Ocho días antes de su reapertura la catedral de Notre Dame de París desveló su nuevo “resplandor” al mundo durante una visita del presidente francés, Emmanuel...
El pasado 30 de octubre de 2019, participé del lanzamiento del libro “Voces de la Historia”, una recopilación de los discursos inaugurales de todos los presidentes de Panamá, desde Manuel Amador Guerrero hasta el actual, Laurentino Cortizo. Ese trabajo se hizo con las publicaciones de periódicos que reposan en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional, fruto del trabajo periodístico de hombres y mujeres que contribuyeron a redactar, diariamente, lo que hoy es nuestra historia, eso me hizo reflexionar un poco sobre nuestra carrera.
Revisando las publicaciones actuales, donde los que escribimos somos profesionales de formación universitaria, me pregunto ¿qué cambió?, ¿acaso la historia diaria del país es solo lo que hacen los criminales y corruptos?, ¿o es que estamos produciendo noticias para vender, como arroz en el mercado, y no para informar?
Hoy, hago una autocrítica y, aunque por ahora no ejerzo el periodismo, es lo que he hecho la mayor parte de mi vida, procurando siempre promover la calidad de la información que se ofrece, con noticias que digan la verdad.
En el Día del Periodista panameño, en memoria de los 101 años del fallecimiento de Gaspar Octavio Hernández, y como homenaje a los buenos periodistas de nuestra patria, respetuosamente les recuerdo el compromiso social, moral y patriótico de informar, no de vender; de hacer un buen periodismo, honrando a la profesión que elegimos, porque el buen periodismo es el que cuenta hechos del presente, que serán historias mañana, serán la historia de la patria.
No quiero criticar a ningún colega periodista, por el contrario, debemos fortalecer el autoestima profesional de los ciudadanos que sirven a su patria informando a la población y que debemos responder únicamente a la verdad y al pueblo, a quien informamos. Recordemos que el periodista, serio y respetable, cuida su buen nombre, porque será la única herencia que tendremos y que la reputación profesional de cada uno va por encima del medio para el que trabajemos, porque ningún periodista se hace del medio, pero el medio se hace del periodismo.
Colegas: tenemos en nuestras manos la capacidad de escribir la historia de este país, la que estamos heredando a nuestras futuras generaciones. Noticia no es solo lo malo que hacen algunos pocos, sino también lo bueno que hacen muchos más.
¡Feliz Día del Periodista!