Blindar el Gobierno

La incorruptibilidad de algunos ciudadanos en los cargos vitales del gobierno es fundamental para enderezar el rumbo del país. Esta característica debe ser tomada en cuenta por nuestro próximo gobernante, siguiendo así el ejemplo del actual Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, cuando señaló que lo que definió su decisión para nombrar al actual secretario de Defensa fue que en su expediente se le definía como un hombre incorruptible. Si en Panamá se blindan los cargos de Presidente, contralor, procurador y los magistrados de la Corte Suprema, así como el director de la Policía, con individuos con una honestidad a toda prueba, tendremos entonces la certeza de que estaremos enrumbando el país por senderos de probidad. De lo contrario, seguiremos de tumbo en tumbo, de escándalo en escándalo; continuará campeando la impunidad y la corrupción en perjuicio de nuestra sociedad. Y es que también está la amenaza de los salvadores, de los mesías, que se aprovechan del descontento ciudadano por los desgreños. La sociedad entonces cae presa de supuestas transformaciones sociales que bien pudieran tener consecuencias impredecibles como ya se ha demostrado en otros países. De allí que el nuevo gobierno debe ser ejemplar e incorruptible. Ojalá que el nuevo gobernante, sea hombre o mujer, tenga presente la necesidad de escoger un equipo cuya hoja de vida esté blindada por la honestidad y la eficiencia.