A falta de liderazgo, diálogo

Desde la invasión estadounidense aquel 20 de diciembre de 1989, ya se hablaba de realizar una Constituyente para reconstruir el país. No se hizo, porque el argumento era que los constituyentes iban a salir, en su mayoría, del partido militarista PRD de ese momento. Hoy cobra más que nunca la importancia de hacer la Constituyente, pero el argumento por la que no la ha convocado el presidente Juan Carlos Varela como fue su promesa, es que los constituyentes saldrán, en su mayoría, de las filas de Cambio Democrático o el partido de Martinelli. Pero la realidad es que no existe un liderazgo lo suficientemente fuerte para llevar adelante este proceso constituyente ni desde el gobierno ni desde los partidos de oposición, ni de gremios independientes, aun cuando todos saben que es el camino correcto, porque el actual sistema político colapsó. Como no existe ese liderazgo lo que cabe es convocar un gran Diálogo Nacional, donde estén representados todos los sectores. Ya existen borradores de Constitución que nos pueden servir de base para ese gran diálogo e, incluso, esos borradores son muy completos. Y es que la actual Constitución permite el control del Ejecutivo sobre los órganos Legislativo y Judicial y ese dominio perverso es el que nos ha puesto en los aprietos en los que estamos. La corrupción campea porque no hay controles y el primer descontrol empieza desde el Ejecutivo. Un ejemplo de ello está en nuestras narices. Una buena fiscalización jamás hubiese permitido que Odebrecht sobornara los diversos niveles de nuestros funcionarios. ¡Hay que cambiar el sistema ya!