Una gestión gubernamental marcada por la pandemia y los históricos problemas

Actualizado
  • 07/01/2022 00:00
Creado
  • 07/01/2022 00:00
El gobierno de Laurentino Cortizo empieza la segunda etapa de su periodo al cumplirse dos años y medio. Hay consenso sobre el buen manejo de la vacunación, pero muchas críticas sobre tema fundamentales
Una gestión gubernamental marcada por la pandemia y los históricos problemas
El acierto del gobierno sin duda ha sido el sistema de vacunación. Podría enumerar una larga lista de desaciertos, empezando por el estado de emergencia
¿Cuál es su balance del gobierno en estos dos años y medio?

Muy deficiente. Creo que, a pesar de la pandemia, está en deuda con la ciudadanía. Muchas promesas incumplidas, falta de transparencia, la “estrella” de la gestión que nos vendieron sería la educación, pero terminó siendo la ineptitud e indolencia de algunos ministros que hasta hoy parecen irrevocables y que terminan por seguir empañando la gestión del presidente Laurentino Cortizo, que de por sí, tiene muy poco que resaltar.

A su juicio, ¿cuáles han sido los aciertos y desaciertos de la administración de Cortizo?

El principal acierto, cuidado si no el único, que se puede resaltar, ha sido el tema de las vacunas. A pesar de que al principio parecía que Panamá no contaría con disponibilidad suficiente, la gestión del gobierno hoy ha demostrado lo contrario y toda la población cuenta con la posibilidad de vacunarse. Quiero felicitar a todas nuestras enfermeras, personal de la Cruz Roja, bomberos y voluntariado que han apoyado incondicionalmente los centros de vacunación. Ellos han sido protagonistas del éxito de este proceso. Desaciertos hay muchos. Hoy todos sentimos que en nuestro país hay más corrupción, que el “juega vivo” se está apoderando no solo de algunos funcionarios, sino de instituciones completas; que el sistema de justicia es ineficiente, que nuestra Caja de Seguro Social va rumbo a desaparecer, que no hay planes de reactivación económica, planificación ni liderazgo que guíe al camino correcto en los tiempos por venir. Podría enumerar una larga lista de desaciertos y equivocaciones, comenzando por el estado de emergencia, los respiradores, el caso Senniaf, la lotería, hasta la pésima comunicación que ha demostrado el gobierno durante todo este periodo.

Quedan dos años y medio de esta administración. ¿Cuáles deberían ser las prioridades?

Empleo formal debe ser la prioridad principal. Se debe pensar en nuestra gente. Hoy hay muchísimos compatriotas que hacen milagros, textualmente, para poder llevar alimentos a sus hogares. Sin empleo formal en el país, nadie avanza. La seguridad personal debe ser otra prioridad. Nadie quiere invertir en un país que no se siente seguro, el gobierno debe entender que lo más sagrado es la vida y debe dejar de criminalizar a las víctimas, para tratar de cubrir su incapacidad y desaciertos en el tema. La inversión extranjera y nacional es fundamental. Cómo se puede generar empleo, si nadie invierte en nuestro país. Debemos brindar mejores condiciones de mercado a los inversionistas e incentivar que los capitales vean a esta tierra, como el futuro de su inversión.

Entre las promesas del presidente estaban las reformas a la Constitución que, aunque se presentó una propuesta, al final no se ha concretado. ¿Cuál es su análisis de esta realidad?

La constituyente ha sido la promesa de campaña fallida de los últimos tres presidentes, la han vendido como la panacea y en realidad ninguno se ha atrevido a convocar. Además, vimos hace días culminar el proceso de recolección de firmas empezada por algunos partidos políticos y ciudadanos, que no pudieron recolectar ni el 5% de las firmas requeridas, lo cual ratifica que la ciudadanía tiene diferencias, en estos momentos, con este proceso. Los problemas que los ciudadanos sufren hoy, no necesitan una constituyente para solucionarlos.

Después de 32 años de la invasión de Estados Unidos, y de gobiernos democráticos, ¿cuál es su análisis de la democracia del país y del sistema político?

Nuestra democracia es joven aún, está en pleno crecimiento, pero los actores políticos que la forman deben entender que de su gestión depende el desarrollo pleno de nuestro sistema.

Si bien la pandemia introdujo una variable extraña a la gestión pública, se ha evidenciado incapacidad para atender necesidades apremiantes de la sociedad
¿Cuál es su balance del gobierno en estos dos años y medio?

