• 25/10/2017 02:01

El caso La Estrella y El Siglo, La Bitácora...

El dueño de los periódicos, de ser acusado de ser el eje de una organización criminal

Los diarios La Estrella y El Siglo se liberaron de las restricciones impuestas por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Ha cambiado el discurso desafiante, impertinente, soez del embajador de los Estados Unidos a principios de mayo del año 2016.

El dueño de los periódicos, de ser acusado de ser el eje de una organización criminal dedicada al lavado de activos del narcotráfico, ha pasado a ser considerado un hombre patriota, por haber promovido un acto destinado a salvar los medios de información escrita.

Ahora, ese mismo ser humano, vilipendiado hace diecisiete meses atrás, es felicitado por ese mismo vocero, como si aquí no ha pasado nada.

Lo que el señor embajador no ha reconocido es que su discurso ahora ha girado unos cuarenta y cinco grados a lo señalado diecisiete meses atrás. Y pronto, espero, girará los noventa grados necesarios. Aquí se ha señalado que los diarios La Estrella y El Siglo jamás estuvieron en la Lista Clinton y el resultado de la exclusión es producto del desprendimiento del control accionario mayoritario a favor de una fundación privada.

Lo que no dijo el señor embajador, y para refrescarle un poco la memoria, si no lo quiere recordar, es que a ambos periódicos se les otorgó una licencia de la OFAC por períodos determinados y vencieron el 13 de julio del 2017. Si no estaban en la lista, ¿por qué las licencias? Los efectos eran idénticos a cualquier empresa listada. Le cambió la realidad a La Estrella y El Siglo. El gran esfuerzo por resistir que se impusieron como obligación tanto el presidente de los diarios como todos sus colaboradores, es un ejemplo de cómo enfrentar al Ogro Imperialista y debe servir como caso de análisis en todos los ejercicios estratégicos dictados en los cursos de negociación.

Ante una amenaza de esta magnitud, jamás se hubiese logrado nada, si se enfrentara agresivamente al Ogro Imperialista. Se utilizó la misma estrategia utilizada para la recuperación del Canal y sus zonas adyacentes. No hay foro donde no se participó para explicar los efectos de la Lista Clinton y de ser una medida política sobre los medios de comunicación. Se buscó el respaldo de cuanto gremio fuera necesario. Se atendió a todos los foros internacionales donde se pudo presentar la situación de los medios de comunicación. Inclusive, se logró que una misión de la Sociedad Interamericana de Prensa, con sede en los Estados Unidos, enviara una comisión a Panamá para estudiar el caso de La Estrella y El Siglo .

Todos estos factores, unidos a la opinión pública panameña, lograron el cambio de actitud de los Estados Unidos y la búsqueda de una salida decorosa. Esa misma salida no se le ofreció al Balboa Bank, en el que, si bien estaba incluido en la Lista Clinton, el accionista afectado no tenía el control accionario del banco ni ejercía el control administrativo; sin embargo, fue liquidado. A diferencia de La Estrella y El Siglo , a aquel sí se le catalogó como partícipe de alguna forma de lavado de activos del narcotráfico, aunque jamás se pudo detectar esta actividad luego del áudito realizado al mismo.

La resistencia y la paciencia en esperar un resultado positivo, a través de la presión pública e internacional, permitieron lograr la búsqueda de una salida a la situación enfrentada. Hay veces que los panameños no nos reconocemos nuestras propias aptitudes. Sabemos cómo enfrentar al Ogro Imperialista que nos respira cerca de nuestra nuca. Con medios no violentos, nos sabemos defender y así ya reiteradamente lo hemos hecho.

Me llamó la atención la presencia del embajador de los Estados Unidos en esa entrevista junto con Eduardo Quirós en Telemetro Canal 13. Debió ser duro salir luego de diecisiete meses con otra cara y otro libreto. Pero es así, lo entendemos. Siempre, como panameños, hemos estado dispuestos a sostener nuestras relaciones con los Estados Unidos como amigos y aliados. Lamentablemente, cuando el Ogro Imperialista desconoce esa relación, nos enfrentamos innecesariamente.

Este triunfo, esta estrategia por salvar dos medios de comunicación importantes del país, se logró, a pesar del Gobierno. Al Gobierno no se le debe nada. Interesa saber que este pueblo panameño se sabe defender solo y triunfar... a pesar del Gobierno de turno. Eso es lo grandioso de vivir en este país. Mi sueño no es americano. Mi sueño es y seguirá siendo panameño.

ABOGADO

Lo Nuevo
comments powered by Disqus