Peligro del periodismo

E s indudable que el periodismo es una herramienta poderosa que, en alianza con la sociedad, logra frenar abusos y contrarrestar la corrupción. Pero cuando la sociedad se deteriora, todo a su alrededor se deteriora. México ha llegado al extremo de que los bribones, narcotraficantes y malhechores han penetrado los estamentos estatales y hoy es un peligro ejercer la profesión periodística que se paga hasta con la vida. Ya vemos cómo está este problema que vuelve a florecer en Ecuador y Colombia, donde dos periodistas y un conductor fueron vilmente asesinados hace una semana. Pero el problema no es solo en México o Ecuador y Colombia. Brasil también lo sufre, Venezuela ha cerrado los medios críticos que lógicamente influirían a la población contra el régimen chavista. Panamá tampoco escapa de ello. Poco a poco, los ‘malos' están ganando terreno y vamos hacia un descontrol de la cosa pública. Incluso, un exministro y hasta el propio presidente de la República han insinuado la presencia del narcotráfico en los estamentos estatales, lo que significa que ya han penetrado el Gobierno de Panamá. El periodismo hoy solo investiga la corrupción política, muy poco la corrupción empresarial y nada sobre la narcopolítica. Estamos a tiempo de que juntos limpiemos las aguas, porque de seguir los bribones, narcotraficantes y malhechores ganando terreno en la función pública, México será un consuelo.