'La educación debe ser una responsabilidad y prioridad del Estado'

Actualizado
  • 12/04/2021 00:00
Creado
  • 12/04/2021 00:00
Especialistas en educación superior plantean que la educación en Panamá necesita urgentemente mayor apoyo e inversión. Esperan que las propuestas planteadas por la ciudadanía en el nuevo diálogo nacional sean tomadas en cuenta
Especialistas coinciden en que hay que despolitizar la educación para que ésta llegue a todos con igualdad de condiciones.

La educación fue uno de los temas que encabezó la lista de las 186,182 propuestas planteadas por la población mediante la plataforma digital de participación ciudadana denominada Ágora, y que hoy son discutidas en el proceso del Pacto del Bicentenario: 'Cerrando Brechas'. La actual crisis sanitaria amplió aún más la brecha que ya existía en Panamá respecto a la educación, y es que según el Ministerio de Educación, en 2020 más de 57 mil estudiantes no fueron localizados. A esto hay que sumarle el aumento de la deserción escolar de miles de estudiantes panameños por la falta de dispositivos tecnológicos como celulares inteligentes o computadoras para conectarse a clases.

Este año las clases continúan a distancia, pero se espera que para mediados año las clases puedan darse de forma semipresencial, gracias al proceso de vacunación de docentes.

Ante esta realidad, ¿qué estrategias se pueden lograr en conjunto con el gobierno para cerrar las brechas de desigualdad en educación? ¿cómo integrar la educación con otras políticas sociales? ¿qué responsabilidad tiene el entorno empresarial en las políticas educativas? ¿necesitan las universidades públicas y particulares una autonomía más robusta y un mayor apoyo económico del gobierno?

Juan Bosco Bernal, rector de la Universidad Especializada de las Américas, institución panameña de educación superior estatal, mencionó a 'La Decana' que la convocatoria del Pacto Bicentenario 'Cerrando Brechas' fue muy acertada ya que las personas pudieron dar a conocer sus inquietudes, a fin de reducir las desigualdades en cuanto a economía, salud y educación.

“Panamá cuenta con centros educativos que pertenecen al cuarto o quinto mundo. Tenemos que cerrar esas brechas ofreciendo una educación de calidad a todos los niños, niñas y adolescentes de este país. Poner en este país los mejores recursos con que cuenta la nación panameña para hacer realidad ese objetivo de desarrollo sostenible de una educación con equidad y calidad”, reconoció el rector de Udelas.

Enfatizó que los efectos de la pandemia han sido desastrosos porque muchos estudiantes no han podido mantener el ritmo de sus estudios principalmente por las condiciones de pobreza en las que se encuentran y no cuentan con los medios para acceder al conocimiento.

“El gran reto este año es ubicar a cada uno de esos estudiantes que no han sido localizados, buscarle las oportunidades mediante las herramientas tecnológicas pero también los libros y guías físicas que se han entregado para que se sigan educando adecuadamente. Los procesos de motivación, e interacción docente-estudiante, así como una evaluación continua para conocer las debilidades y fortalezas de la niñez en Panamá a lo largo del año escolar es uno de los grandes desafíos que vamos a tener después de esta pandemia”, reconoció.

Expertos afirman que la educación en Panamá necesita cuanto antes una nueva constituyente.

Bernal explicó que somos “un país caracterizado por la desigualdad pese a tener muchos recursos, los cuales no están adecuadamente distribuidos. Estadísticas revelan que la pobreza multidimensional en menores de 15 años representa alrededor del 35% de la población, lo que significa que 1 de cada 3 personas menores de 15 años es parte de la pobreza multidimensional, algo lamentable y muy serio para un país como Panamá”.

Jorge Arguindegui, rector de Aden University, está convencido de que la educación no está a tono con los tiempos, lo que implica modernizar el currículo desde la primera infancia hasta la educación superior y actualizar a los docentes.

El exembajador de Argentina en suelo patrio (2005-2011), enfatizó que en los últimos años han aparecido muchas escuelas y pareciera que la educación pública no está a la altura de las exigencias del mundo moderno.

Igualmente reconoce que la educación fue uno de los principales temas que presentó la población en la convocatoria del Pacto Por el Bicentenario 'Cerrando Brechas', que describió como una excelente iniciativa siempre y cuando se presente un análisis de las propuestas presentadas, se divulguen a la sociedad y que todos comprendan que no se trata de una política partidista.

