El cristianismo, su origen y su evolución en Panamá

Actualizado
  • 20/04/2014 02:00
Creado
  • 20/04/2014 02:00
Panorámica de la religión cristiana en Panamá y en el mundo; y, los cambios socio-históricos que han influido en su auge o decadencia

El cristianismo es una de las cinco principales religiones del mundo. Su origen, aunque data de hace dos mil años, cuando el nazareno aún caminaba predicando por Israel; su constitución como religión oficial del imperio romano y del mundo datan de la antigüedad romana, con el emperador Constantino I, el cual le dio las bases legales (313 d.C.) y convocó al consejo de Nicea (325 d.C.), que la transformó en religión oficial. De esta forma, se edifican los fundamentos institucionales de la iglesia universal o católica.

A lo largo y ancho de la edad media europea, la religión cristiana (católica) tuvo que luchar contra arrianos y cátaros (otras sectas cristianas) para alcanzar su hegemonía como principal religión del mundo. Expandirse por toda Europa, Asia y África. Construyó un sistema teológico-filosófico denominado la escolástica, la cual definió los parámetros del conocimiento humano, estético y ético de esta época. Con el antropocentrismo y humanismo renacentista y, principalmente, con la aparición de la reforma protestante (1529); el cristianismo católico se fragmentó y, en parte, dejó su carácter hegemónico, como el único credo autorizado, no solo para enseñar el mensaje de salvación de Jesucristo, sino también para gobernar las almas (controlar) y su posible redención.

Con los viajes de descubrimiento y conquista española llega la religión cristiana católica a América. Posteriormente, con los peregrinos ingleses del Mayflower, en 1620, aparecen en tierras americanas el cristianismo protestante. A diferencia de estos últimos, el credo cristiano católico tenía como meta convertir las almas paganas de los nativos de las indias occidentales; mientras que los protestantes crearon en sus colonias un sistema endógeno y excluyente con respecto a la población indígena que los acogió.

Ahora bien, siendo Panamá una colonia española desde su descubrimiento en 1501; la iglesia católica fue el primer rector espiritual del istmo. En 1513 se construye la diócesis de Santa María de La Antigua del Darién, siendo esta la primera en tierra firme. De esta manera, la religión cristiana católica fue el principal y quizás el único bastión espiritual en la época colonial y, posteriormente en el siglo XIX, de la época de anexión a Colombia. Tan solo a principios del siglo XX empieza a vislumbrarse la presencia protestante en el escenario religioso panameño por la construcción del canal interoceánico por los norteamericanos, los cuales trajeron la iglesia Anglicana y Bautista; entre otras denominaciones.

En la actualidad, y a pesar de la influencia de otras religiones, como el islamismo, el budismo, etc.; el panorama religioso de la sociedad panameña parece haberse polarizado hacia el cristianismo en todas sus vertientes católicos y protestantes. Sin embargo, valdría la pena realizar una ligera observación a los hechos estadísticos sobre religión.

DATOS SOBRE RELIGIÓN

Según datos sobre afiliación religiosa del PEW Research Center, para el año 2010, el cristianismo, en su vertiente católica, protestante y ortodoxa griega; es la religión con mayor afiliación de feligreses en el mundo 31.5%, seguida del islamismo 23.2% y, en tercero los sin afiliación 16.3%.

En América Latina y el Caribe la gran mayoría de individuos afiliados a una religión son cristianos (90%). El mayor contingente de estos feligreses en Suramérica se encuentran en Paraguay (96.9%) y, el menor en Uruguay (57.9%). En Centroamérica, la mayoría se encuentra en Guatemala (95.2%), y la minoría en Nicaragua (85.8%). En el Caribe Puerto Rico es el país con más feligreses cristianos (96.7%) y, Cuba el de menor (59.2%). Por otra parte, en América del Norte, México es el país que tiene la mayor afiliación cristiana (95.1%), mientras que el Canadá la minoría (69%).

Ahora bien, en la región Centroamérica, Panamá es el segundo país con mayor afiliación al cristianismo (93%). La sociedad panameña es profundamente católica (80.9%) y, en menor medida, protestante (17.6%). Lo que contrasta poderosamente, en términos comparativos, con los demás países centroamericanos, ya que en estos, aunque existe a su vez una mayoría católica, también hay una amplia proporción de protestantes. No obstante, debe señalarse que la evidencia estadística refleja que existen otras religiones minoritarias en el país, como lo son el Budismo, hinduismo, el judaísmo (cada una de éstas con menos de 10,000 afiliados); religiones étnicas (con menos de 20,000 afiliados); y, el islamismo (con menos de 30,000 afiliados). Además, vale la pena señalar, que aunque existe un evidente crecimiento mundial de los sin afiliación religiosa (ateos, agnósticos, etc.), en Panamá estos individuos conforman una minoría (4.8%).

