arroceros abandonaron la actividad.

Según las proyecciones de siembra y cosecha del arroz mecanizado del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), este año se planea contar con una superficie sembrada de 67 mil hectáreas, lo que arrojaría una producción total de 6.4 millones de quintales. Sin embargo, el país requiere que se cultiven 86 mil hectáreas de arroz para cubrir la demanda.

En Panamá, cada año se consumen 8.5 millones de quintales de arroz y se producen solo 6 millones de quintales, por lo que el país debe importar 2.5 millones de quintales para suplir el consumo total. En los últimos ocho años, se estima que el consumo per cápita anual se ha mantenido en torno a las 154.32 libras, aunque algunos productores consideran que el consumo real pudiese estar entre las 160 y 170 libras, por cada panameño.

Sobre la base del inventario físico de arroz a abril de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia, Panamá cuenta con una reserva de arroz limpio y seco de tres millones 86 mil 305.74 quintales de arroz, lo que solo cubre el abastecimiento hasta la primera semana de octubre.

No obstante, posterior al inventario, ingresaron 105,028.09 quintales de arroz pilado acordados en el Tratado de Promoción Comercial con Estados Unidos y los 214,104 quintales de arroz del contingente ordinario de la Organización Mundial del Comercio (OMC), ambos se sumarían a los resultados del inventario de abril.

PRODUCTIVIDAD EFICIENTE

A finales de la década del 80, el país era autosuficiente en producción de arroz, incluso concretó la exportación de su principal grano de consumo a Perú y Costa Rica. Pero la actividad ha venido decayendo. Chiriquí, que durante décadas mantuvo el liderazgo productor, con el 70% del arroz que se consume en el país, cedió su supremacía a Chepo, en Panamá Este, y Darién.

Pese a que la superficie de siembra sigue disminuyendo, el rendimiento por hectárea aumenta cada año agrícola (del 1 de abril al 31 de marzo del siguiente año).

El informe del MIDA detalla que durante el año agrícola 2004-2005 se sembraban 78,579.89 hectáreas de arroz, con un rendimiento de grano por hectárea de 70.42 quintales, situación que cambió durante el año agrícola 2013-2014 con 67,073 hectáreas, con unos 97.63 quintales por hectárea.

El sector agrícola viene dando tumbos, y es hora de que en Panamá se cree una política de Estado que contribuya a elevar la producción y resguarde la seguridad alimentaria de sus ciudadanos, coinciden los arroceros.

Para Rodrigo Araúz, exvicepresidente del Fondo Latinoamericano para el Arroz de Riego (FLAR), la deficiencia que hoy sufre el campo surge a raíz de diversos desatinos de las autoridades en el pasar de los años, y se agravó con las importaciones.

El consultor agrícola indicó que ‘la debilidad del sector arroceros es la productividad. El también arrocero chiricano opina que la implementación de nuevas líneas de germoplasmas de arroz contribuirían a cultivos de granos grandes, y la planta tendría mayor resistencia a enfermedades y plagas.

‘En el país se tiene por costumbre cultivar con las comúnmente conocidas semillas de ‘tambucho’ en lugar de las certificadas, que pasan por años de evaluación y estudio por el FLAR, luego son adaptadas por el Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (IDIAP), la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad de Panamá y programas privados’, señaló el arrocero.

Araúz coincide con el presidente de la Asociación de Productores de Arroz de Veraguas (APAVE), Rubén Ceballos, quien está a la espera de una reunión con el ministro de Desarrollo Agropecuario, Jorge Arango Arias, para plantearle la crisis arrocera de su provincia.

Según Ceballos, el quintal se vende húmedo y sucio en los campos en entre 17 y 20 dólares, pero los costos de producción aumentan vertiginosamente cada año, y los productores no encuentran financiamiento para seguir produciendo.

Además, precisó que el inminente efecto del fenómeno de El Niño se ha convertido en una amenaza, debido a que la mayoría de los productores tienen cultivos en secano y no en riego. Si no llueve, ni se siembra ni se cosecha, dijo.

Este fenómeno, cuya frecuencia se asocia con el calentamiento global, elevará el costo de producción, si es que se puede sembrar, apuntó.

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