La economía circular o circular la economía

  • 23/07/2025 23:01

“La materia no se crea ni se destruye, solo se transforma”, frase atribuida a Antoine Lavoisier, químico francés y es la base de la ley de conservación de la masa o materia. Sin ser estudiosos de la estructura y propiedades de los sistemas y los elementos, solo un neófito en cuestiones científicas y axiomas universales, o sin caer en falsas poses de aparentes conocimientos acerca de temas desconocidos.

Sin embargo, el asunto que nos ocupa, tengo ligeras sospechas, están vinculados a aspectos que tienen relación con situaciones de la cual hemos hecho alusión anteriormente y es la relación de producción-consumo-transformación y reutilización. Dicho en otras palabras, la economía circular, según Google: “es un modelo económico que busca la sostenibilidad minimizando los residuos y maximizando el uso de recursos”. En pocas palabras, es ciclo de retorno, regresar al punto inicial de origen, quizás devuelto a la naturaleza de otra manera, a diferencia de la economía lineal que consiste teóricamente en la extracción, producción, consumo y desechar.

El término fue popularizado por el economista Kenneth Boulden en su ensayo de 1966 “The Economics off the Coming Spaceship Earth” donde sostenía que “la economía debe evolucionar hacia un sistema cerrado similar a un ecosistema natural”, agregando que vuelve y se recicla.

Este concepto se introduce por primera vez en 1994 por Gunter Pali y apareció como una sugerencia en la Cumbre Mundial de Ambiente denominada “Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible” (Río+20) en 2012. Dicho informe lo denominaron “La Economía Azul, 100 innovaciones, 100 millones de empleos”.

Posteriormente, en las tres últimas décadas (1990-2020) cobran mayor importancia las contribuciones de la Biomimesis, la Economía Azul, el enfoque de cuna a la cuna (Cradle to cradle) y la idea de Doughnut economic.

El concepto es utilizado por los economistas ambientales David W. Pearce y R. Kerry Turner, en el segundo capítulo —la economía circular— de su libro Economía de los Recursos Naturales y el Medio Ambiente (Economics of Natural Resources and the Environment).

Existe abundante literatura e información sobre el tema. Se ha avanzado bastante al respecto y hay numerosos ejemplos de experiencias prácticas realizadas en nuestro país.

Hace poco se celebró en nuestro país (junio) el Congreso de Economía Circular “Circularis 2025” donde se celebraron varios eventos alternos y uno de ellos fue la firma de un convenio de colaboración conjunta entre la Fundación Bliss y el Ministerio de Ambiente, en donde se comprometen a trabajar en conjunto sobre temas afines, al igual que otras oenegés.

También fue inaugurado un Centro de Economía Circular ubicado en la Ciudad del Saber, en 2024 por la empresa Bliss. Es común observar plásticos de diferentes orígenes y colores, botellas de vidrios y equipo que tritura residuos que no poseen valor comercial, pero que son transformados en materiales para confeccionar otros productos, evitando la proliferación de estos objetos en nuestras calles, ríos, playas, quebradas y diferentes sitios.

Igualmente se toma como referencia la investigación de Andy Espinosa, Economía Circular. Una aproximación a su origen, evolución e importancia como modelo de desarrollo sostenible. En este estudio hace importantes aportes acerca de la cuestión, estableciendo criterios teóricos y técnicos sobre su aparición, evolución y desarrollo.

Recientemente se publicó: “Economía circular. De residuos sin valor a un producto comercial”, suscrito por Tamara del Moral (La Estrella de Panamá, 18/7/2025) en donde expone interesantes aspectos, entre ellas: “el modelo económico tradicional lineal es extractivo y genera desperdicio, en cambio, la economía circular imita a la naturaleza, en donde todo se aprovecha” es disponible durante su vida funcional y con reales posibilidades de reutilizarse. O sea, tratar de prolongar los materiales y productos para modificarse en materia útil de variados artículos.

En el plano local y de acuerdo con el reportaje mencionado, ya se produce o se convierte, con una máquina trituradora, el estiércol animal en compost, biogás para cocinar, biofertilizantes líquidos para plantas y animales, además de “una mezcla de plástico de la basura de las playas, con arena de vidrio, un poco de carbón activado y cemento, resultando en un concreto sostenible”. Además, se están produciendo bloques a base de vidrio y plástico triturado. Todo material susceptible de ser transformado adquiere nueva vida y forma, por decir, obteniéndose objetos de singular cualidad.

Ahora bien, regresando a las concepciones geofísicas, térmicas, así como la entropía y entalpia, las progresiones y leyes físicas, sin hacer prestidigitaciones verbales, juego de palabras, o caso omiso a muchos factores, reformulando el principio de circular la economía en torno a la economía circular, son a mi juicio dos conjunciones del mismo argumento, con ligeras variaciones. No es un trabalenguas, ni mucho menos.

Consideramos que existe un vínculo estrecho entre ambos enfoques, pero no son exactamente iguales de acuerdo con los estudiosos y analistas. Podemos establecer que la economía circular puede definirse como un esquema que pretende mantener los materiales y productos que son utilizados lo más tiempo posible, disminuyendo residuos y maximizando eficiencia en recursos reconvirtiéndolos.

Para el supuesto extremo, que no necesariamente se concibe de manera conceptual lingüístico, dentro del modelo sentido, circular la economía, apunta al dinero, recursos, bienes y servicios que se intercambian entre diferentes agentes económicos en un circuito, tales empresas, hogares y sistemas económicos.

Es un prolegómeno profundo, son avances necesarios.

*El autor es ingeniero agrónomo
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