• 20/01/2020 19:02

Memento mori: 'hombre o un Dios'

Nunca han sido más atinadas las palabras del periodista Gerardo Berroa al señalar que “desde Chile hasta México, la convulsión social está en un punto álgido.

Nunca han sido más atinadas las palabras del periodista Gerardo Berroa al señalar que “desde Chile hasta México, la convulsión social está en un punto álgido. Los distintos gobiernos enfrentan una realidad inexorable y deben decidir si siguen como hasta ahora con el subsecuente peligro de que suceda un estallido social.” Estamos en riesgo permanente.

Recordé el taburete, confeccionado de madera y cuero por las manos callosas del campesino panameño, quien en un gesto de patriotismo regaló al presidente de la República de Panamá, Laurentino Cortizo Cohen, para que no olvidara sus orígenes y tomara las principales decisiones en bien de su pueblo, y a favor de su país.

De igual forma analicé recientemente el discurso de López Obrador, en donde rendía cuentas de todas las acciones que había realizado en su primer año de gestión, beneficiando a los más desfavorecidos y combatiendo la corrupción. Y comparé con lo que sucede en Chile, Bolivia, Nicaragua y Venezuela, modelos de gestión gubernamental diferentes y todas en nuestra región y en crisis profunda. ¿Qué nos está pasando realmente? Recordé inmediatamente la frase Memento mori y lo profundo de su significado.

Vino a mi esta frase de origen sabino,  pueblo antiguo que habitaba la Italia prerromana y que desarrolló la práctica de, a través de un siervo, recordar a un general cuando caminaba victorioso las limitaciones de la naturaleza humana, con el fin de impedir que incurriese en la soberbia y pretendiese, a la manera de un dios omnipotente, usar su poder ignorando las limitaciones impuestas por la ley y la costumbre.

Si analizamos las causas, siempre son las mismas, la esencia del ser humano y su incapacidad para controlar y saciar sus deseos de dominar y controlar a los demás unido a ideologías políticas que no han resuelto los problemas de desigualdad en nuestros país.

Memento mori hace alusión a la necesidad que los líderes recuerden la fugacidad de la vida, la importancia de cumplir sus promesa e ir más allá, dejando un legado a las generaciones presentes y futuras. Pero también nos recuerda que debemos cumplir nuestro rol de fiscalizar en cada momento el comportamiento de quienes nos gobiernen y recordarles que son mortales. Estamos a tiempo de corregir el rumbo de nuestro país.

Catedrática universitaria y presidente de CONFIARP
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