Educación sostenible

En ese sentido, Bernal resaltó que cada universidad o institución educativa tiene que esmerarse al máximo por ofrecer un servicio de calidad con equidad. “El futuro lo construimos entre todos, pero con el compromiso, esperanza, dedicación, esfuerzo y trabajo porque de ello dependemos para tener un porvenir promisorio para todos y todas en este país”, compartió.

Claudio Endara, rector de la Universidad Hosanna, instó a los gobiernos a no seguir politizando la educación, ya que velar por una educación digna e igual para todos es una responsabilidad constitucional y del Estado. Según el rector de Hosanna urge crear en el país un pacto por la educación y para ello es primordial la voluntad política, “de esta forma lograríamos tener un país con mayor igualdad, porque un país con una educación desigual... es un país en pobreza”.

Aseguró que la iniciativa que crea el Pacto por el Bicentenario ha sido una oportunidad excelente para que el Estado escuche a la población, pero estas propuestas deben ir acompañadas de una nueva constituyente, “porque de lo contrario serán sólo ideas”.

Endara está convencido de que urge brindar una educación de calidad tanto en el sistema educativo público como privado. “Hoy todos nos encontramos frente a la misma situación de la pandemia y el docente ha tenido que actualizarse para poder incorporarse a un mundo que ya venía demandando el uso de las nuevas tecnologías”.

“Aunque las universidades ya venían trabajando en este esquema, lo importante es que no nos podemos cerrar ante esta nueva realidad. El docente tiene que seguir activo y atender a los nuevos cambios que el mundo demanda”, dijo.

Arguindegui, quien también es directivo de Aden School of Government, argumentó que para cerrar las brechas de desigualdad en la educación hay que descentralizar el Meduca, establecer convenios con las empresas tecnológicas, y crear una entidad autónoma que regule la educación superior pública y privada.

“Tenemos que tratar de no hacer diferencias y tanto como el sector educativo público como privado tengan las mismas obligaciones, responsabilidades y derechos. Actualmente las infraestructuras de las escuelas públicas están hechas un desastre y ni hablar el tema de la alimentación y sanidad”, resaltó y añadió que la falta de educación genera muchos costos públicos.

Arguindegui también reconoce que hay que construir una política de Estado que eleve a título constitucional la educación en Panamá. “No se puede estar pausando a la educación cada cinco años cuando cambia un gobierno, sino seguir un esquema educativo que no afecte a la población estudiantil”, enfatizó el rector de Aden.

Fomentar competitividad

En este caso Bernal apuntó que las universidades tienen que cazar talentos, vincularse con los jóvenes graduados de los colegios públicos y privados y así ofrecer oportunidades de estudio de alta calidad. “Las carreras que se ofrecen actualmente en las universidades oficiales tienen que ofrecer los más altos estándares de calidad porque de esa manera nuestros jóvenes en vez de estudiar en otros países pueden quedarse en Panamá recibiendo su formación, lo que garantiza que ese talento trabajará en el país.

En este sentido, reconoció que el entorno empresarial juega un papel muy importante como ciudadanos pero también como receptores de los profesionales formados. “Ellos representan una de las dimensiones con mayor interés en la educación porque sin educación no se pueden formar profesionales con capacidades, conocimientos, destrezas, habilidades y en los valores”, dijo Bernal.

Y añadió: “No solo se forman para la empresa sino para la vida, para la ciudadanía, pero también se forman para el trabajo, así que las empresas tienen el deber de participar junto a los sectores de la comunidad y el propio gobierno en la búsqueda de las mejores opciones formativas de la niñez y juventud de este país ya que aún persiste la desigualdad educativa”.

“Panamá cuenta con mucho talento, pero falta de organización. Necesitamos un ente coordinador de las políticas del Estado y de las instituciones educativas. Somos un país bendecido pero desorganizado”, acotó Endara.

Tanto las empresas como el Estado y las instituciones educativas deberían trabajar en una misma dirección y para lograrlo deben trabajar coordinadamente, dijo Endara.

En ese sentido, Arguindegui coincide en que el sector empresarial debe marcar el camino que le permita a las universidades conocer las necesidades de formación para el entorno laboral y que haya una sinergia con el sector privado y público. “Si la estrella de un buen gobierno es la educación, primero tratemos de educar a los funcionarios que tienen la responsabilidad de gestionar la cosa pública”, recomendó.

Fue enfático al señalar que “hoy no podemos preparar a los futuros líderes con herramientas del siglo pasado, sobre todo con la revolución tecnológica y social con la que contamos en este siglo XXI”.

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