Una historia de imponderables electorales

Actualizado
  • 10/05/2019 02:00
Creado
  • 10/05/2019 02:00
Hoy, a cinco días de la realización de los comicios, se espera que la Junta Nacional de Escrutinio divulgue los datos finales. A continuación, un repaso histórico en la realización de este ejercicio democrático

La violencia, el fraude, la diatriba vulgar, no son marca exclusiva de nuestro país. Eso sucede en la mayoría de las naciones del mundo; pero veamos algo de la historia de los ‘combates' electorales en Panamá. Luego de la independencia, los Estados Unidos intervenían en nuestros procesos electorales como árbitros entre los contendientes. Para esos años las elecciones eran indirectas.

El que escruta puede aspirar a elegir

POLÍTICA DE LA MEDIOCRIDAD

Nuestro país ya cumple más de cien años de República. La fiesta ‘democrática' continúa —salvo el lapso de 1968-1978, cuando existía un gobierno cívico-militar—. Actualmente hemos vuelto a las andadas y la manipulación raya en el insulto a la inteligencia. De los sencillos ‘jingles' cocinados en las publicitarias —el maestro fue Tony Fergo— se ha pasado a canciones que denotan una visión muy particular de una clase social, como es el caso de DJ Black. Es la expresión de una mayoría canalla que es inducida a serlo mediante la pobreza cultural, mediocridad, el hambre, represión y la escasa calidad de vida material y espiritual.

Ahora los candidatos se apodan ‘Chuchi', ‘El guapo ben', la ‘Gata bailaora', el ‘Men', ‘Mommy' y ‘Jack el solucionador'.

Pero solo basta con leer el famoso libro ¿Quiénes son los dueños de Panamá? para conocer un poco las ramificaciones familiares de éste o aquel en alguna empresa en particular... Por algo decía Manuel Celestino González: ‘a la juventud se le oculta su pasado, para que no sienta el llamado de la sangre y no luche por su presente o futuro'.

Los diarios registran que el 24 de junio de 1906 se impuso la elección fraudulenta a munícipes del Partido Constitucionalista. La oposición al Partido Liberal fue a sangre y fuego: salieron hombres armados que ultimaron a tres personas. Lo hicieron supuestamente en defensa del gobierno. Una refriega en Santa Ana dejó once heridos. La fecha sería conocida como ‘Domingo Sangriento'.

Al final, los conservadores imponen sus candidatos, en lo que sería la primera expresión violenta de nuestra naciente vida republicana, calcada de las prácticas violentas de Colombia.

Los presos políticos son lanzados a la Escuela de Varones de ciudad de Panamá, un centro educativo devenido en cárcel. La acción represiva se repite en la escogencia de diputados y, finalmente, en la del presidente.

En aquellos años, como confirma Rubén Darío Carles (padre), los jefes de los partidos —inclusive los candidatos presidenciales— surgían por los servicios prestados al partido y por la simpatía popular. ‘En las campañas políticas no había propaganda pagada... Las campañas electorales se desarrollaban a base de la propaganda periodística, y para tal efecto se montaron muchos periódicos eventuales como La Prensa , La Palabra y Los Hechos. Sus directores y cuerpo de redacción lo integraban los más destacados paladines del Partido, pues era la consigna que las ideas debían combatirse con ideas; de allí esas polémicas brillantes y de gran contenido ideológico. Por tal razón, en las columnas de los periódicos no surgía el insulto grosero y procaz.

En la campaña de 1912, que se inició en 1911, donde los adversarios de Porras usaron desde el insulto más procaz hasta la nota irónica y jocosa con intenciones de herirlo, un redactor de Los Hechos , y frente al silencio que mantuvo Porras durante toda la campaña ante la procacidad de los enemigos, en un artículo que tituló ‘Lo que debe hacer el Doctor Porras', expresó: ‘Tanto el insulto, como el ultraje material son: o hijos de la impotencia mental para defenderse de cargos fehacientes, o de la convicción íntima de esos cargos'.

