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Cannabis medicinal: una larga espera y el agridulce de un proyecto de ley
- 10/09/2021 00:00

Ya existe la experiencia de países, donde se ha legalizado el cannabis medicinal y ha tenido buenos resultados, entonces, ¿por qué Panamá no? Esa sería mi pregunta.
Ninguna ley es perfecta, siempre tendrá escollos y aristas que mejorar, sin embargo, en un tema tan estigmatizado y controvertido, hay que iniciar con algo. El tema es nuevo para Panamá y estoy segura que con el tiempo podremos mejorar la ley.
La ley le dará la oportunidad a personas con diagnósticos como cánceres, cuando se necesita un cuidado paliativo para sobrellevar los efectos secundarios de los medicamentos que se administran, personas con enfermedades que sufrimos dolor crónico permanente muchas de ellas son reumáticas y neurológicas, niños con epilepsia y autismo, para todas estas personas existe ahora una alternativa, más el tratamiento. Debemos tener claro que su efecto medicamentoso está básicamente en controlar los síntomas y no en el origen de la enfermedad.
El uso recreativo del producto merece una mayor experiencia y un país con un sistema fuerte de vigilancia mientras eso no se dé, no estamos de acuerdo con su uso recreativo. Podemos destacar países europeos como Holanda, donde han tenido que cerrar las cárceles por la legalización de la droga pero para ello hay que tener mucha madurez como país y como habitantes responsables.
Con la aprobación de esta ley, Panamá se convierte en el primer país de Centroamérica y Caribe en legalizar el uso medicinal del cannabis. Cómo siempre estaremos dando el ejemplo y esperamos qué el Presidente de la República la sancione prontamente. También hacemos un llamado a esas empresas que obtendrán licencia a no abusar de los precios de los productos para que todo el que necesite controlar un dolor crónico y mejorar su calidad de vida tenga acceso a ello.
Desde el grupo en el cual nosotros nos organizamos ya existen pacientes que están creando su medicina a través de familiares (auto cultivo) o con terceras personas a precios accesibles (cooperativas cannábicas). Si bien estas personas no fueron tomadas en cuenta en la ley, nos parece buena iniciativa si al final del camino parte de los pacientes logran su medicina sin sentir que están cometiendo un ilícito y sobre todo si los aceites, pastillas, cremas o lo que sea que se va producir tiene un precio accesible. Seguro hay cosas que mejorar en la ley, que advertimos sería difícil de controlar como de implementar. Pero estamos hablando de la Asamblea, les cuesta pensar a futuro.
Desde el grupo propusimos que se tomara en cuenta el autocultivo y citamos infinidad de veces la Convención Única de estupefacientes del año 1961, en su Artículo 28, sección 2, “La presente Convención no se aplicará al cultivo de la planta del cannabis, destinado exclusivamente a fines industriales (fibra y semillas) u hortícolas.” Cuando hablamos de algo hortícola, nos referimos a la horticultura, que se refiere a cultivos caseros o cultivo de plantas de huerta con regadío. La Convención nunca prohibió a la gente cultivar el cannabis, es la interpretación de la misma a través del Código Penal quien ve cualquier cultivo como “droga”, y por lo tanto lo penan de forma excesiva y exagerada. Todo esto nos lleva a la conclusión que el Código Penal puede ser demandado, pues el Artículo 4 de la Constitución Nacional dice: “… la República de Panamá acata las normas del Derecho Internacional” se entiende claramente que los Tratados y Convenios Internacionales se equiparan a la constitución, lo cual indica que la Convención está por encima del Código Penal.
Dudamos mucho que en el corto plazo se logren precios bajos beneficiando a la mayoría de los pacientes. Ojalá nos equivoquemos, pero queremos ver cómo lo logran. Como ejemplo ponemos una declaración que escuchamos en la Asamblea, durante los debates de la ley. Una persona que decía representar a una de las empresas interesadas en incursionar en la producción del cannabis medicinal dijo “nosotros sabemos que no podemos competir con países como Canadá o Colombia en la cantidad de producción de flores pero si podremos competir asegurando la calidad del producto”. Y las reglas de la oferta son claras a mayor calidad, mayor precio, este mayor precio no beneficiará a los pacientes de estratos económicos medios y bajos. A menos que la empresa asuma estos costos o los subsidiemos desde el Estado a través de la Caja del Seguro Social , y la empresa logre vender a nivel nacional a un precio módico para que luego exporte más caro recuperando la inversión. Estos inversores están conscientes que va ser difícil poder pagar los costos de producción si el mercado es pequeño y los precios son bajos, a esto añadirle que la ley permitirá la importación en los dos primeros años (los obliga a tener lista la producción pasados esos dos años). También puede ocurrir que las empresas grandes se instalen aquí y hagan quebrar (o las coopten) a las empresas nacionales.
Uno de los argumentos de nuestro grupo, estaba basado en una regla básica de la economía, si un bien es escaso (porque es difícil de producir, extraer o se encuentra prohibido) su precio suele ser alto. Pues con el cannabis al ser ilegal pasa lo mismo, ¿cómo se acaba con ese mercado ilícito? despenalizando la planta. Si una persona quisiera plantar en su casa ya no solo como medicina, sino para uso adulto o uso recreativo nada debería impedírselo, pues esta pequeña acción desarmaría el mercado ilegal. Claro está, se tendría que determinar una cantidad mínima de plantas que las personas pudieran tener, que se comprometen por escrito al cultivar la planta para uso personal, a no lucrar con la planta (narcotráfico) y estar consciente que lucrar sería un delito. Uno de los argumentos de varios participantes durante los “debates” en la Asamblea estaba basado en el supuesto que somos una sociedad corrupta y que solo las empresas (privadas obviamente) podrían ser las únicas capaces de producir cannabis medicinal sin que la producción se desviara en el mercado ilícito
Varias ideas nos saltan a la mente. La primera será la puesta en marcha de la ley con una licencia prácticamente de oligopolio (solo de cinco a siete empresas podrán obtener una licencia), ¿pequeños empresarios podrán entrar al mercado una vez estas empresas consoliden sus operaciones y tengan un control del mismo? , ¿podrán competir las empresas nacionales con las empresas de afuera que ya tienen la experiencia, mayor extensiones de tierras para el cultivo y el mayor acceso a capital? , ¿les saldrá más barato importar la flor que producirla aquí? Una vez la medicina esté en circulación, ¿qué doctorxs serán los idóneos para recetar el cannabis medicinal? Ya veremos aparecer el mismo método de las farmacéuticas que les llevan de paseo a congresos, regalan muestras del producto que bien tienen luego a recetar.