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- 04/04/2011 02:00
PANAMÁ. La conspiración PAMAGO dejó secuelas. La renuncia de Italo Antinori de la reformas constitucionales, seis demandas contra el magistrado José Abel Almengor. Simultáneo a estas denuncias, se conoció de la reunión entre dos magistrados de la Corte y Lidio Rancharan, acusado de estafa en Estados Unidos y cuyo artífice fue el propio Antinori.
En un intento por desvirtuar las declaraciones de Héctor Rojas, testigo clave del encuentro Almengor, Antinori, Rancharan en la Corte, Antinori lo acusó de ser informante de la Fiscalía.
Rojas se defiende, con una nueva declaración notariada donde amplía su testimonio y presenta pruebas. Se trata de dos correos electrónicos, inspeccionados por informática forense, enviados por Antinori al señor Lidio Rancharan, donde confirma la reunión con los magistrados de la Corte y cómo sería repartida la cuenta de un millón 200 mil dólares que estaba secuestrada.
Rojas reconstruyó en exclusiva para La Estrella los detalles de la reunión en el despacho de José Abel Almengor en el Palacio de Justicia el 27 de mayo de 2010 .
DESDE DENTRO
Cerca de las 3 de la tarde, Rojas pasó a buscar al señor Lidio Rancharán al edificio Terra Wind, luego fue por el Italo Antinori y de allí partieron a la Corte.
Cuenta Rojas que el paso al despacho de Almengor fue expedito. ‘Llegamos y nos registramos en la recepción de la Corte. De ahí nos pasaron a una sala especial y seguido al despacho del magistrado José Abel’.
No había nadie en la oficina, así que Antinori aprovechó y nos mostró todos los diplomas del magistrado Almengor, era un lugar que conocía muy bien, agrega. Casi media hora después llegó el magistrado Almengor en compañía del magistrado Alejandro Moncada Luna. Almengor se excusó por la tardanza y ‘nos informó que venía de una reunión con el procurador Guissepe Bonissi en el Miramar, porque estaban preparando un proceso penal contra Zulay Rodríguez’.
Nos sentamos. El doctor Antinori hizo un preámbulo de lo que estaba pasando con Grupo Bannorth y la demanda que le había puesto Global Cash de Costa Rica. El secuestro de la cuenta del millón 200 mil dólares y el Amparo de Garantías que había presentado su defensa.
Luego el señor Lidio Rancharan explicó al magistrado su situación y por qué Global Cash le había secuestrado esa cuenta.
Almengor le dijo al señor Rancharan que ya había visto el Amparo, el cual venía ‘bien y a favor del Grupo Bannorth, que trataría de sacarlo lo más pronto posible’.
Rojas aseguró que él y Rancharan estaban sorprendidos por la rapidez con la que aseguraban iban a conseguir levantar el secuestro.
Antinori volvió a tomar la palabra. ‘Me dijo que yo tenía que dar unas declaraciones y tergiversar los correos que me había enviado Zulay Rodríguez pidiendo el pago de sus honorarios’. Rancharan me dijo que siguiera las instrucciones del doctor Antinori que ‘él ya tenía planeado todo con el magistrado José Abel Almengor, que enseñara mi celular para tergiversar mensajes’. Antinori me propuso que atestiguara en contra de ella y dijera que ‘ella estaba pidiendo coimas para pagarle a los magistrados y árbitros, ya que el magistrado Almengor sabía cómo proceder en contra de ella, porque tenía muchos contactos en el Ministerio Público. El magistrado Almegor le dijo a Antinori que arreglara eso conmigo, pues ya él tenía todo listo con Bonissi y no podíamos tardar mucho en presentar la denuncia.
Mientras Antinori planeaba las estrategias, el magistrado Alejandro Moncada Luna miraba. Lo único que decía era que había que presentar las pruebas pertinentes, señala el testigo en su declaración.
Luego de la reunión con los magistrados hubo unas 3 reuniones más donde Italo buscaba convencer a Rojas para que hiciera lo que le pedía. ‘Fuimos a Sanborns de Multiplaza. Antinori me decía que había que denunciar rápido a Zulay pero yo me negué a hacerlo. En esas reuniones Almengor lo llamaba, y él le decía que estaban arreglando todo para presentar la denuncia’.
Pero Rojas no accedía a las pretenciones de Antinori, entonces llegaron las amenazas, según cuenta. ‘Antinori me dijo que si no hacía lo que me pedía me metería preso, porque ellos (Antinori y Almengor) tenían el poder’.
Aún con las amenazas Rojas no cedió, entonces Rancharan, por consejo de Antinori decidió apartarlo del caso.
Este no es el único caso en la Corte en la que Antinori trabaja de la mano de José Abel Almengor, existen otros más, y él tiene las pruebas.