Arlene Calvo: Información falsa y coronavirus vuelan a la par de un lugar a otro

Actualizado
  • 08/07/2021 00:00
Creado
  • 08/07/2021 00:00
La científica panameña afirma que ha habido fallas graves en la comunicación en tiempos de pandemia. La gente en Panamá se siente regañada
Arlene Calvo, investigadora asociada del Instituto Conmemorativo Gorgas

Después del comienzo de la era de las redes sociales, el mundo, por primera vez, enfrenta una pandemia que genera tanta información que vuela de un lugar a otro, al igual que lo hace el coronavirus.

Pero ¡cuidado!, advierte la doctora Arlene Calvo, una investigadora asociada del Instituto Conmemorativo Gorgas, quien asegura que en los países donde más se comparten las informaciones que aparecen en las redes, es donde más muertes y contagios han existido.

Y sucede más en los países hispanoparlantes, pues indica que las informaciones que aparecen en las redes en español, no son monitoreadas, por lo que gran parte del contenido pudiese ser falso.

Recuerda que en diciembre, la gente en Panamá desconocía que la principal forma de contagio del virus es mediante aerosoles. Pegó el grito al cielo y se puso a investigar y a buscar apoyo para ver de qué forma podía ayudar a comunicar de una manera eficiente todo lo relacionado con el virus.

Acudió a su alma máter, Universidad de South Florida, la cual cuenta con una oficina de comunicación bastante grande en Estados Unidos para buscar ayuda, y el apoyo ha sido importante para toda la región, pues se han hecho estudios con resultados muy reveladores que están ayudando a contrarrestar el virus. Los resultados más importantes están relacionados, precisamente, con el tema de la comunicación.

Es triste, dice la científica, “pero la falta de comunicación eficaz produce más contagio y más muerte, y eso está comprobado científicamente”.

Pide a la población que no comparta toda la información que recibe por las redes, pues el uso descontrolado de la información está causando estragos, sobre todo en Latinoamérica, y Panamá no está libre de pecado.

Usted dijo en una presentación en la Procuraduría General de la Nación que la comunicación sobre la pandemia ha tenido grandes fallas, ¿cuáles son esas fallas?

En salud pública, para lograr ser exitosos en la comunicación de riesgo, es necesario seguir procesos participativos e inclusivos. Por ejemplo, existe una metodología llamada mercadeo social, que, como etapa inicial, incluye un proceso de investigación formativa, donde uno genera información sobre lo que las personas no entienden o qué entienden y cuál es la mejor forma de brindar el mensaje de manera exitosa. En los diagnósticos comunitarios que hemos realizado este último año en Panamá, las personas han indicado que no quieren que las regañen, y que se les explique la situación de la mejor manera.

¿La gente se siente regañada?

Sí. La gente se siente muy regañada y de hecho cuando se dan a conocer los anuncios, lo hacen con regaños, como llamados de atención. Si bien es importante que cada quien tome responsabilidad por su salud, si no se le dan las herramientas necesarias, como la información clara y precisa, eso va a influir en la forma como la ciudadanía responde; y un ejemplo de esta deficiencia es que la gente no está clara en cómo se transmite el virus. En eso no se ha hecho énfasis.

Regañar no es la solución, hay que incluir a las personas en el proceso, escuchar cuáles son las necesidades para poder apoyarlas y que puedan ellas mismas salir de esta situación de manera independiente y responsable.

¿Cuál es la principal forma de contagio del virus a la que usted se refiere?

Existen dos maneras de transmisión del virus. Una, que es a través de algo llamado fomites, que es cuando el virus queda en una superficie, otra persona pasa la mano y se la lleva a los ojos, nariz o boca. De ahí la importancia del lavado de manos. Sin embargo, no es necesario estar desinfectando todos los objetos.

La otra, y es la principal manera de transmisión del virus, es por medio de aerosoles: cuando uno habla, se ríe, canta, estornuda. De ahí la importancia del uso de mascarillas, especialmente, en espacios cerrados. Es mejor estar al aire libre, o con ventanas o puertas abiertas. Incluso al estar en un carro con otras personas, es recomendable abrir un poco las ventanas para que el aire circule.