LUCHA POR EL PODER

Durante años, grupos de comerciantes y ganaderos se disputaban el solio presidencial para servir a Estados Unidos, utilizando a la Policía Nacional para reprimir cualquier ‘desorden' o perseguir a los opositores, llegando incluso a aumentar el número de policías para que votaran a su favor. Luego eran despedidos.

El colmo fueron los llamados ‘pie de guerra', que consistía en una pandilla de canallas armados, que asesinaban a mansalva, cobijados impunemente desde los gobiernos de la mal llamada Coalición Patriótica Nacional en los años cincuenta; a estos les respondían los ‘Boinas Negras' del panameñismo arnulfista.

CURIOSIDADES HISTÓRICAS

La primera vez que se utilizó tinta indeleble para marcar un dedo de los votantes —a fin de cerrarle el paso a la repetición del sufragio— fue en las elecciones de 1932

Ese años votaron en el archipiélago de Las Perlas 6 mil ciudadanos, casi todos indios kunas. En 1948 lo hicieron 7 mil; en 1952, ya figuraron 9,727. En 1956 se cometió el escandaloso exabrupto de meter en la comarca Kuna Yala 12,895 votos, cuando el censo no pasaba de 6,340 aptos para votar.

Algo similar sucedió en las elecciones de 1948, cuando en Darién se depositaron 2,511 votos; cuatro años después, en 1952, apareció igual cantidad, pero en 1956 aparecieron 3,940 votos, 1,437 más que en años anteriores, a pesar de que el censo oficial había registrado una disminución de la población de 330 habitantes.

ENTRE JURAMENTACIONES Y GOLPES

Manuel Amador Guerrero tomó posesión de la presidencia en el Parque de la Independencia en 1904; José Domingo de Obaldía, en el Teatro Nacional, en 1908. Dos presidentes lo hicieron en el Estado Nacional: Arnulfo Arias, en 1940, y José A. Remón Cantera, en 1952.

Un hecho insólito sucedió el 9 de mayo de 1951, cuando el primer vicepresidente, Alcibíades Arosemena, asumió la presidencia de la nación y fue juramentado en la sala de redacción del diario La Nación , luego que la Asamblea Nacional ordenara la destitución del caudillo Arnulfo Arias, quien quiso derogar la Constitución de 1946 mediante decreto ejecutivo, provocando todo un movimiento cívico de repulsa los días 8, 9 y 10 de mayo.

Como dato curioso, al mes siguiente tomaba posesión en la Asamblea Nacional como diputado de Colón el indígena de la etnia kuna Mario Porras, afiliado al Partido Renovador —cuyos dueños eran la familia Arias Paredes—.

En 1948, fallece el presidente Domingo Díaz Arosemena, en unas elecciones que contaron con 10 candidatos a la presidencia, a pesar de aún no llegábamos al millón de habitantes. Si bien venció a su contrincante, Arnulfo Arias, fallecería tras tomar posesión en 1949. Su muerte desata una crisis, en la que sus vicepresidente son obligados a renunciar.

Ante esta situación, la Policía Nacional, al mando del Coronel José Remón Cantera, fungió como árbitro entre las fuerzas económicas en pugna: comerciantes mafiosos, contrabandistas y ladrones del erario público nacional en pugna contra los ganaderos e industriales. Previa consulta con la embajada estadounidense, se decide realizar un recuento de los votos. Al final del día, Arnulfo Arias es declarado como presidente.

Otro incidente similar se suscitó cuando el presidente Marco Aurelio Robles es juzgado en ausencia en la Asamblea Nacional, donde los diputados votan por su destitución.

La respuesta de Robles fue ordenar a la Guardia Nacional disolver temporalmente la Asamblea Nacional, acusándola de ‘subversiva'. Todo esto ocurría a escasos meses de las elecciones programadas para mayo de 1968.

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