• 05/03/2024 08:02

La ‘Northern Railway Company’

La construcción del imaginario popular europeo en torno a lo que los inmigrantes del Viejo Continente veían y sentían en el siglo XIX se debe, en parte, a la circulación de tarjetas postales que mostraban escenarios icónicos de Latinoamérica

“Para Europa la tierra latinoamericana fue representada mediante diferentes imágenes. Primero, como tierra riquísima en metales preciosos, abundantes por doquier. Segundo, como tierra virgen y prístina, sin huella de civilización y cultura. Esta conjunción entre riqueza y tierra virgen fue clave para expandir y consolidar el proyecto virreinal primero, y capitalista después, toda vez que la plétora de riqueza inexplorada e inexplotada requería la empresa del hombre europeo” (Parra, 2018).

La construcción del imaginario popular europeo en torno a lo que los inmigrantes del Viejo Continente veían y sentían en el siglo XIX se debe, en parte, a la circulación de tarjetas postales que mostraban escenarios icónicos de Latinoamérica. Sin embargo, la producción autóctona de postales latinoamericanas -representadas por los esfuerzos del panameño Maduro Jr., los peruanos Polack y Vargas, el guatemalteco Valdeavellano, entre otros- impulsó lo que la historia social conoce como tarjetas-testimonio, las que representan hoy un legado esencial para comprender el estilo de vida en las naciones americanas en el naciente siglo XX. Si bien en Centroamérica las tarjetas-testimonio fueron vencidas en las preferencias del migrante por las tarjetas postales artísticas “orientadas a mostrar maquinarias y buques como signo de modernidad” (Raffo, 2024), su valor documental es incuestionable. La reducción de su tiraje fue la victoria del “marketing de consumo” sobre el mensaje social de las tarjetas-testimonio. La modificación de preferencias de los consumidores ¿respondía a cambios de la oferta? Responder afirmativamente significaría reducir a los inmigrantes al papel de títeres del mercado y eso no fue así, la mayoría de ellos seleccionaba las imágenes de las tarjetas postales para tranquilizar a quienes se quedaron en el terruño o para animarlos a venir a un mundo prometedor de bienestar, o simplemente para ilustrarles en qué parte del continente se encontraban. Para ellos ¿qué sentido tenía escoger fotografías que les recordasen las dramáticas circunstancias que acababan de abandonar en el Viejo Mundo? Las tarjetas postales artísticas eran la opción razonable.

Pero ¿qué decir de quienes generaron las postales-testimonio? Con ojos del s. XXI se podría afirmar que lo que impulsaba a Maduro Jr., Polack, Vargas o Valdeavellano era su “compromiso social”, una audaz aplicación de una categoría actual a una conducta -a una descripción visual- del pasado, más aún si estos hombres no eran activistas políticos; entonces, con ojos de finales del s. XIX y principios del s. XX ¿qué sentido tenían las postales-testimonio latinoamericanas? Era la forma de escapar a los estereotipos que se constituían por doquier, era la manera de no perder el sentido de la realidad registrando lo que percibían que pronto cambiaría, en suma, eran los hombres que montaban los peldaños que otros recorrerían para interpretar los hechos.

Si se toma en cuenta lo afirmado por Parra (2018) acerca de que “la modernidad es ante todo una utopía, una narración historicista que establece claras distinciones entre el pasado, el presente y el futuro. Sobre la base de estas distinciones establece las jerarquías, los grados de avance y las metas o los modelos por seguir. De esta manera la modernidad se instaura como una narrativa utópica en la medida en que se articula a imaginarios que permiten apropiarse y reconstruir simbólicamente el pasado, el presente y la proyección del futuro”, es posible afirmar que, de manera intuitiva y personal Maduro Jr., Polack, Vargas y Valdeavellano -a su estilo y en sus respetivos países- evitaron sumergirse en lo que señala Parra y desearon mantener vivo el espíritu de “la otra” Latinoamérica.

Siguiendo a Parra, Camacho (2018) estudió, respecto a Centroamérica, el fuerte impacto de las tarjetas postales de ferrocarriles en el imaginario popular y el papel que jugó en la construcción de este la “United Fruit Company” mediante secuencias bien logradas de la “Northern Railway Company” (la llamada Serie Lehmann, 1899). Lo mismo sucedió con Panamá con fotografías de la “Panama Studio Dockrell & v. Wedel, Bocas del Toro, R. P.” (1908) encargadas por la firma bananera para su divulgación como postales artísticas (Teixidor, 2021, citado por Raffo, 2024).

“La importancia del ferrocarril se destaca por el impacto que tuvo en las actividades del cultivo del banano” (Camacho, 2018). Es la tecnología que se impone sobre la naturaleza dentro de una atmósfera dinámica y efervescente. Se trata de escenas estudiadas y preparadas, muy alejadas de la espontaneidad de los trabajos de Maduro Jr., Polack o Vargas pero que tenían aceptación comercial entre los inmigrantes.

Las tarjetas postales de ferrocarriles funcionaron, en un primer momento, como alicientes para adherirse a una convicción desarrollista, a “una promesa de futuro brillante que la empresa norteamericana anunciaba de manera optimista” (Aguayo 2003), un simbolismo que no evitó la subyacente denuncia reivindicativa y proclamas de soberanía que estallarían más tarde en la región.

El autor es embajador peruano.
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