'La peste del insomnio', el retrato del presente con las palabras de Gabriel García Márquez

Durante 50 días, más de 30 actores y actrices se reunieron virtualmente para llevar a cabo el nuevo cortometraje del director venezolano Leonardo Aranguibel La peste del insomnio, basada en diversos escritos del Nobel de Literatura colombiano. El cortometraje de tan solo 15 minutos narra la historia –pasada y presente– de una pandemia que obliga a todo el pueblo de Macondo a entrar en una cuarentena total para tratar de escapar de la enfermedad del insomnio, infructuosamente.

Al principio, el protagonista asignado, José Arcadio Buendía –quien figura como fundador y líder de Macondo– toma con ligereza las predicciones de la india Visitación, quien reconoce los síntomas mortales de la enfermedad y los comunica al pueblo. “Si no volvemos a dormir, mejor, así nos rendirá más la vida”, narra el actor argentino Ricardo Darín, dando rienda suelta a la historia que a través de lecturas e imágenes retratan la realidad de diversos países en medio de la pandemia por la covid-19.

La decisión de utilizar los recursos literarios –mayormente la obra de Gabo, Cien años de soledad– para entretejer las emociones de los intérpretes y a la vez atraer a los espectadores, nació de la admiración de Aranguibel hacia el maestro periodista colombiano: “Aprendí a leer con los libros de Gabo, principalmente con El coronel no tiene quien le escriba, que fue el primero que me regaló mi tío Luis Brito”, explicó en una conferencia de prensa. A Brito se le dedica el cortometraje, como pilar en la vida del director venezolano.

En vez de crear un nuevo guion para reflejar el momento de preocupación que atraviesa el mundo, el cineasta se apoyó en lo que ya García Márquez se había imaginado hace décadas, y su fijación por las pestes, pandemias y tiempos difíciles dio luz al proyecto auspiciado por la Fundación Gabo. Desde México, Argentina, España, Brasil, Chile, Cuba, entre otras naciones, decenas de personas se unieron para hacer una obra de arte innovadora que puede encontrarse en el sitio web de Fundación Gabo (fundaciongabo.org).

Con la llegada de la peste del insomnio, los habitantes de Macondo perdían no solo la capacidad de dormir, sino de recordar sus nombres, identidades, pensamientos y utilidades de lo que les rodeaba, hasta entrar en un estado de muerte y olvido profundo. Dentro de los cortos minutos de la cinta, la música y el arte visual transportan al espectador a una realidad alternativa, llena de similitudes y diferencias entre lo que es y lo que podría ser en el imaginario de Gabo.

Pero si bien el cortometraje nos muestra un pueblo “fantasma”, la luz al final del túnel oscuro de lo desconocido sale a relucir con el elixir de la memoria, aquel que permite a los habitantes “resucitar” y poder volver a recordar quiénes son y la esencia de sus vidas que yacían perdidas tras el azote de la peste. “El objetivo de realizar este cortometraje es transmitir un mensaje de esperanza”, anotó Aranguibel, “que las personas recuerden que el sol saldrá de nuevo, siempre lo hace”.

Entre los actores y actrices que prestan sus voces a la narración se encuentran: Marcela Mar, Andrés Parra, Manolo Cardona, Julián Román, Maricela González y Ana María Orozco (Colombia); Ricardo Darín, Adrián Suar, Leonardo Sbaraglia, Lorena Meritano, Carla Quevedo, Gustavo Garzón y Flor Raggi (Argentina). Desde México: Dolores Heredia, Damayanti Quintanar, Héctor Bonilla, Gabriela Roel, Leticia Huijara e Irán Castillo; Rebeca Alemán, María Alejandra Martín, Iván Feo, Javier Vidal, Julie Restifo y Mariaca Semprún (Venezuela); Paulina García, Benjamín Vicuña, Luis Gnecco y Francisco Reyes (Chile). Junto con las apariciones especiales de Alicia Braga (Brasil) y Yoandra Suárez (Cuba).

Cada uno trae su propia interpretación, ya sea desde una habitación o un jardín, a través de un espejo o junto a su mascota, las palabras que vuelan y parecen querer traspasar la pantalla se impregnan en los sentidos del espectador, conectando de manera profunda con sus emociones, de la mano de un trabajo musical excepcional creado por el compositor Sergei Grosny.

“En momentos tan oscuros ahora mismo, leer los escritos de Gabo nos devuelve la esperanza que reside en el arte, sin importar lo que suceda a nuestro alrededor”, expresó la actriz brasileña Alicia Braga durante la conferencia. “Saber que pude formar parte de este proyecto que se transformó en luz es más de lo que jamás habría podido imaginar”, agregó.

Para cuando llegamos al final de la montaña rusa de emociones que proporciona el cortometraje, la reflexión principal condensada en las palabras de Gabo, arrasa con compasión entre letras y sonidos cautivadores. “Cuando vi el primer corte con todo el montaje, lloré”, expresó el cineasta venezolano, “he hecho muchos proyectos en mi vida, pero en este la suma de elementos, imágenes, música, los actores y la elegancia de la composición total me llevó a sentir una tormenta perfecta de emociones, lo que espero que sienta la audiencia”.

En homenaje a la vocación de García Márquez por el arte y la colaboración latinoamericana, La peste del insomnio fue un proyecto altruista del cual ningún artista o miembro del equipo técnico, ni siquiera Aranguibel, recibió pago por su participación. El cineasta confirmó que cada artista aceptó formar parte del rodaje a distancia –realizado por cada uno en sus hogares con teléfonos o cámaras personales–, y apoyaron en cada parte del proceso.

“Así como al final Macondo recobra su memoria, así espero que recobremos nuestra luz, después del bicho que nos acongoja”, indicó el diseñador de sonido Nerio Barberis, quien tuvo la oportunidad de conocer a García Márquez antes de su fallecimiento en 2014. “Fue un hombre humilde, extraordinario para las conexiones, y es hermoso hacerle un homenaje como este, donde se vuelca su vocación por el arte latinoamericano y la colaboración entre sus habitantes”.

“Este proyecto nos ha convocado a la razón primogénita de por qué hacemos lo que hacemos”, dijo Barberis, “la razón que nos mueve primeramente a hacer lo que nos apasiona y debemos defenderla incluso dentro de la profesión”. Pese a que cada artista grabó sus frases dirigidas por Aranguibel en sus hogares, el realismo sin pulir del producto final da el toque de esperanza que se esconde entre las palabras de García Márquez.

Así como un personaje regresa a la vida tras no soportar la soledad del aislamiento, el cortometraje nos muestra una salida que pronto conoceremos, lejos de la angustia, donde se apreciará más que nunca la creación colectiva. “La historia de la peste es relevante en estos momentos, pero de la manera en la que aprendemos que dándonos la mano, entre todos logramos vencer la dificultad”, señaló la productora Silvia Durán, quien reclutó a algunos de los artistas presentes en el cortometraje, “era imposible negarse a la luz de esperanza que todos necesitamos”.

“La peste del insomnio' es un producto como pocos los hay en la industria cinematográfica latinoamericana, lleno de realismo, emociones crudas y un reflejo de la naturaleza humana capaz de salir a la luz aun en medio de la desesperación con elegancia y franqueza, al puro estilo de Gabo”.