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- 18/02/2019 01:00
Desde que se dio a conocer a través de las redes sociales, el chorro La Silampa se ha convertido en uno de los atractivos ecoturísticos más visitados del corregimiento de Chitra, en el distrito de Calobre, Veraguas.
Sus profundas aguas color turquesa rodeadas de una pared rocosa hacen de este lugar una piscina natural. Sin embargo, para llegar a este ‘mágico' sitio hay que caminar alrededor de hora y media (según la condición de la persona) entre potreros verdes, cerros pedregosos y empinados, además de muchísimo viento, el cual ayuda a que el sol no abrace tan fuerte la piel.

‘La mejor temporada para visitar La Silampa es durante la época seca, cuando los tonos azules y turquesa son más puros', señaló Rigoberto Urriola, guía turístico de la localidad.
Durante la travesía organizada por la Autoridad de Turismo de Panamá, Urriola, nos comentó que existen tres rutas para llegar a La Silampa, nombre que le colocaron los lugareños al sitio que según cuanta la leyenda, hace años en este lugar salía una criatura por las noches con apariencia de una mujer con túnica blanca que sobrevolaba los caminos y campos despoblados.
Hoy la historia es otra, puesto que cientos de personas, tanto nacionales como extranjeros, acampan en las planicies del lugar para apreciar este espectáculo de la naturaleza o si de paso se encuentran con la criatura paranormal.
Para Urriola es de suma importancia que el visitante coordine el viaje con un guía turístico, que tenga buenas condiciones físicas y, de ser posible, contacte a un bombero o personal de protección civil para que pueda brindarle los primeros auxilios en caso de algún accidente, ya que el tramo es bastante pesado por la gran vegetación y las colinas empinadas.
Una vez emprendes, la ruta se hace amigable, principalmente porque la brisa no deja de soplar. Con lo primero que te encuentras es con pedregosas quebradas, ganados rumiando el verde pasto y pocas personas cosechando frutas y hortalizas en sus fincas.

La cascada Las Mesitas es la primera en la vía e invita al visitante a tomarse fotos de postal. ‘Se le llama Las Mesitas porque tiene varios chorritos en forma de mesa', comenta Urriola. ‘Este chorro posee también unas entradas como cuevas en las que todo el que pasa por allí posa para hacerse la mejor selfie ', apunta el guía. Seguidamente, está el chorro El Duende, ideal también para darse un chapuzón pero ojo, cuidado y te sale uno de estos seres espirituales que según dicen suelen salir , de ahí el nombre de este chorro.
Al seguir por el empinado y rocoso camino, con cuidado de no caer o resbalar por las piedras sueltas, se puede admirar la verde vegetación, las hojas de los árboles que chocan con la fuerte brisa; también se escuchar el cantar de las aves mientras se aprovecha el tiempo para sacar algunas panorámicas desde la cima. Al contemplar estos paisajes hasta te llegas a preguntar si realmente estás en Panamá. Definitivamente, hacer turismo interno vale la pena, hay que conocer nuestro país.


Faltando poco para llegar al destino, hay cuatro viviendas de una familia humilde, las únicas en todo el trayecto. Aunque no hay que pasar por esta casa se puede pedir permiso para entrar y conversar un rato con la familia y hasta descansar.

Durante el último recorrido hacia esta obra de la naturaleza hay que luchar contra la fuerte brisa que puede derribar a quien no tenga buen equilibrio. Una vez en La Silampa, todo el recorrido por las lomas, el sol y el viento pasan a otro plano. Y es que al ver estas aguas color turquesa que descienden de un pequeño chorro quedas admirado de lo hermoso que es Panamá.
Los dueños de la finca donde se encuentra el chorro lo tienen acondicionado con ranchos de pencas, donde se puede acampar hasta el día siguiente .
Los aventureros más osados pueden hacer clavados en esta gran ‘piscina'. Y para aquellos que no les gusta el riesgo, en la parte de abajo del chorro hay pozos ideales para relajarse y retratar buenos recuerdos.

‘La mejor temporada para visitar La Silampa es durante la época seca, cuando los tonos azules y turquesa son más puros. En la temporada de lluvia, el agua cambia de color y se vuelve chocolate debido al aumento de su caudal. Aun así, vale la pena visitarlo, siempre y cuando vayan con un guía y con personal de primeros auxilios ya sea por alguna emergencia ', acota Urriola.
En el caso nuestro fuimos con personal del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Panamá.
Definitivamente La Silampa es un sitio ideal para relajarse y desconectarse de todo, pues no hay señal para dispositivos electrónicos. Así que cuando requieras hacer turismo interno y quieras alejarte del bullicio de la ciudad este es un buen lugar.

Según Urriola, Chitra es un lugar que apenas está explorando el turismo verde o senderismo. Aún no cuenta con restaurantes ni hoteles. Sin embargo, asegura que en el pueblo se ubica un local de ventas de comidas que trabaja con pedidos.