'Los espíritus de la Isla', una historia de soledad y amistad en las costas de Irlanda

  • 30/01/2023 00:00
La cinta de Martin McDonagh se presenta como una de las favoritas para los Premios Óscar, vertiendo una historia cargada de humor negro y emociones conflictuadas en las costas de Irlanda
La cinta aún no tiene fecha de estreno para Panamá.

Si alguna vez nos hemos imaginado una historia sobre dos amigos que se alejan por causa de sus diferencias, lo más probable es que no lo hayamos hecho de la manera en que Martin McDonagh, de forma visceral y cruda, plasma la historia del músico Colm Doherty (Brendan Gleeson) y Pádraic Súilleabháin (Colin Farrell), quienes han sido amigos por gran parte de sus vidas, sin embargo, esto llega a su fin cuando Colm decide que Pádraic es muy “aburrido” y quiere pasar el resto de su vida componiendo música y logrando sus metas.

En la historia vemos lo que realmente significa “crecer apartados” para el dúo de amigos, en donde Colm decide empezar a verter su atención y energía en sus pasiones, lejos de la vida estacionaria de Pádraic, quien parece estar atascado en una rutina de despertar, ir al pueblo a tomar en su taberna favorita, apasentar a su burra mascota llamada Jenny y vivir con su hermana, Siobhán (Kerry Condon) sin ninguna pasión real a la vista más que cuidar de su ganado.

Bajo la presión que presenta perder a su mejor amigo, Pádraic decide que no dejará que Colm se aleje: lo sigue en cada momento, crea estrategias para encontrarse con él en la taberna, lo visita en casa. Pero sus intentos de reparar la amistad prueban ser inútiles y frustrantes para Colm, quien recurre a medidas drásticas para dejar en claro su distancia de Pádraic.

Con rasgos de un drama psicológico y un thriller —pero sin comprometerse realmente con uno de los dos—, Los espíritus de la Isla es el reflejo de la idea de McDonagh de crear una historia que pareciera sacada realmente del recuento del final de la Guerra Civil Irlandesa a finales de 1923, donde se ambienta la cinta. En este recuento ficticio se une la mirada profunda a la soledad y la dependencia emocional, así como el miedo y la depresión, emociones que poco se muestran abiertamente en personajes masculinos protagonistas en el cine.

Tanto Farrell como Gleeson han apuntado nominaciones dentro de los Óscar.

“Desde el comienzo busqué capturar la tristeza y la soledad de la ruptura de una relación, y describirla de la manera más sincera pero triste posible”, comentó el director en una rueda de prensa. “Creo que cuando el personaje de Brendan hace la amenaza de los dedos, ahí es cuando el peligro y los aspectos de un thriller empiezan a estar presentes”.

Mucha de la química entre Farrell y Gleeson en la pantalla viene de su trabajo juntos en la cinta de McDonagh, In Bruges (2008), donde habían compartido como coestrellas. Aún así, la temática de este nuevo proyecto raya en las diferencias entre ambos personajes como pilares destructivos para la relación entre ambos y sus propias vidas.

Filmado en Irlanda, la mística y ficticia isla de Inisherin proyecta una realidad de la época muy clara, desde el vestuario de clase trabajadora, los auténticos sombreros, hasta las pintas de Guinness mostradas en cada mesa, la isla captura el paso del tiempo como en drama histórico, donde cada persona llega a su inevitable destino al final de las casi dos horas de duración de la cinta.

Asimismo, toques de magia, leyendas y muchas noches en vela —y otras acompañadas por violinistas de folk propio de la cultura irlandesa— llenan la historia entre Pádraic y Colm, mientras que también traen consigo a la hermana de Pádraic, Siobhán (Kerry Condon) y el joven atormentado, Dominic Kearney (Barry Keoghan), quienes aportan su propia línea narrativa llena de arrepentimientos y confusiones que pintan de aún más tragedia melancólica a la cinta.

