• 22/08/2019 02:02

Fargo: en Panamá la ficción se vuelve realidad

La justicia no va a agarrar nunca al que pueda sobornar con un par de millones. 

Acabo de terminar de ver Fargo, una serie en Netflix, y me quedé con una impotencia grandísima viendo cómo el mal y la corrupción triunfan.

‘El problema no es que haya personas malas en el mundo, el problema es que existan las personas buenas. Porque, de lo contrario, ¿a quién le importaría?', V. M. Varga. Con esa mentalidad nos han gobernado los últimos años, por eso Panamá ha tocado fondo institucionalmente. También hemos tocado fondo como sociedad.

La indiferencia ante la corrupción se ha apoderado totalmente de los ciudadanos panameños. Se robaron miles de millones, pero aquí nadie fue. Por eso es que Odebrecht vio una gran oportunidad de invertir en Panamá, porque la justicia aquí no agarra a nadie. Porque la justicia aquí en Panamá está tan rota como la puerta de vidrio de la Corte, luego que se dio el veredicto de Martinelli.

La justicia no va a agarrar nunca al que pueda sobornar con un par de millones. Lo repito, todos los presidentes posdictadura, menos Guillermo Endara, deberían estar procesados o presos.

No es cuestión de partidismo o amiguismo, es cuestión de ética.

Las personas buenas siempre se paran firmemente contra lo inaceptable, por eso los decentes nunca serán indiferentes ante la corrupción.

Hay que ser objetivos y repudiar los crímenes, sin importar quién los cometa. Aunque el corrupto sea tu amigo, familiar, copartidario o donante.

Soy de esos que quiere la lista de Odebrecht, caiga quien caiga.

Quiero que el presidente Cortizo se pronuncie sobre sus copartidarios corruptos y la crisis institucional.

Por eso salí a protestar contra la corrupción, contra la Corte Suprema y Procuraduría, respectivamente.

Hoy, Panamá está dividido entre los decentes y los indiferentes a la corrupción; entonces, ¿de qué lado está Ud.?

ESTUDIANTE DE CIENCIAS POLÍTICAS Y PERIODISMO.

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