• 03/11/2008 01:00

Loor a nuestra Patria

Al celebrar la institucionalidad republicana de nuestra Nación, una mirada retrospectiva nos inspira el recuerdo grato de eximios y exti...

Al celebrar la institucionalidad republicana de nuestra Nación, una mirada retrospectiva nos inspira el recuerdo grato de eximios y extintos istmeños que henchidos de ideales libertarios y amor profundo por nuestro terruño ocuparon sitial de honor en la búsqueda de la libertad e independencia. En la galería de la historia del ser nacional ocupan lugar preponderante, entre otros, los Bayano, Felipillo, Quibián, José D. Espinar, Tomás Herrera, Justo Arosemena, Santiago De La Guardia, Pedro Prestán y León A. Soto, para mencionar sólo algunos de los que con acendrado espíritu de panameñidad dejaron huellas inmarcesibles de sana rebeldía y nacionalismo puro.

La luminosa estela de nuestro pretérito legado inspirador del presente, sugiere muchos otros nombres que por razones de espacio omitimos, pero que se confundieron en determinante haz de voluntades al compartir aspiraciones comunes y de identidad. El espíritu indoblegable de los que amaron el esplendor de Panamá, nos obliga a revisar con gratitud y orgullo su aporte a las gestas separatistas e independentistas que abrieron paso al destino nacional.

Por ello, independientemente de los traumas que produjera el nacimiento de la República, ante la avaricia externa que se prolongaba sobre el istmo, justo es reconocer el papel de nuestros Próceres, de la Junta Revolucionaria de Gobierno de 1903; de don Manuel Amador Guerrero, primer presidente constitucional de la República; de doña María Ossa de Amador, de los hermanos Sebastián y Nicanor Villalaz, de Jerónimo de la Ossa y Santos Jorge, quienes identificaron la naciente república con la simbología más hermosa que hoy luce y lucirá por siempre nuestra Patria.

En esta hora de emoción y recuerdos sobre el trillo por la libertad y la soberanía nacional, nos inclinamos reverentes al legado patriótico de verdaderos estadistas, forjadores y defensores de la dignidad nacional, como el Dr. Harmodio Arias, don Roberto F. Chiari, Octavio Méndez Pereira, Juan Demóstenes Arosemena, Ascanio Arosemena, Gaspar Octavio Hernández, Amelia Denis De Icaza, María Olimpia De Obaldía y, entre tantos dignos de mencionar, Ricardo Miró, cuyos versos a la Patria hacen vibrar el alma panameña.

A los panameños de hoy, especialmente a la juventud, signo de virtud y esperanza, que el fragor de esta apretada síntesis inspire vocación nacionalista y patriótica, para que la Patria de Miró y de todos nosotros, aún pendiente de redención en múltiples aspectos, perciba la esperanza de un futuro halagador.

Estamos frente a un torneo electoral que será determinante en el presente y futuro de la Nación, conviene que el próximo 3 de mayo inclinemos nuestra voluntad hacia el candidato que promueve la oposición civilista, para que Panamá consolide el cauce democrático, la institucionalidad y el bien común para todos los panameños.

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