SOCIOLOGÍA DE LA RELIGIÓN

En sociología de la religión existen diferentes perspectivas y enfoques por los cuales es posible interpretar o comprender el fenómeno religioso, ya sea como opio del mundo, manifestación de la conciencia colectiva, etc. Ahora bien, según Émile Durkheim la religión es una institución social estructurada en la realidad social, por ende, posee todo un sistema de creencias e imaginarios que pretenden explicar lo sagrado (concepciones e idearios morales de una sociedad), al tiempo que definen lo profano (cualquiera actividad humanas ajena a lo divino, místico o metafísico). Además, para este pensador sociológico, la religión se constituye en la conciencia colectiva de una sociedad por medio de rituales y prácticas solemnes que los individuos realizan constantemente; produciendo de esta manera, una socialización metódica de la religión como representación colectiva de su sociedad.

De esta manera, si en una sociedad como la panameña existe un amplio porcentaje de cristianos católicos, no solo significa una mayor cohesión sociocultural en cuanto a sus imaginarios morales; sino que ésta sociedad, ha mantenido una pragmática socio-religiosa orientada a los patrones heredados desde la colonia española (herencia hispánica). Por esta razón, hay un porcentaje menor de otras variantes religiosas, ya que esta colonialidad del cristianismo constituyó la piedra angular por la cual se mide y percibe a los demás dogmas religiosos (el mismo fenómeno ocurre en sociedades fundadoras, como la italiana con el cristianismo; la iraní, con el islamismo; la hindú, con el hinduismo, etc.). Esto refleja además, que la sociedad panameña no ha tenido cambios socio-históricos en religión más allá de la colonia y la construcción del canal interoceánico, verdadero impulsor del protestantismo en Panamá.

Por otra parte, y en esta misma línea de ideas, aunque casi toda América Latina refleja una alta afiliación al cristianismo como religión, nótese que países como Uruguay y Cuba, que tienen porcentajes altos de sin afiliación religiosa, son a su vez los más secularizados (educación laica); al igual que muchos países europeos y de Asía con amplios porcentajes de individuos sin afiliados a religión. Así, es posible suponer que la sociedad panameña, al igual que gran parte de Latinoamérica, aún no ha alcanzado un nivel de secularización moderno, en donde el pensamiento mágico-religioso haya sido remplazado completamente por la ciencia, la razón y el nihilismo. Así, mientras que las sociedades seculares reflejan un mayor nivel educativo, además de una amplia división del trabajo, creando de esta forma una solidaridad orgánica, caracterizada por una pluridimensional y relativa conceptualización de las ideas, opiniones e imaginarios de la sociedad; en cambio, una sociedad poco secularizada tiende a una homogeneidad socio-estructural y religiosa más robusta en cuanto a sus idearios sobre su mundo; por ende, tiene una solidaridad más mecanizada, menor división del trabajo. En la sociedad panameña es fácil distinguir las características de ésta última; sin embargo, sería oportuno preguntarse, si este menor nivel de secularización ha sido en verdad un mecanismo peyorativo o, en cambio, positivo para el desarrollo y progreso de nuestra identidad sociocultural istmeña o no.

RELIGIÓN Y CAMBIO SOCIAL

Lo cierto es que si bien el cristianismo se encuentra estructurado actualmente en la sociedad panameña; esta última empieza a modernizarse y secularizarse rápidamente, al igual que sus análogas mundiales. Este proceso de secularización, aunque no determina necesariamente la extinción sistemática de la religión, como el cristianismo, si constituye, al igual que el individualismo, el hedonismo y el consumismo; una plataforma socio-histórica de cambio social que pudiera influir poderosamente en la afiliación religiosa en general. Por esta razón, no debe sorprender que la categoría de los no afiliados empiece a tomar terreno en el panorama religioso mundial. Al punto que, no es arriesgado suponer como proposición hipotética, que a mayor secularización, menor afiliación religiosa.

De esta forma, sería positivo que como sociedad nos fuéramos preparando para el advenimiento de una mundo cada vez más irreligioso; en miras de salvaguardar nuestra identidad como cristianos, sin por ello negar los beneficios de la modernidad.

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