Criterio personal y no técnico primó en el manejo de la UAF

Actualizado
  • 14/11/2014 01:00
Creado
  • 14/11/2014 01:00
La exdirectora Enma Reyes Rodríguez está procesada penalmente

La Unidad de Análisis Financiero (UAF), una de las instituciones cuyo funcionamiento requiere mucho criterio técnico, fue convertida por la pasada administradora en una dependencia en la que el nombramiento de familiares y personas sin capacitación profesional y contrataciones abusivas eran la norma.

Aunque no ha trascendido el monto que pudo haber sido malversado, la exdirectora de la institución, Enma Del Carmen Reyes, es investigada por la posible comisión de delito contra la administración pública.

En el proceso judicial, la exfuncionaria fue indagada el pasado 29 de octubre y dejó en evidencia irregularidades cometidas en la administración de la institución, en el pasado gobierno.

CONFESIONES

En la indagatoria, se hace referencia al pago de la fiesta de quinceaños de la hija de la exdirectora con fondos de la institución, lo que ella niega y alega que eran reuniones secretas. También se reveló que se pagó una plancha de dulce para el cumpleaños de su ‘compañero sentimental’ Abdel Almengor, así como la compra de frutas, corn flakes , jugos, miel y leche descremada para su consumo personal.

También se menciona que se realizaban reuniones después de horas de oficina en la casa de Reyes Rodríguez y en la de su ‘compañero sentimental’ con equipo y boquitas pagadas por la UAF.

La exfuncionaria confesó que durante su gestión contrató a su trabajadora doméstica y a dos hijas de sus primas, sin que, al igual que ella, tuvieran ninguna preparación técnica para desempeñar los cargos.

Además, se divulgó que la exdirectora contrató el alquiler de una pollera para una serie de fotografías promocionales que se enviarían al extranjero y en las cuales ella misma fue la modelo. La contratación incluyó el alquiler de una camisilla y sombrero para el ‘compañero sentimental’ de Reyes Rodríguez.

GESTIÓN ADMINISTRATIVA

Reyes Rodríguez reconoció que durante su gestión contrató de ‘manera verbal’ a su trabajadora doméstica Julis Del Carmen Navarro, por la confianza que le tenía. Lo mismo sucedió con Mariasbell González y Giovan Massiel Mendoza, hijas de primas suyas.

Ninguna de las tres damas mencionadas estaban sujeta a horario, no marcaban entrada o salida, no tenía oficinas y ‘por razones de seguridad del Estado’, no se dejó registro de su gestión.

Enma Reyes Rodríguez también contrató de ‘manera verbal’ a dos personas para su seguridad personal, pues dice que no confiaba en los del Servicio de Protección Institucional (SPI). Estas personas laboraban en su residencia, solamente en horas de la noche, y nadie, ni siquiera el SPI, conocía de sus servicios.

SIN REQUISITOS TÉCNICOS

A la pregunta de qué preparación académica sobre lavado de dinero, delitos precedentes, crimen organizado y blanqueo de capitales tenían estas funcionarias que contrató de manera verbal, la exdirectora de la UAF dio una respuesta tajante: ‘la misma capacidad y conocimiento que tenía yo cuando ingresé a laborar allí, o sea ninguna, o sea uno va adquiriendo esa capacidad a medida que va trabajando’.

En su declaración añadió: ‘no sé a qué seminarios y congresos fueron. Ellas tuvieron muy poco tiempo, iban aprendiendo a medida que iban laborando y que yo les explicaba sobre las leyes y ellas también investigaban a través de internet y las computadoras, sobre temas nacionales’.

REUNIONES Y CONTRATOS

En la indagatoria, la exdirectora de la UAF reconoció que algunas reuniones de la institución se hacían en el área social de su edificio en Costa del Este o en la residencia de su ‘compañero sentimental’,

Por razones de seguridad nacional, la exdirectora de la UAF declaró que no podía revelar quiénes asistían a las reuniones que se hacían después de la seis de la tarde en su residencia con sillas, mesas, manteles y boquitas pagadas por la UAF.

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