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- 12/05/2022 00:00
Channing Tatum (Alabama, 1980) ha hecho su debut directoral, junto al productor Reid Carolin (Magic Mike, White House Down) trayendo a la pantalla grande Dog: Una aventura salvaje (2022) que se estrena hoy en cines de Panamá. La historia basada en hechos reales de amistad y resiliencia en medio de traumas militares nos lleva a ver a Tatum como el exranger militar, que debe llevar a un pastor belga llamado Lulu al funeral de su guía y ex compañero de batalla.
La historia perruna muestra a Tatum como un ácido Jackson Briggs, quien luego de sufrir traumas cerebrales al servir en Afganistán e Irak, es atado con la responsabilidad de movilizar a Lulu, una perrita K-9 entrenada para servir en la milicia —interpretada por tres perros distintos—, desde Fort Lewis, Washington hasta el funeral de su amado dueño en Nogales, Arizona. La cinta con motivo de road trip, hace mucho más que mostrarnos un viaje de adversidades, sino que muestra la expansión del interior de ambos seres a través de distintos escenarios en el pintoresco panorama rural de Estados Unidos.
Hollywood no es ajeno a las cintas de perros, desde Siempre a tu lado, Hachiko (2009), Marley y Yo (2008), Alfa (2018), o Colmillo Blanco (1991), tocar los temas sobre el abandono animal, el rol de estos peludos amigos en la familia y sus peculiaridades en el reino animal ha abierto la puerta a cineastas y guionistas para abordar situaciones un poco más desafiantes que un lindo perro ayudando a su dueño a sobrepasar situaciones difíciles.
Es esto lo que logran Tatum, Carolin y el guionista Brett Rodríguez (Magic Mike) con ‘Dog’, abriendo un compás altamente necesario en el abanico de cintas que muestren la compleja realidad de los soldados y K-9 militares que batallan con Trastorno de Estrés Post Traumático (TEPT) tras sufrir lesiones graves en el campo. Antes de ‘Dog’, la documentalista Gabriela Cowperthwaite, conocida por su documental sobre orcas en cautiverio, Blackfish (2013), hizo un trabajo similar con Megan Leavey (2017), basado en la historia real de la ex soldado del mismo nombre quien sirvió en Irak entre 2003 y 2005.
Tal como Leavy, Briggs es asignado a un K-9 con complejidades causadas por traumas y TEPT, lo que lo convierten en una "unidad altamente agresiva y peligrosa", así como incapaz de servir nuevamente junto a los demás soldados. Es entonces cuando la trama entre ambas cintas se separa, puesto que si bien Leavy aceptó rehabilitar a su K-9, Rex, para acompañarla en más de 100 misiones de desactivación de bombas, Briggs lucha por entender a Lulu, a quien únicamente conoció como la "perra valiente y legendaria" en servicio.
El espejo situado entre Lulu y Briggs puede ser vista como una metáfora que muestra cómo los traumas y afectaciones graves pueden afectar a cualquier ser, no únicamente humanos ni únicamente perros, y de cómo la rehabilitación —así como la unión a seres queridos— es vital para la recuperación de quienes sufren estos cambios drásticos en sus vidas. El lente de Channing y Carolin refleja una realidad de los K-9 con humildad, cariño y calidez, cargada de momentos graciosos y unos cuantos otros que bien pudieran haberse quedado en la sala de edición.
Sin embargo, Tatum se inspiró en su último viaje de carretera con su propia perrita llamada Lulu, quien fue diagnosticada con cáncer en 2018. Tatum contó en una entrevista con Yahoo! que desarrollar la cinta y hablar de verdad de lo que los perros significan y "lo que significan, específicamente, para mí, o para los soldados, o para cualquiera", fue una tarea ardua para lograr aterrizar en la palabra ‘redención’: "Y eso era lo que tenía que aprender", comentó.
Mientras Briggs y Lulu sigue su camino por los desiertos y estaciones de gasolina de Estados Unidos, aprenden lecciones que aportan de reflexión y vulnerabilidad al espectador, tales como la resiliencia de ambos seres pese a sus dificultades físicas y emocionales, o la forma en que aprenden a crear un vínculo especial solidificado por el entendimiento de Briggs de que no tiene por qué permanecer solo y de dar una "segunda oportunidad" a Lulu, lo que "pocos harían".
También hay un lado siniestro en la cinta, en el cual descubrimos una dolorosa decisión que Briggs debe tomar en honor a su promesa tras llevar a Lulu a Arizona. En la nostalgia de su relación con su nueva amiga y al descubrir que esconde más de lo que la agresividad involuntaria le hace ver, vemos cómo Briggs abraza sus propias debilidades, sus matices como hombre y soldado, pero también sus fortalezas como cuidador y amigo, lo que deja ver la atención al detalle tanto frente a la cámara como detrás de ella por parte de Tatum y Rodríguez.
Según las Fuerzas Armadas estadounidenses, más de mil 600 K-9 militares se encuentran en servicio en distintas bases militares alrededor del mundo al servicio de EE. UU. actualmente. Pero, a lo largo de la historia de estos canes entrenados, muchos no han regresado a casa.
El sitio web especializado, Dog Time, durante las guerras, el gobierno de los Estados Unidos a menudo clasificó a estos perros como "equipo militar". "Para los perros que sobrevivieron al combate, no se consideró que valiera la pena tratarlos, enviarlos a casa y encontrarles familias", menciona. Esta problemática se agravó considerablemente después de la guerra de Vietnam, donde sirvieron alrededor de 4 mil perros, 350 murieron en acción y solo 200 fueron devueltos a los Estados Unidos, mientras que el resto se quedó atrás.
A partir de 2013, se promulgó la Ley de Autorización de Defensa Nacional, que permite que las fuerzas armadas transfieran perros retirados a lugares para su adopción y les brinden atención veterinaria, dado que un 10% de perros K-9 militares acaban sus servicios con TEPT.
Historias como Dog, permiten abrir conversaciones sobre las Lulus del mundo, por lo que cuando un personaje de la cinta le comenta a Briggs que "toma cada día y mucho esfuerzo, pero lo vale, y ahora hay alguien más que cuida de mi familia", es un hecho que resuena en miles de hogares tanto en EE.UU. como alrededor del mundo.

Al conocer más sobre Lulu y la fuerte conexión que mantenía con su guía original, Riley (Eric Urbiztondo), Briggs ve en ella la problemática social que enfrentan, siendo estigmatizados por estar lastimados, y aún cuando portan Corazones Púrpuras (insignia entregada por las Fuerzas Armadas de EE.UU. a quienes han resultado heridos o fallecidos durante combate), son tachados como inútiles o incapaces ante la sociedad.
En su cámara, el director de fotografía de la cinta, Newton Thomas Sigel, captura diversos atardeceres de postal occidental, pero también brinda una perspectiva sincera y única de los personajes, dando capacidad al espectador de entender las emociones a flor de piel.
En Dog, Tatum y Carolin han dado un regalo a las Lulus y Rex del mundo, veteranos de guerra que deben ser considerados de la misma forma que sus guías humanos, y han plasmado de forma humana y sin caer en lo grotesco o exagerado, las consecuencias de trastornos mentales en soldados militares tras sus bajas. Sin recurrir a las lágrimas fáciles, la cinta se presenta sincera y con mucho que ofrecer.