• 20/04/2009 02:00

El lastre de una condena

Es costumbre perniciosa y, por desgracia, razón de muchos para meterse a la política dar a los amigos y allegados concesiones para hacer...

Es costumbre perniciosa y, por desgracia, razón de muchos para meterse a la política dar a los amigos y allegados concesiones para hacer obras de interés público. Generalmente, una de las consecuencias de estos hechos es que el ganador presunto de la concesión no resulta un buen negocio para la administración, pero sí para dos particulares, el que se la aprobó y el concesionario. Si, además, se despoja a un tercero que sabe pelear por lo que él considera un derecho ganado, menudo lío se le arma al Estado. Panamá vive el problema de la condena de un tribunal internacional porque alguien fue despojado de una concesión. Ello le está costando al país, cerca de 40 millones, hasta ahora. La deuda sigue creciendo y todos los panameños pagaremos la codicia, la corrupción, la ineptitud y la inercia ajena.

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