Mujeres siguen firmes en lucha por la paridad de género en el Código Electoral

El pensamiento machista dominante, la desinformación sobre el sistema electoral y la dura resistencia de algunos diputados se han convertido en freno para que Panamá cumpla con el principio de paridad de género y alternancia, es decir, que se respeten los derechos políticos de las mujeres panameñas.

Inicialmente contenido en el proyecto de la Comisión Nacional de Reformas Electorales (CNRE), elaborado en conjunto con el Tribunal Electoral tras una larga discusión con diversos sectores, la paridad fue eliminada por un grupos de diputados en el primer debate de la Asamblea Nacional. 

Lo anterior desencadenó de manera inmediata protestas y críticas de organizaciones de mujeres, quienes denuncian que esta eliminación perpetúa el actual sistema que no atienen las desigualdades estructurales que sufren las mujeres al momento de aspirar a un cargo de elección popular. 

En opinión de la abogada y catedrática de la Facultad de Derecho de la Universidad de Panamá, Anayansi Turner, lo que sucede en Panamá es que impera una mentalidad machista que es legitimada por las instituciones.

"En Panamá, los dueños y directivos de los partidos políticos están en manos de hombres que se resisten a que las mujeres tengan participación en los puestos de elección. En su pensar tradicional debemos ocuparnos exclusivamente de las labores domésticas, el cuidado de los niños y no ejercer roles políticos", explicó Turner.

Este martes, al grito de "Somos la mitad, queremos paridad", cientos de mujeres de un heterogéneo grupo de organizaciones protestaron frente al palacio Legislativo para exigir que se vuelva a incluir la paridad de género dentro de las reformas.

Para la docente es primordial cambiar el artículo 303 de la normativa electoral vigente, que deja abierto a los partidos la posibilidad de sortear el cumplimento de la cuota de participación del 50% en las candidaturas de la elecciones internas; es como una especie de "válvula de escape" para incumplir, subrayó Turner. 

Frente a este, indicó que debe priorizarse la alternancia, lo que garantizaría que tanto hombres como mujeres ocupen los primeros puestos de postulación con mayor igualdad.

La abogada y docente universitaria explicó que en la región hay casos de éxito donde existe mayor igualdad de participación. Tal es el caso de Chile, que mediante el Sistema D’Hondt, un mecanismo de corrección que rige la votación, la representación en los cargos electos está mucho más apegada a la realidad que vive la población. 

No obstante, aclaró que el sistema usado en Chile es de votación y en Panamá, lo que están peleando es que se de el espacio en la postulación.

Para Yousee Herrera, estudiante de ciencia política y militante feminista, el problema también tiene que ver con la desinformación que persiste  tanto del mismo sistema electoral, como lo que se conoce sobre la paridad de género en términos de avances para las mujeres. 

 Herrera es clara en precisar que la idea es asegurar que en las elecciones el 50% de las aspirantes a puestos principales sean mujeres y no que las personas tiene que votar por ellas, como algunos sectores conservadores han hecho ver.

"No queremos obligar a nadie a votar por las mujeres, lo que peleamos es el espacio, la oportunidad para que las mujeres se postulen en igualdad de oportunidades que los hombres", denunció la estudiante, quien forma parte del grupo  Nuestras Voces Cuentan

La activista exige que se discuta en segundo debate en la Asamblea Nacional el tema de la alternancia, ya que fue consensuado por diversos sectores,  así como se elimine la "válvula de escape" del Código Electoral.

Entre las mociones que impulsan la mujeres organizadas está la posibilidad de candidatizar mujeres en igualdad de condiciones; y que se respete el resultado de las primarias en los partidos, en muchas ocasiones tras darse alianzas con otros colectivos los cargos ganados por las mujeres son sacrificados para dárselo a hombres.

Herrera indicó que la coyuntura ha convocado a grupos de mujeres de partidos, grupos cívicos y de diferentes posturas políticas que entiende que es necesario unificar fuerzas para defender un derecho ganado, el de la participación política en democracia.