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- 01/07/2023 00:00
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Betania se establece como un barrio oficial del área urbana de la ciudad de Panamá mediante Acuerdo No. 70 del 23 de junio de 1960. Sus orígenes datan de la década de 1940 cuando el Banco de Urbanización y Rehabilitación (BUR) y la Caja de Seguro Social (CSS) orientan su programa de viviendas hacia la construcción de casas individuales en baja densidad, cuando hasta ese momento habían ofrecido apartamentos de alquiler en edificios de baja altura, en el centro histórico de la ciudad: las casas de renta de Santa Ana y Calidonia.
El crecimiento demográfico y la migración campo ciudad desencadenó en una alta demanda de vivienda nueva y en mejores condiciones. El crecimiento de la ciudad, además, empezó a ser irregular y precipitado. Ante estas emergencias, el ente público afronta dos formas de crecimiento. La legal e institucionalizada, promovida por el Estado, donde busca erradicar los conjuntos sobrepoblados e insalubres en madera, ofreciendo como salida conjuntos habitacionales en altura de hormigón armado. Otro camino fue controlar y ofrecer una opción ante los asentamientos autoconstruidos como Loma de la Pava, San Miguelito y Boca la Caja. La respuesta del Estado fue la construcción masiva de casas individuales y en hilera.
En la elección del lugar se contemplaron los terrenos de Paitilla por su proximidad a la ciudad a través de la avenida Balboa, pero se dejó como pista de aterrizaje para vuelos particulares. El Gobierno Nacional compró 70 hectáreas de la finca Vista Hermosa, propiedad de José Domingo Díaz, por un valor de US$192.000,00. Para la consideración del lugar, el acceso con la construcción de la carretera Boyd-Roosevelt o Transistmica fue determinante. Los caballos y ganado de estos potreros fueron trasladados a Cerro Azul. También funcionaba en este sector la lechería El Ingenio.
El proyecto de urbanización fue diseñado en 1944 por Guillermo de Roux y Anatole Solow como consultor. El diseño se basa en la topografía y condiciones naturales del terreno, conjunto circular de acceso limitado a vía principal. Para el año 1949 ya se habían construido 612 viviendas, dos unidades comerciales, calles, veredas, sistema de alcantarillado y circunvalación. Se construyeron en total 1.500 viviendas, dos escuelas primarias, un centro comercial, un campo de juego, un centro comunal y una iglesia.
El nombre inicial de la urbanización fue Vista Hermosa, por la denominación de la finca, pero luego se denomina Nueva Vista Hermosa. Luego el BUR organiza un concurso entre los moradores para la escogencia del nombre mediante un plebiscito en 1952. Entre los otros nombres propuestos estaban Villabur, Bastidas y Guayacanes, pero resultó finalmente Betania.
El número y tipo de viviendas estuvo a cargo de Ricardo J. Bermúdez. Las primeras construcciones se hicieron en el año 1946 con las calles principales y las primeras casas dobles o pareadas diseñadas por Stephen V. Arneson, arquitecto contratado por el BUR y recomendado por el National Housing Agency de Estados Unidos. La urbanización se inauguró el 20 de abril de 1947 con 30 residencias. En total fueron seis unidades de dos, tres y cuatro recámaras, destinadas para la venta. Después 48 casas dobles y cuatro sencillas. En total se adjudicaron 111 unidades de vivienda mediante sorteo. Otro tipo de casas fueron las unidades múltiples (casas en hileras), para alquilar a familias pobres que no eran financieramente viables para pagar una vivienda. Con el advenimiento al BUR de la arquitecta Rosa E. Palacio hubo un rediseño de las casas individuales tanto para alquiler como para venta. El mismo trajo consigo mayor amplitud en las habitaciones, pisos de mosaico, mejor ventilación y tendederos de ropa.
Durante la primera experiencia de las casas de renta, los inquilinos no fueron puntuales en sus pagos. En esta nueva experiencia de vivienda individual se ideó un nuevo método para dotar a la clase obrera de viviendas baratas y decentes en cuanto a la oferta y la adjudicación, capacidad de pago y necesidades de cada grupo familiar. Esto con el fin de que el BUR y la CSS recuperasen la inversión para cumplir con los compromisos financieros y continuar el programa de nuevas construcciones.
Este modelo fue tan exitoso, que ha sido copiado principalmente en las periferias norte, sector este y oeste de la ciudad de Panamá. Aún prevalece hasta nuestros días como raíz en cuanto al diseño urbano, tipología de la vivienda (tamaño, forma, características) y modelo de gestión, pero con nuevos actores, pues el Estado ha dejado en manos de desarrolladores inmobiliarios la construcción y promoción de viviendas y a los bancos su financiación, la libre oferta y demanda de vivienda así como su permisividad en el uso del suelo, donde a veces interviene con incentivos tributarios y subsidios.
Posteriormente, también en Betania, con la apertura de la vía Ricardo J. Alfaro (Tumba Muerto), el entonces Instituto de Vivienda Urbana (IVU) –germen del antiguo BUR y actual Miviot– diseña el proyecto de multifamiliares de Santa María, así como también Los Libertadores y el conjunto Tuira y Chucunaque en sintonía con modelos internacionales de vivienda pública y mayor densidad en centros urbanos.