Defender Panamá

Los ataques inmisericordes contra Panamá fueron sorpresivos para los panameños. Este país siempre ha sido benevolente, amigo y solidario. De hecho, nuestro escudo dice ‘Pro Mundi Beneficio'. Y, con esa característica de ‘país amigo', hemos levantado toda nuestra economía que, si bien no es equitativa, nos ha colocado en el epicentro del mundo. Este país es estratégico para el comercio mundial, donde hemos hecho florecer un centro financiero internacional, una plataforma de servicios portuarios, de telecomunicaciones, de registro marítimo... Desgraciadamente, los países desarrollado y vecinos han visto cómo nosotros, un país con apenas cuatro millones de habitantes, hemos subsistido a la crisis económica mundial, marcando no solo números positivos en crecimiento, sino un crecimiento envidiable y entre los mejores del mundo. Eso ha hecho florecer los celos y empezaron los ataques. Lo lamentable es que estos ataques tuvieron un apoyo interno que, so pretexto de denunciar la corrupción, lo que han hecho es tirar una bomba atómica en el país. Medios respetables se prestaron para esta infamia y ahora no saben cómo recoger la leche, porque les está tocando sus propios intereses. Lo que queda es defender Panamá. Este país ya sabe jugar a las grandes ligas, pero necesitamos dejar posiciones blandengues y salir a exigir explicaciones a paraísos como Delaware o Reno, en Estados Unidos; los de Inglaterra y exigir a la OCDE que deje su doble moral. Los panameños, sin armas ni ejército, sabemos pelear con inteligencia y eso vamos a hacer, porque no debemos permitir que acaben con nuestra economía.