"Hay un nicho para lo correcto. Significa dormir tranquilo"

Actualizado
  • 27/02/2015 01:00
Creado
  • 27/02/2015 01:00
El éxito económico puede ser peligroso si no va acompañado de los debidos controles, advierte el excomisionado del Mercado de Valores

Hace un mes, Mario Galindo ‘le entregó la antorcha’. Hoy, Carlos Barsallo, especialista en derecho comercial, delitos financieros, gobierno corporativo y socio encargado de ética e independencia de la firma Deloitte, nos habla del país que tenemos, del que queremos y de ese punto en el que convergen temas reales y abstractos: la justicia y la ley; el bienestar y la economía; asuntos todos aglutinados en lo que se conoce como ‘los valores de siempre’, tal vez olvidados.

¿PODRÍAMOS EMPEZAR POR ESTABLECER SU POSICIÓN SOBRE EL ESTADO DE LA ÉTICA Y LA JUSTICIA EN PANAMÁ?

La ética y la justicia son terrenos distintos, pero se entrelazan entre sí. En ambos casos tenemos en el país una mora seria. En el aspecto de justicia, el problema no es que existan conflictos, que siempre los va a haber, sino que no haya un juez que establezca quién tiene la razón. Eso no está pasando en el país y la población se siente frustrada...

¿CREE USTED QUE PODEMOS ESTABLECER UNA SEPARACIÓN O LÍMITE ENTRE LA CORRUPCIÓN QUE PUEDA HABER EN LAS INSTITUCIONES DE GOBIERNO Y UNA POBLACIÓN VÍCTIMA DE ÉSTA?

En Panamá no funcionamos como en un país europeo, en el que los políticos han estudiado las ideologías y vienen de debates, de izquierda, de derecha, centro, verde... Si analizamos nuestra clase política, veremos que está integrada, básicamente, del empresariado, combinado con profesionales de clases medias dedicadas a profesiones liberales. Ellos hacen política, entran al gobierno y luego vuelven a su sector... es lo que llamamos el revolving door o puerta giratoria... En este aspecto, sucede lo mismo que con la corrupción: no hay diferencia entre el gobierno y la esfera privada. La corrupción es una sola.

SIENDO UN POCO CÍNICOS, QUÉ DEBERÍA MOTIVARNOS A REVOLVER LA SOCIEDAD PARA CAMBIAR NUESTRA FÓRMULA OPERATIVA, SI SOMOS EL PAÍS MÁS FELIZ DEL MUNDO Y UN MODELO DE CRECIMIENTO LATINOAMERICANO Y HASTA MUNDIAL...

Sin volvernos etéreos, partamos de una definición del éxito. Porque si hablamos de un concepto cuantitativo y numérico, vamos bien: saquen estadísticas, que con los números se puede hacer lo que uno quiere... En realidad, no es tan sencillo. Olvidar la ética, la justicia y la ley, por ejemplo, en el sistema financiero, o así como en otras áreas, implica un riesgo. Los últimos estudios del FBI demuestran que hay un link entre el flujo de capitales de procedencia dolosa, de corrupción y los riesgos de inseguridad, violencia, control de las instituciones por entes que no deberían tenerlo.

¿ESTAMOS HABLANDO SOLO DE RIESGOS POR EL FLUJO DE CAPITALES EXTRANJEROS?

Antes veíamos el problema de lavado de capitales como un problema externo y bastante simple: un extranjero venía con dinero en efectivo, producto del narcotráfico... eso lo hemos resuelto. Ahora es muy difícil abrir una cuenta bancaria en Panamá. Sin embargo, nos encontramos con que el dinero no es de afuera y no es sencillamente del narcotráfico, sino que también viene producto de delitos locales, alegada corrupción de funcionarios, alegado enriquecimiento injustificado, alegados delitos financieros... Hay que tener cuidado, porque el éxito no es solo material...

¿SI LA FÓRMULA QUE TENEMOS NO FUNCIONA, A QUÉ DEBEMOS ASPIRAR?

No vamos a caer en la utopía y la ingenuidad, o el idealismo, pero sí es importante observar que la sociedad ha llegado a cierto hastío. Si seguimos como estamos, incumpliendo las normas, buscando nuevas normas para tampoco cumplirlas, llegaremos al punto de crisis. Nuestra sociedad debe aspirar a un estricto Estado de derecho, un concepto que le costó mucho a la humanidad y que implica que no mandan los hombres, sino las leyes y las instituciones, y que nadie está por encima de la ley. Esa es la regla para vivir en sociedad...

¿FUIMOS MEJORES, MÁS ÉTICOS, MÁS CUMPLIDORES DE LA LEY EN EL PASADO?

Me gustaría ser racional: para decir si fuimos mejores habría que cuantificar y hacer comparaciones objetivas. En todo caso, yo podría hablar solo por mi época, que está bien documentada. Creo que hemos tenido siempre episodios de corrupción, en el gobierno y en el sector privado; prácticas de negocios irregulares; esto va con el ser humano... Sin embargo, todo tiende a ser inflacionario, a aumentar a escala. Si antes los desfalcos eran por un millón, ahora son por diez millones, ajustado a los tiempos y a la población... El problema es cuando se vuelve sistémico, cuando uno se da cuenta de que no se trata de un solo grupo, sino que ha permeado a toda la sociedad...

¿ÉXITO Y ÉTICA SON COMPATIBLES?

Sí, hay un nicho para lo correcto. Hay personas que quieren asociarse con lo correcto, y es esa combinación la que hay que buscar. El problema es limpiar. No hay otra opción. Significa dormir tranquilo.

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