• 27/01/2024 00:00

El papa, bendiciones a parejas homosexuales (2)

Vivimos en tiempos de grandes desafíos donde nuestras sociedades se están desintegrando ante nuestros ojos. Vemos como los que detentan el poder junto con líderes religiosos están normalizando la desviación homosexual y transexual, vemos como tratan de distorsionar y eliminar la Biblia de nuestras vidas, vemos un creciente resentimiento hacia el cristianismo, vemos una defensa cultural al asesinato de bebés y la eliminación del enfoque sobre honrar a Dios y la Biblia; y ahora nos preguntamos ¿Cómo llegamos aquí? ¿Cómo obtuvieron tanto poder los socialistas, liberales y modernistas? Pues, les dimos ese poder con nuestro silencio, cobardía, capitulación y sumisión.

Como cristianos, es desafortunado ver a líderes de la iglesia, perder de vista la verdadera misión de la iglesia y acomodar el evangelio para apelar a la cultura y a los impíos.

Cuando la iglesia decide hacer alianzas con personas desenfrenadas e inmorales, solo refleja una escandalosa ausencia de discernimiento en un alto nivel jerárquico, que se ha conformado en avanzar el evangelio a través del lobby político y el pragmatismo

El mandato de la iglesia y del papa es ser un modelo a seguir y guiar a los cristianos a brindar honor y gloria a nuestro Creador, particularmente en estos tiempos de profunda desesperación e intentos de huir de las verdades de Dios.

Proverbio 16:6 nos dice: “Es por el temor a Dios que los hombres se apartan del mal”. Nuestra mayor moderación o autocontrol es el temor a Dios.

Pero el papa Francisco está demostrando su heterodoxia al no aferrarse a los valores y doctrinas bíblicas tradicionales de la iglesia. Pareciera que cada vez que habla el Vaticano tiene que convocar una conferencia de prensa para aclarar o distanciarse de sus palabras.

Su heterodoxia es la razón por la que es tan controvertido. No sólo se opone a doctrinas y tradiciones históricas católicas, sino también a la palabra de Dios. Es la razón por la que muchos cardenales y obispos se oponen a él y quieren que renuncie. Sin embargo, muchos ateos, feministas y personas LGBTQ, quienes creen que el papa Benedicto fue lo peor que ha pasado a la Iglesia católica, debido a su estricta adherencia a la Biblia, adoran al papa Francisco y lo ven como una liberación, y que empatiza con ellos.

El papa Francisco es un modernista, un multiculturalista y universalista que básicamente cree que no hay infierno, que todos estarán en el cielo y que todos somos hijos de Dios, lo cual contradice la Biblia. Cuando Jesús confrontó a los líderes religiosos apóstatas de entonces, les dijo: “Ustedes son hijos del demonio. El demonio es su padre”.

Todos somos criaturas de Dios, solo pueden ser hijos de Dios quienes reciben a Cristo y creen en su nombre. (Juan 1:12-13)

Pero esa es la agenda global del papa, unir a todas las religiones y a las personas como hijos de Dios.

Hay un video del papa junto con tres líderes de diferentes religiones tomados de la mano, cada uno con los símbolos particulares de su religión, y proclamó que las diferentes religiones deben poder llevarse bien en una sola religión ecuménica universal.

En 2021, el papa viajó a Oriente Medio y se reunió con algunos de los imanes más radicales de diversas religiones musulmanas y básicamente dijo: “Estamos en términos iguales, sólo en caminos diferentes, y todas las religiones deberían llevarse bien”.

Ese mensaje es claramente falso y una peligrosa desviación del evangelio que aleja a la gente de Cristo y la Biblia.

Está documentado que el pontífice se reunió al menos cuatro veces en el 2022 con varios grupos de transgéneros, y en noviembre pasado, pocos días después de declarar que las personas transexuales ahora pueden ser bautizados católicos y convertirse en padrinos y testigos en bodas, almorzó con un nutrido grupo de transexuales y algunos migrantes y personas sin hogar.

El papa constantemente da señales de cambio de actitud hacia personas LGBTQ, y sus declaraciones y acciones representan cambios doctrinales importantes.

El papa no hace mucho, destituyó al obispo conservador de Texas, Joseph Strickland, por criticar su decisión de buscar formas de acoger mejor a personas LGBTQ+, y por haber dicho que “el papa Francisco en estos momentos no camina por el camino del evangelio”.

Según el obispo Athanasius Schneider, el documento papal, “Fiducia Suplican” que autoriza bendiciones a parejas homosexuales, “dice ambigüedades. Pero los modernistas les encanta jugar con la ambigüedad”.

Sobre esas bendiciones a parejas homosexuales, el papa necesita aclarar su posición para que la gente deje de cuestionarlo. Da tristeza escuchar al papa decir una cosa y los obispos y cardenales decir otra.

Culpo al papa por ser intencionalmente vago en sus declaraciones sobre asunto tan cismático y por dejar un amplio margen para la confusión. Siento que si el papa realmente está entusiasmado y apasionado sobre el tema, no hubiera dejado tanta confusión ni dudas. Al final, su vaguedad dará a la comunidad LGBTQ la oportunidad de torcer las cosas a su favor en foros públicos.

En la Biblia hay una descripción clara de falsos profetas y hombres sin principios que engañan y atraen a la gente hacia su falsa doctrina. Conocen la fuerza de la tentación sexual y del pecado y lo que atrae a las personas que viven en pecado y que no están guiados por la razón, sino, por deseos pecaminosos, por eso les ofrecen sensualidad.

Lamentablemente, había tanta esperanza en el papa Francisco como papa latino, pero luego se convirtió en político y se olvidó de Jesucristo y su papel de líder espiritual. Debería estar proclamando las palabras de Jesucristo, en vez de pontificar sentimientos y deseos personales.

Al convertir a pecadores en víctimas, los alejamos del evangelio, ya que las víctimas no se sienten responsables de las cosas de su vida. Las personas LGBTQ ven a sí mismo como víctimas del comportamiento de otras personas, no del suyo propio. Continuará.

El autor es planificador jubilado
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