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- 17/09/2019 02:04
Carlos Abadía, exviceministro de Salud, nunca se imaginó estar usando estufas eléctricas y compartiendo cuatro secadores de ropa con el resto de los inquilinos del edificio WaterFalls, en San Francisco, donde reside. Una prueba de hermeticidad en el inmueble determinó la existencia de fugas de gas que pueden causar una tragedia humana si no se subsanan las fallas.
Serán seis meses de incomodidad mientras se instala una serie de tuberías externas y de color amarillo en la infraestructura del edificio para dar seguridad a los residentes del uso del gas, contó Abadía.
Se le siente molesto. Y de su fastidio culpa al Benemérito Cuerpo de Bomberos de Panamá, por no haber jugado su rol. ¿Dónde estaba la oficina de seguridad de los bomberos para evitar que esto pasara?, para verificar el correcto funcionamiento de las instalaciones, se pregunta el afectado.
‘Ellos —los bomberos— no están dando la autorización sobre la seguridad de un edificio a un pedazo de cemento, sino a un ser humano', reclama el exviceministro para llamar la atención sobre la importancia de hacer una inspección rigurosa a una instalación de gas de una infraestructura.
Como Abadía, muchas otras personas en este país pasan por el mismo problema y, probablemente, hasta peor. ‘Hay quienes tienen esperando dos años para que se les solucione esta situación', aseguró el exviceministro.
Nelson Fernández, diseñador gráfico, que reside en una de cuatro torres de edificios en Condado del Rey, no tiene gas desde hace tres semanas. ‘Ya falta poco para completar el mes', añadió.
La administración de su edificio propuso la prueba de hermeticidad por un monto de $85 para cada residente (hay 40 en cada torre).
La prueba fue realmente rápida, explicó Fernández. La misma se realizó en un periodo de diez días. El problema vino después de que encontraron fugas en las instalaciones.
Al igual que Abadía, Fernández tuvo que comprar una pequeña estufa eléctrica para cocinar. Pero tiene problemas para secar la ropa, contó. Ahora debe hacerlo en unos tendedores internos en su apartamento. La ropa, sin embargo, se tarda tiempo para secar y, además, queda con mal olor porque no recibe sol ni viento, narró. ‘Es terrible', dijo.
La situación del diseñador gráfico destapa otro problema. ‘No hay insumos', es la respuesta que recibió de los administradores del edificio sobre el tema.
Un empresario del sector que vende materiales para subsanar fugas de gas explicó a La Estrella de Panamá que la demanda ha sido tan alta que ha sobre pasado la capacidad de respuesta inmediata.
‘Ahora las administraciones de los edificios tienen que esperar hasta que lleguen los materiales porque las cosas no se han hecho de forma coordinada', expresó el empresario que solicitó mantener su nombre en el anonimato.
Una colega que reside en un apartamento en Punta Paitilla pasa por el mismo drama de Abadía y Fernández.
Para ella es un asunto ‘engorroso', además de que tuvo que adquirir dos estufas eléctricas para cocinar, está a la espera de que los bomberos visiten su apartamento para aprobar las modificaciones que requiere hacer la empresa que instalará el gas. Sin eso, no pueden empezar el trabajo. El mismo procedimiento debe hacerse con el resto de los apartamentos del edificio de 50 pisos.
Los bomberos tampoco se dan a basto para resolver todas las inspecciones y/o consultas de los inquilinos, eso, sin contar con las llamadas de emergencia que debe atender este cuerpo de auxilio.
La inspección que se realizó en el apartamento de la colega determinó que tenía fugas subterráneas. La solución en su caso consistió en instalar tuberías aéreas para subsanar las fallas, cosa que no le encantó por la apariencia que deja esto en la cocina. Cada tubería debe estar revestida con gypsum , según el requerimiento de los bomberos.
A esto se le suma que se ha detectado un uso inadecuado de las tuberías. La tubería madre debe ser de cobre para una mayor protección; sin embargo, han habido denuncias de que existen casos engañosos en los que se emplea este material en un inicio, y posteriormente, se termina el trabajo con una conexión a un tubo de policloruro de vinilo (PVC).
Ahora también se ha ordenado colocar tuberías externas en los edificios como una alternativa. Pero, muchos residentes se están quejando de que esto daña la fachada.
Las compañías de gas también forman parte de la cadena de afectados. Ellos han dejado de proveer el servicio a muchos clientes, aseguró Abadía.
‘Las compañías, las administraciones de los edificios, muchas veces en componenda tienen un negociado casi con estas pruebas. Ellos dicen que tu apartamento tiene fugas, para que ellos mismos tengan que realizarte los trabajos de las instalaciones. Hagan las pruebas de gas con alguien independiente también', recomendó un lector de este diario.
Después de la explosión ocurrida en el PH Costa Mare, en Costa Sur, corregimiento de Don Bosco, en mayo pasado, como consecuencia de una fuga de gas, las solicitudes de pruebas de hermeticidad se han duplicado. Los extranjeros y panameños que residen en edificios han quedado alarmados y prefieren prevenir ante una posible nueva tragedia.
Según datos suministrados por el Benemérito Cuerpo de Bomberos, del pasado junio al 31 de agosto de 2019, se han efectuado 791 pruebas de hermeticidad.
Las mismas permiten detectar las fugas en un sistema de tuberías de gas. Estas deben repetirse cada tres años o cuando, por razones de seguridad, se requieran. Por ejemplo, si se experimentan olores a gas o fuga, se debe contactar a un técnico para que revise las instalaciones, explicó Alexander Casasola, del Cuerpo de Bomberos de Panamá.
La prueba garantiza la seguridad de los residentes, clientes, trabajadores de industrias, restaurantes y comercios, explicó Casasola.