• 27/01/2015 01:00

El tema central de la VII Cumbre de la Américas

A lo largo y ancho de Latinoamérica la pobreza es un ‘signo de nuestros tiempos’.

La VII Cumbre de las Américas a celebrarse en Panamá del 10 al 11 de abril próximo, constituye un evento continental de trascendental importancia histórica. Aproximadamente, 35 países estarán presentes en la reunión, y especialmente, la presencia de Estados Unidos y Cuba hace mucho más interesante la referida cumbre porque puede surgir una plataforma para nuevas relaciones diplomáticas y de cooperación social, económica y cultural entre dos países tradicionalmente enemigos.

Por otro lado, el tema central de la VII Cumbre, ‘Prosperidad con Equidad, desafío de la cooperación de las Américas’ me lleva a puntualizar algunos conceptos sobre la realidad que experimentan los países latinoamericanos –incluyendo el nuestro-. A lo largo y ancho de Latinoamérica la pobreza es un ‘signo de nuestros tiempos’. Las desigualdades sociales, la mala distribución de la riqueza, la profunda ‘brecha entre ricos y pobres’. Adicionalmente, gravita sobre nuestros países la inseguridad, la criminalidad internacional organizada, el narcotráfico que nunca ha estado tan activo y vigente como hoy día. Amén de un sistema social individualista, inhumano e injusto, en que los valores éticos y morales se han perdido y vivimos en una sociedad ‘muerta’ en que pareciera que ‘todos estamos contra todos’. La corrupción y la impunidad campea por todos los países y la política se alejó de aquel concepto filosófico de que es ‘el arte de gobernar’ para convertirse en un ‘estilo de gobernar’ donde tiene un gran peso el ‘espesor de las billeteras’ no el servicio al bien común. Existen otros problemas profundos como las constantes agresiones contra el medio ambiente, que por el afán de lucro y so pretexto de una ‘modernización’ nunca han tenido efectos tan devastadores en los países del área.

En el año 2000, convocados por las Naciones Unidas, se reunieron cerca de 140 jefes de Estado y de gobierno de los 191 países, a fin de establecer estrategias en lo que se denominó ‘Objetivos del Desarrollo del Milenio’ y aseguraron al mundo que la lucha contra la pobreza, las pandemias y los atentados hará desaparecerán de la faz de la tierra, en virtud de tan grande unanimidad altruístisca de los países participantes. Resultados, solo retórica, nada de acción. Las enfermedades que habían sido casi erradicadas como la tuberculosis y la malaria han vuelto a atacar a la población de los países, la pobreza se arrastra a los largo y ancho del planeta, el terrorismo, los enfrentamientos, los atentados, los conflictos en cadena, impactan de manera funesta en la vida de los pueblos.

Sin duda, hay preocupaciones, necesidades dominantes no resueltas, pero existe la esperanza de que la VII Cumbre de la Américas permita en debate, el buen juicio, con un sentido y espíritu crítico para que el tema central motivo de este evento nos lleve realmente a comprender que el crecimiento económico y la prosperidad, sin la justicia social, no es equitativa.

ECONOMISTA

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