Construir redes de apoyo para sostener la lactancia

La asesora de lactancia Carla Seijas destaca la importancia del acompañamiento a las madres para superar las dificultades al amamantar

Del 1 al 7 de agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, este año con el lema “Construyendo sistemas de apoyos sostenibles”. La campaña busca visibilizar los pilares necesarios para que las madres puedan amamantar de manera exitosa y prolongada, no solo desde la voluntad individual, sino desde un ecosistema que involucre a la familia, el personal de salud, el entorno laboral y la sociedad en general.

Carla Seijas, consejera de lactancia, visitó La Estrella de Panamá para conversar sobre los pilares fundamentales que permiten que las madres sostengan la lactancia: el apoyo familiar, médico, laboral y social.

Con una experiencia de varios años acompañando a mujeres en sus procesos de lactancia, Seijas insiste en que el apoyo debe comenzar desde el embarazo. “Cuando una mujer queda embarazada, lo primero que hace es contárselo a su círculo más cercano: mamá, esposo, tías, abuelas. Ese mismo grupo, que será el primero en acompañarla en el posparto, debería estar formado e informado sobre lactancia y salud emocional”, afirmó.

“A estas mamás que tienen la voluntad de dar lactancia materna, que ya conocen todos los beneficios, siempre les digo que deben invitar a sus familiares a formar parte de los cursos, capacitaciones, o compartirles videos en YouTube. Porque cuando estás en el posparto, en una etapa tan vulnerable, es importante que ellos te sepan guiar y apoyar, que te den una palmadita en el hombro y te digan lo estás haciendo bien”.

“¿Qué pasa cuando esos familiares, por ayudarte desde el desconocimiento, ven que tienes dificultades? ¿Qué herramientas tienen? La fórmula. Esa es la primera. Entonces, si esa mamá tiene buena producción y solo necesita corregir algunos detalles, lo recomendado es que el familiar diga: ‘Vamos a buscar un grupo de apoyo gratuito, una consejera de lactancia privada o ver videos juntos para superar esta dificultad’. Por eso el apoyo familiar desde el embarazo es superimportante”, recalcó.

El apoyo del personal de salud

Para la consejera de lactancia, el papel del personal de salud es fundamental. “Por más apoyo familiar que tengas, si el pediatra o ginecólogo te dice que no estás haciendo bien la lactancia, tú le crees. El ginecólogo debería darte información, grupos de apoyo, recursos desde el embarazo. El pediatra debe tener empatía, estar actualizado, y si no puede ayudarte directamente, al menos debe saber referirte a una consejera”.

El rol de la sociedad

“Es clave. Recuerdo una señora que me dijo mientras amamantaba en el parque: ‘Esa leche ya es agua’. Yo tenía conocimiento y no me afectó, pero a una mamá primeriza sí podría desmotivarla. La sociedad debe informarse o abstenerse de opinar. El apoyo es clave”, relató Seijas.

El regreso al trabajo

La consejera hizo hincapié en que las madres que logran continuar su lactancia al regresar al trabajo son más felices y productivas. “Se ausentan menos porque sus bebés se enferman menos. Una madre que amamanta segrega oxitocina, la hormona del amor, que la hace más feliz y sociable. Y una trabajadora feliz es una mejor colaboradora. Así que los empleadores deben saber que apoyar la lactancia es una inversión, no un gasto”.

Sobre el tiempo de licencia de maternidad, Seijas dijo que en Panamá es muy corta. Muchas vuelven a las ocho semanas. “Por ley, la madre tiene derecho a una hora para extraerse leche. Puede dividirla según sus necesidades. Pero solo el 50 % de las empresas tienen salas de lactancia. Aun así, hay formas de extraerse en una oficina, en la cocina (fuera de horas de comida) y usar un bolso térmico con hielo casero. En YouTube tengo videos que explican todo esto paso a paso”.

Acerca del banco de leche, recomendó comenzarlo un mes antes de volver al trabajo. “El primer mes es caótico, así que después del día 30 es buen momento para iniciar. Así, cuando regreses al trabajo, ya tienes una reserva”.

Mitos alrededor de la lactancia

En sus asesorías a madres lactantes, Carla Seijas ha escuchado todo tipo de mitos transmitidos de generación en generación, especialmente por familiares bien intencionados, pero desinformados. “Podría escribir un libro con todos los mitos que me han contado”, comentó. Uno de los más frecuentes es que cargar al bebé “demasiado” lo mal acostumbra. “Una vez, una abuelita le dijo a su hija, con el bebé de apenas 12 horas de nacido: ‘No lo estés cargando tanto porque se mal acostumbra’. Yo le respondí con cariño: ‘Abuelita, acaba de nacer, necesita el calor de su mamá. Eso favorece la lactancia”.

Otro mito común es que la leche “baja” recién después del cuarto día del parto. Seijas aclaró que desde el nacimiento, el bebé cuenta con el calostro, una leche espesa, amarilla y altamente nutritiva que cubre sus primeras necesidades. “Solo necesitamos poner al bebé al pecho desde el inicio y brindarle apoyo constante a la mamá”.

Una de las dudas más comunes entre las madres es cómo saber si el bebé está comiendo lo suficiente, dado que no se puede medir la cantidad exacta como con un biberón. En este caso, la consejera recomendó observar señales como la cantidad de pañales mojados: uno el primer día, dos el segundo, y así sucesivamente, hasta alcanzar unos ocho pañales al día para la primera semana. También deben observarse las evacuaciones, que cambian de color y textura: del meconio negro al verde, y luego al amarillo mostaza.

Asimismo, desmintió que a partir de los seis meses la leche materna ya no alimenta. “Por algo la Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia exclusiva hasta los seis meses y luego complementarla hasta los dos años o más. La leche no se convierte en agua. Sigue aportando nutrientes, defensas y afecto”.

En esa misma línea, Seijas advierte de que antes de los seis meses no se debe darse agua al bebé, ya que la leche materna está compuesta en un 80 % por agua, suficiente para mantenerlo hidratado. Además, el agua mal manipulada puede representar un riesgo sanitario, y al llenar su estómago, el bebé podría rechazar la leche materna, perdiendo así los beneficios de este alimento completo.

Carla Seijas
Consejera de lactancia
Una madre que amamanta segrega oxitocina, la hormona del amor, que la hace más feliz y sociable. Y una trabajadora feliz es una mejor colaboradora. Así que los empleadores deben saber que apoyar la lactancia es una inversión, no un gasto”.
Lo Nuevo