En julio de 2020, cientos de científicos en el ámbito mundial se pronunciaron para que las autoridades en los países aceptaran y comunicaran que la principal manera de transmisión del virus es mediante aerosoles. Lastimosamente, en Panamá no hemos visto a las autoridades comunicar este punto de una manera enérgica. Nos hemos pasado lavando las latas que compramos en los supermercados y eso es absolutamente innecesario.

Usted ha manifestado que las redes sociales han sido una gran fuente de desinformación en todo este proceso... ¿qué mensaje les ofrece a los lectores para evitar esta situación?

Exhorto a la población a ser un poco más crítica de la información que le llega. La información falsa la mezclan con información verdadera, y por eso los mensajes suenan tan convincentes. Es mejor seguir las fuentes oficiales locales e internacionales, como la Organización Panamericana de Salud o el Centro de Control de Enfermedades, ya que las redes sociales en español no son monitoreadas ni controladas.

¿Por qué hay personas que se resisten a recibir la vacuna?, ¿será que están desinformadas?

Volvemos a lo que he manifestado en el sentido de que la comunicación ha fallado. No se quieren vacunar, porque no se les ha explicado bien mediante una comunicación estratégica efectiva sobre las vacunas, cómo se desarrollaron y sus beneficios. Las vacunas son seguras, se vienen trabajando desde el año 2002, por el brote original de SARS, y esa es la tecnología que se utiliza hoy en las vacunas contra la covid-19. El beneficio de vacunarse es mucho mayor que el riesgo de enfermarse; esto la población lo tiene que entender.

¿Por qué los hispanoparlantes tienden a ser los más afectados por la pandemia?

Por la falta de monitoreo de las redes sociales, por la desinformación, corrupción, manejo político en lugar de técnico de la información, bajos niveles educativos, desigualdad y otros temas sociales y culturales. Muchas veces las autoridades no manejan bien los conceptos, pero los toman como una bandera política, y no se dejan apoyar de profesionales que lo harían sin necesidad de reconocimiento público.

¿Cómo ha afectado la infodemia (uso descontrolado de la información) en el tema del virus a nuestros países?

En mayo de 2020, la Organización Mundial de la Salud declaró a Latinoamérica como el epicentro de la pandemia, y aún no hemos logrado salir de esto.  Ha sido la región más afectada por la crisis sanitaria. Esto está vinculado con la infodemia, pues la información en redes sociales en español, repito, no es monitoreada, entonces, la mayoría de la información probablemente es falsa.

Está comprobado científicamente que en los países donde más noticias falsas se comparten, es donde más gente ha muerto por la pandemia...esto es muy serio.

¿Qué podemos hacer para contrarrestar los remedios milagrosos que salen en las redes y que mucha gente cree en ellos?

Seguir los mecanismos oficiales, no aceptar información que se envía por medio de redes o mensajes personales. Pueden seguir las redes de ciencia en Panamá, Todo Panamá y asistir a los seminarios en línea de Salud Latina USF, que se encuentran en YouTube... eso evitará contagios y muertes...,¡por favor, créanme!

UNA CIENTÍFICA CON EXPERIENCIA
Docente e investigadora de la Universidad de South Florida en la Ciudad del Saber. Investigadora asociada del Instituto Conmemorativo Gorgas.
Nombre completo: Arlene Calvo
Lugar de nacimiento: Panamá
Ocupación: Investigadora
Resumen de su carrera: Cuenta con un doctorado (PhD) y una maestría en salud pública (MPH) de la Universidad de South Florida. Su área de enfoque incluye temas de salud de la mujer, incluyendo cáncer, vacunas, violencia doméstica, y algunas enfermedades de transmisión sexual, como el VIH. En el área de vacunas ha trabajado en múltiples estudios clínicos, incluyendo las vacunas de rotavirus y papilomavirus. También ha participado en estudios epidemiológicos y observacionales relacionados con vacunación. Miembro de movimientos Ciencia en Panamá y Todo Panamá.
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