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- 03/06/2009 02:00
PANAMÁ. La crisis financiera global ha logrado que oponentes políticos unifiquen un mismo discurso, y concuerden sobre cuáles medidas debe tomar el Estado panameño, para enfrentar los evidentes efectos negativos de la actual situación mundial.
Ayer, en la conferencia donde anunciaron las medidas para hacer frente a la crisis, estuvieron presentes los equipos de trabajo de ambos gobiernos, bajo una aparente cooperabilidad, pero separados en dos filas.
El presidente electo de la República, Ricardo Martinelli, inició la conferencia con palabras poco alentadoras, describiendo la crisis como una gran tormenta económica. Mientras que el mandatario saliente, Martín Torrijos, concordó con casi todas sus aseveraciones y se remontó a las primeras decisiones económicas que tomó él.
El déficit fiscal, justificado por los gobiernos de turnos y cuestionado por los partidos que jugaron el papel de oposición, fue un tema de consenso entre ambos lados.
La actual Ley 34 sobre la Responsabilidad Social Fiscal establece como tope el 1% en el déficit fiscal, pero bajo el alegato de flexibilidad y liquidez económica en el gobierno, el mismo se extenderá al 3%, dijo Martinelli.
El ministro saliente de Economía y Finanzas (MEF), Héctor Alexander, no sólo evitó cuestionar esta medida, sino que la justificó al indicar que es una herramienta para financiar las políticas anticíclica en este período.
Pero la misma ley también tiene una cláusula de escape. En el artículo Nº 11 especifica que en casos de desastres naturales o emergencia nacional o cuando se experimente una tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto del 1% o menor, hay una dispensa en el límite del déficit.
Si la crisis financiera representara para muchos panameños un período de austeridad, la Asamblea Nacional de Diputados tampoco se escapará de esta realidad. Martinelli, quien en oposición cuestionó duramente los privilegios y los excesivos gastos de este Órgano del Estado, anunció que les apretará el cinturón al recortarles el 20% del presupuesto.
Otro importante anuncio que se dio fue el aporte adicional de 230 millones de dólares que brindará el Banco Nacional de Panamá (BNP) al centro bancario panameño. Este capital es aparte de los 610 millones de dólares del Programa de Estímulo Fiscal que está conformado por el BNP con 400 millones y la Cooperación Andina de Fomento de 210 millones.