La cinta fue escrita como una leyenda dentro de la historia de la Guerra Civil Irlandesa en 1923.

Cabe destacar que Los espíritus de la Isla es una cinta que atrae a su propio público, brindando un ambiente característico de aquellas cintas de taller que pasaron mucho tiempo llegando a gestarse y son proyectadas como una obra de arte, con diferentes colores, trazos y texturas, dejando algunas cosas a la vista, pero otras ocultas en lo abstracto de las situaciones que encierran a los personajes.

Algunos podrán llegar a entender las razones de la disputa entre Pádraic y Colm, puesto que es parte del encanto de Farrell en su rol ser un poco molesto. Pero mucho de lo que encontramos en la cinta de McDonagh se sienta en las reacciones y no en el diálogo. Hay espacios vacíos de voz, pero llenos de miradas, música y planos hacia las grisáceas playas irlandesas en medio del invierno, lo que da un espacio reflectivo —y hasta detectivesco— de lo que piensan los personajes y su forma de responder ante los problemas que afrontan.

“Creo que permitirles un espacio entre líneas hacer ver que gran parte de la película trataba sobre las reacciones a lo que decía la otra persona, pienso particularmente en la reacción de Colin Farrell cuando escucha que su amigo ya no lo quiere. Sabes, eso es algo horrible y doloroso de escuchar y luego simplemente salir de la habitación, pero él no tiene una línea de inmediato para decir. Reacciona a eso durante unos 10-20 segundos y el dolor y la tristeza que atraviesan su rostro son prominentes”, comentó McDonagh a La Estrella de Panamá.

“No creo que nadie aparte de Colin Farrell pueda aportar ese tipo de sensibilidad y humanidad a ese momento y Brendan también tuvo muchos momentos así en la película”, continuó, “Incluso pienso en esa misma escena cuando está siendo muy, muy duro justo antes de dejar la mesa, puedes ver en sus ojos que realmente no quiere hacer esto. El amor todavía está en algún lugar dentro de él. Y creo que es el hecho de que a esos dos actores no les importa traer una completa vulnerabilidad a sus partes lo que les da más vida, ya sabes, algunos actores simplemente serían más fríos o más 'Alfa' de alguna manera, pero a ellos no les importa mostrar debilidad y amabilidad y creo que eso es importante en un actor”.

Todos los actores dentro del reparto son de origen irlandés.

Para quienes reconozcan las señales de una ruptura amorosa, encontrarán distintos guiños en la narrativa de McDonagh con altas dosis de drama y automutilación, pero similares a un verdadero corazón roto y las costras emocionales que surgen al intentar salir de la etapa de odio y resentimiento hacia la aceptación y la sanación. Es junto con la partitura y arreglos musicales de Carter Burwell, que evocan tiempos idílicos, que encontramos una dicotomía interesante entre la esencia de los personajes y lo hacen en la pantalla.

En los Premios Óscar

Pese a su intricada historia, la cinta ha reclamado 9 nominaciones a los Premios Óscar que se realizarán este 12 de marzo, y es una de las favoritas a llevarse el premio a Mejor Película. Entre sus nominaciones se encuentran: Mejor Director, Mejor Montaje, Mejor Película, Mejor Actor (Colin Farrell), Mejor Actriz de Reparto (Kerry Condon), Mejor Actor de Reparto (Brendan Gleeson y Barry Keoghan), Mejor Guion Original y Mejor Banda Sonora Original.

La cinta compite con otras como Todo en todas partes al mismo tiempo, The Fabelmans, Sin novedades en el frente, Elvis, y Tár, sin embargo, se presenta como una opción fuerte para obtener la estatuilla por la mayoría de sus nominaciones. También rompe récords para una producción irlandesa en la historia de los Óscar, tomando en cuenta las nominaciones para Mejor Corto de An Irish Goodbye, y a Mejor Película Internacional (The Quiet Girl) que también dejan en alto al país.

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