Huecos, baches o alcantarillas sin tapa ponen en riesgo a los conductores que transitan por las deterioradas carreteras de Panamá, bajo lupa con una nueva...
- 02/05/2011 02:00
PANAMÁ OESTE. Con más de 100 años de existencia, el humilde pueblo de Playa Leona, en La Chorrera, se encuentra sumergido en el más increíble de los atrasos, no hay una sola computadora en la que sus estudiantes puedan hacer sus tareas, no tienen farmacia ni tampoco una biblioteca pública, pero los negocios de expendio de licor —con permiso o sin él— son cada vez más.
Aunque el nombre del corregimiento es Playa Leona, existe una diferencia abismal entre este y su cabecera, La Mitra, en donde hay casas lujosas, allí están ubicadas la corregiduría, la Junta Comunal, Infoplazas, Cuartel de la Policía Nacional; hay parques, campos deportivos, agua potable y más.
En cambio, al llegar a Playa Leona, un pueblo de pescadores rodeado de playas, se encuentra un paisaje de pobreza que da la impresión de que se está observando un paisaje en blanco y negro.
Solo existen dos chivas para el transporte de la comunidad, pero trabajan como les da la gana. Hace poco subieron el pasaje a 1 dólar con 25 centavos, los estudiantes tienen que pagar 75 centavos y al que no está a la hora que el carro pasa no le queda otro remedio que caminar hora y media para llegar a su casa.
Contradictoriamente, ahora que la calle está buena pagan más por el transporte, incluso que de La Chorrera a Panamá, que solo es de 90 centavos.
Todavía se observan casitas hechas de madera y zinc, a su entrada un enorme tanque de almacenamiento de agua, que solo abastece a esta comunidad tres veces por semana; sus calles internas son de tierra, posee una escuela que ha tenido algunos avances dentro de sus carencias, una pequeña capilla con el cementerio incluido, tres tiendas y el resto es parrilladas por todas las esquinas.
Sobre la proliferación de negocios de expendio de licor, Humberto Jiménez, director regional del Ministerio de Comercio, dijo que ‘este servidor no ha dado permiso porque ahora todo eso se tramita por medio de Panamá Emprende, donde usted se mete a internet y obtiene ese permiso que vale 325 dólares si no me equivoco’.
Jiménez, explica que sobre el particular existe una gran preocupación de parte de la propia representante de ese corregimiento, Lilia Batista de Guerra, y de ellos como institución porque sienten que el número de negocios de bebidas alcohólicas rebasa la cantidad estipulada por ley, de 1 por cada mil 500 habitantes. ‘Nosotros estamos citando a estas personas y les estamos poniendo multas, porque ellos sacan el aviso de operaciones basados en que es una parrillada, que no es más que un restaurante donde se vende comida y entre ella se puede libar una que otra bebida alcohólica, pero lo que hacen es transformar estos lugares en verdaderas cantinas’, acotó el funcionario.
Anunció que el MICI, como ente responsable del otorgamiento de permisos para este tipo de negocio, realizará operativos y a todos los que sean sorprendidos llevando una práctica contraria a la que la ley les faculta se les van a cancelar esos avisos de operaciones.
La representante Lilia Batista de Guerra manifestó su pesar por la proliferación de negocios de expendio de licor, porque asegura que eso ya se salió de las manos de los ediles, porque con el cambio de la ley hubo varios que se aprovecharon de la situación para venderle el permiso de operación a los moradores de Playa Leona.
Ella calcula que en total existen en la actualidad no menos de ocho negocios de este tipo, incluyendo las dos viejas que había, ‘creo que es un pueblo muy chico porque allí viven como mil personas’.
La representante Batista de Guerra se quejó de la falta de interés de la comunidad en echar ese pueblo hacia adelante y salir de la pobreza en que viven porque, según dijo, no le ha quedado más remedio que trabajar con los niños y jóvenes porque los adultos muy poco se suman.
Dijo que a pesar de todo el apoyo está llegando poco a poco, como es el caso de la carretera asfaltada, que fue respuesta a un clamor de muchos años y lucha del pueblo de Playa Leona, lo cual permitirá que les llegue más ayuda, pero pidió que no pierdan las oportunidades que se les brinda. Adelantó que vienen proyectos muy buenos, pero si no tienen la gente capacitada van a perder las oportunidades, porque ya se han dado casos, como un curso de marinos ordinarios que se impartió por el hecho de que allí existen niños de 10 años que ya manejan una lancha, pero no fue aprovechada, pero asegura que seguirá insistiendo.