Treinta años de golpes de estado en Guina Bissau

Actualizado
  • 22/07/2018 02:00
Creado
  • 22/07/2018 02:00
Un extenso análisis concluye que la politización de las élites militares y sus acciones fue un elemento crucial para explicar la inestabilidad política y la incipiente democracia en este país africano

Este texto constituye un resumen de nuestra tesis de maestría defendida en la Universidad de Federal do Paraná (UFPR) Brasil, del año 2017. Traducción del Portugués de Juvenal Eduardo Torres Domínguez.

La independencia de Guinea-Bissau fue proclamada en 1974. Los guineanos y los caboverdianos fundaron el Partido Africano por la Independencia de Guinea- Bissau y Cabo Verde, PAIGC, liderado por Amílcar Lopes Cabral. La politización en el seno de las élites militares entre los dos pueblos era perceptible, eso permitió el surgimiento de grupos internos rivales, llegando a asesinatos y persecuciones. Tales acciones, culminaron con el golpe de Estado del 14 de noviembre de 1980, donde fue depuesto el entonces presidente Luís Cabral, visto como caboverdiano. En el mismo año, surgió un nuevo régimen liderado por el general João Bernardo Vieira, considerado nativo. Así, el régimen pasó a ser dirigido por los militares, en su gran mayoría guineanos.

Analizamos cuatro casos contextuales que siguen: la configuración de las élites militares después de la independencia y la formación del Estado en 1974; la apertura política y la formación del multipartidismo en 1994; las interferencias de las élites militares después de la guerra civil de 1999; así como el golpe de Estado de 2012. La hipótesis de nuestro trabajo fue la siguiente: ‘La politización de los líderes militares en las Fuerzas Armadas (FFAA) motivó el surgimiento de los grupos rivales y generaron las inestabilidades políticas'. Concluimos que la politización de las élites militares a lo largo de los años estudiados y sus acciones fue un elemento crucial para explicar la inestabilidad política y la incipiente democracia en Guinea-Bissau. Los enfoques de la politización de las élites militares en las FFAA y el surgimiento de los grupos rivales internos, ha sido uno de los problemas constatados en los golpes sucesivos y en las inestabilidades políticas.

ELITES MILITARES, LA INDEPENDENCIA NACIONAL Y LA FORMACIÓN DEL ESTADO.

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El Programa FLACSO-Panamá busca dotar a la población de análisis sobre los principales problemas que la aquejan, y contribuir con las estrategias de programas de solución.

El PAIGC, liderado por el Amílcar Lopes Cabral, tenía como finalidad constituir y organizar una estructura militar, formada en su gran mayoría por los guerrilleros (los llamados antiguos combatientes de la libertad de la patria - ACLP) con el objetivo de luchar por la independencia y autodeterminación nacional. En esa ocasión, surgen las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo - FARP. De este modo, el partido PAIGC se va consolidando a nivel nacional e internacional.

Pero como las cuestiones del liderazgo suscitaba dudas en la medida en que había divergencias internas entre los caboverdianos y guineanos, la consecuencia de esas rivalidades entre los dos pueblos hizo aparecer el surgimiento de los grupos internos, tanto en el partido y en las FFAA. Por lo menos hasta 1974, había el predominio de liderazgo caboverdiano sobre los guineanos, lo que suscitó una crisis de autoridad. La parte administrativa del PAIGC la toma de decisiones a nivel nacional concentraba en las manos de las elites caboverdianas, mientras que los guineanos, grupo mayoritario en las Fuerzas Armadas FFAA, no tenían poder de decisión y liderazgo.

GOLPE DE ESTADO DE 14 DE NOVIEMBRE DE 1980

El 14 de noviembre de 1980 un golpe de Estado fue desencadenado por el entonces Primer Ministro, el General João Bernardo Vieira, guineano, contra el gobierno de Luis Cabral de origen caboverdiano. Tales acciones de las élites militares guineanas fueron decisivas para pensar en el momento de cambio del entonces régimen, y comprender la separación entre Cabo Verde y Guinea-Bissau. A mediados de 1970 los caboverdianos eran mayoritarios en los cargos considerados privilegiados de administración política y militar, con el golpe de 1980, el régimen pasó a ser dominado y controlado por las élites militares guineanas, centralizado en la figura del general Bernardo Vieira.

LA APERTURA POLÍTICA Y EL MULTIPARTIDISMO

La segunda parte comienza con la apertura política y la formación del multipartidismo. En ella se hace un mapeo de la coyuntura política más reciente, intentando buscar elementos históricos para explicar si hubo una reducción de la politización de las élites militares, con menor interferencia en los asuntos políticos, y mayor protagonismo de los grupos étnicos y los partidos políticos.

En cuanto a la caída acentuada de la politización de las élites militares, todavía desempeñaban un papel importante en el proceso político guineano, marcado por la superposición de divisiones étnicas con las divergencias políticas. Algunos grupos son privilegiados en relación a otros, y la exclusión de un determinado grupo en las jefaturas de comandos de las FFAA tiene consecuencias relevantes para el proceso político.

LA GUERRA CIVIL DE 1998-1999

En la tercera parte del trabajo tratamos la primera guerra civil ocurrida en 1998. Es también en este capítulo que intentemos demostrar lo s movimientos incesantes de captura de las jefaturas militares, destituciones de los cargos, renuncias, a través de la alternancia de poder por ciertos individuos y grupos con mayor incidencia en el interior de las FFAA, y también con la asociación de partidos políticos. Esta fase está repleta de golpes, destituciones de los gobiernos legales, intentos de golpes, asesinatos entre las élites militares.

Se puede percibir que las intenciones de la elite de la clase castrense guineana después del desenlace de la guerra civil de 1998 eran claras: había un intento por parte de ellos de instrumentalizar y controlar el aparato estatal, para luego establecer un régimen altamente elitista. El hecho sólo no se concretó debido a las divergencias internas y surgimiento de las facciones en el seno de los militares.

Por lo tanto, hay un factor importante: las anormalidades de las inestabilidades políticas, pusieron en peligro la propia existencia de Estado. Los intereses de varias facciones de la élite militar desempeñaron un papel crucial en ese período.

GOLPE DE ESTADO DE 2003 Y 2012

Los golpes de Estado de 2003 y 2012 fueron fundamentales para la comprensión de la continuidad del poder autoritario de las jefaturas militares vinculadas a los grupos y facciones. El enfrentamiento entre los intereses de los militares y grupos rivales en el interior de la clase castrense se vuelve incomprensible si no consideramos que sus acciones fueron decisivas para destituir al gobierno y perpetuar la inestabilidad política.

La mayoría de las veces, o desde 1974 hasta 2012, observamos una elevada concentración de poderes militares en un puñado de individuos que, actuando impunemente, han perpetuado factores de inestabilidad política en un sector de seguridad y defensa altamente politizado. La instrumentalización de las FFAA por líderes sectarios alcanza dimensiones catastróficas, profundizando la formación de los grupos rivales, los asesinatos de generales y la discriminación étnica.

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