‘Ciencia contra la pobreza’

Actualizado
  • 08/10/2014 02:00
Creado
  • 08/10/2014 02:00
El agua potable llega regularmente a Ipetí-Emberá, gracias al esfuerzo de la comunidad y la ayuda de la UTP y Senacyt

La comunidad Ipetí-Emberá-Chocó, en Panamá Este, está a dos horas y media del centro de la ciudad capital, no hay que cruzar bosques ni cambiar de tipo de transporte para llegar a ella y sin embargo, las condiciones de vida son muy diferentes y distan de ser las más apropiadas.

El agua es la principal preocupación de esta comunidad indígena, como expresó el cacique del Congreso General de Alto Bayano, Jeremías Cansarí, por lo que todos se han visto involucrados con un proyecto piloto de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) financiado por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt).

Gracias a esa iniciativa, Ipetí-Emberá-Chocó hoy cuenta con un sistema de acueducto rural que ellos mismos aprendieron a mantener y a administrar.

La convocatoria pública fue bautizada ‘Ciencia contra la pobreza’ y el proyecto elegido fue el de ‘Introducción de la electrólisis de salmuera para el suministro de agua potable a una población marginada’ del Centro Experimental de Ingeniería (CEI) de la UTP.

ELECTRÓLISIS DE SALMUERA

Desde el 2011, investigadores de ese centro de estudios estuvieron a cargo de la propuesta y puesta en ejecución de una planta de desinfección de agua cuya base es la sal de cocina, que se convierte gracias a electrólisis de salmuera en hipoclorito de sodio, que luego se utiliza para desinfectar el agua almacenada en tanques.

El método de electrólisis de salmuera fue elegido por tener bajos costos de mantenimiento y operación: Requiere como materia prima sal de cocina o agua de mar, y puede ser ejecutado sin mayores complicaciones por la misma comunidad. Además, el sistema instalado por el CEI se maneja con energía solar, generada por paneles conectados a una batería, lo que lo hace viable en lugares de difícil acceso.

PROYECTO PILOTO

El proyecto, que costó alrededor de 60 mil dólares, pretende ser un piloto que podría replicarse en otras comunidades con características y carencias similares a las de Ipetí-Emberá-Chocó.

Tal como explicó el investigador que lo dirige, Néstor Barranco, del Laboratorio de Análisis Industriales y Ciencias Ambientales (LABAICA) del CEI de la UTP, ‘actualmente el proyecto está en su etapa final, que es la transferencia del conocimiento a otras instituciones con el objetivo de que sea replicado en otras comunidades donde se necesite. La inversión de la planta de desinfección de agua tendría un costo aproximado de 6 mil dólares sin infraestructura de acueductos’.

SINERGIA INSTITUCIONAL

Por ello, funcionarios del Ministerio de Salud (MINSA) de la región este, fueron invitados a participar desde el inicio del programa.

El MINSA es la institución encargada de los acueductos rurales de todo el país, mientras que el Instituto Nacional de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN) es el responsable de los acueductos no rurales. No obstante, la entidad no cuenta con un presupuesto fijo para este tipo de proyectos, sino que se licitan individualmente.

‘Ellos son los que al final pueden evaluarlo, porque pueden medir los indicadores de salud’, asegura Barranco sobre el papel del MINSA en el proyecto piloto.

AGUA SEGURA Y ÓPTIMA

Los miembros de la comunidad Ipetí-Emberá-Chocó ‘han visto la importancia que tiene desinfectar su agua’, afirma Barranco y es corroborado por el cacique Cansarí que aduce que ya ‘están viendo los beneficios’ del proyecto.

La calidad de agua luego de ser tratada con el cloro producido en la electrólisis de salmuera es 100% potable, libre de microorganismos y cuenta con los minerales necesarios.

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