Los dos años y medio de gestión del gobierno registran un balance negativo. Contrario a gestiones de quinquenios anteriores, los panameños hemos comenzado a entender cómo calificar la gestión de gobierno por su eficacia y transparencia. Si bien la pandemia introdujo una variable extraña a la gestión pública, se ha evidenciado incapacidad para atender necesidades apremiantes de la sociedad, privilegiando los millonarios gastos superfluos para satisfacer egos principescos. La estrategia de recuperación económica continúa siendo una difícil apuesta para el gobernante distanciado de los esfuerzos de la empresa privada, la mediana y microempresa, en particular, los profesionales. Esta manifiesta incapacidad sigue generando desesperanza y preocupación.

A su juicio, ¿cuáles han sido los aciertos y desaciertos de la administración de Cortizo?

Sin duda alguna, el principal acierto ha sido el programa de vacunación para atender el impacto de la covid-19, programa en el que destacan las enfermeras y enfermeros de todo el país. Este es un importantísimo logro de la actual administración. Empero lo anterior, el gobierno no tiene medallas que exhibir. El mal denominado pacto cerrando brechas, muy a pesar de la participación de sectores y personas distinguidas, todos sabemos que quienes lo convocaron vienen actuando en contravía de cualquier diagnóstico ya conocido, peor aún, ese diagnóstico no cuenta con reconocimiento y respaldo suficiente para hacerlo vinculante a las futuras administraciones del Estado. El diálogo por la Caja de Seguro Social se encuentra en el mismo punto de inicio, sin propuestas ni conclusiones, y así culminará. Es así, debido a que el presidente se desvinculó de su obligación y responsabilidad constitucional para liderarlo.

Quedan dos años y medio de esta administración. ¿Cuáles deberían ser las prioridades?

Prioridad es dar un golpe de timón, enrumbar la gestión de gobierno, enderezar los caminos retorcidos, el país y los ciudadanos lo exigimos y necesitamos. Las principales encuestas de opinión, de partes y contrapartes, revelan el desgaste extremo del gobierno y de su liderazgo. No se trata de un ataque político, son indicadores válidos para medir la gestión de gobierno dirigido a hacer los ajustes necesarios. Gobernar no es un concurso de simpatías, es la más alta responsabilidad dentro de la sociedad, lo que requiere reconocimiento y respaldo ciudadano. Insistir en autobombos inobservando realidades, se llama necedad. Dos años y medio pendientes de gestión de gobierno es una oportunidad valiosa para la toma de decisiones importantes, exigir al equipo de gobierno eficiencia y rendición de cuentas. Lo que pasa, de manera impostergable, por un cambio de gabinete que refresque el escenario, hable otro lenguaje y muestre capacidad.

Entre las promesas del presidente estaban las reformas a la Constitución que, aunque se presentó una propuesta, al final no se ha concretado. ¿Cuál es su análisis de esta realidad?

El país requiere de un cambio constitucional que modernice y actualice el Estado. Un cambio constitucional que haga renacer instituciones democráticas desgastadas y fallidas. Un solo ejemplo. Tenemos el caso de la designación del procurador de la Nación con periodo de 10 años para su gestión, sin embargo, en los últimos 10 años hemos tenido cinco o seis procuradores, el método y la carencia de independencia de esta institución ha fracasado. La promesa de reformas constitucionales ha sido un canto de sirena, una entusiasta forma de encantar parte del discurso de dos o tres campañas electorales recientes. Y es que el discurso de oposición de los dirigentes políticos es uno, que se esfuma una vez pasa a ser gobierno, lo que ocurre por causa de intereses que respaldan el statu quo.

Después de 32 años de la invasión de Estados Unidos, y de gobiernos democráticos, ¿cuál es su análisis de la democracia del país y del sistema político?

La invasión fue un episodio dramático y doloroso que hoy perdura. Quienes luchamos contra el régimen militar, de manera puntual, la generación que teníamos 20 y 30 años, creímos en los dirigentes de aquella coyuntura. La necesidad de establecer una sociedad democrática fue el gran desafío. La mirada retrospectiva nos lleva a pensar que la democracia va en decadencia, que cada día vivimos menos en democracia, que las prácticas políticas se mezclan con las utilizadas en la década de 1960 con insumos presentes durante el régimen militar. Retroceso en democracia institucional. Este lamentable y peligroso fenómeno parece no importar a los dirigentes políticos o piensan que tal escenario no sucederá en Panamá por su cercanía histórica con Estados Unidos. Evitar perder la democracia como sistema político es una obligación de los panameños, las variables externas no cuentan, porque cada quien ve por sus propios intereses.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus