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- 01/06/2012 10:26
La guerra contra el cultivo ilegal de hojas de coca en Perú alcanza niveles dramáticos debido a las constantes bajas que sufren agentes del orden, campesinos cocaleros y civiles.
Entre avances y retrocesos, las autoridades peruanas continúan con esta labor de destrucción y erradicación de extensos terrenos de cultivos dedicados a esta actividad ilegal en zonas inhóspitas de la Amazonía peruana.
Según la directora de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Carmen Masías, la estrategia para derrotar al narcotráfico se centra en la erradicación de cultivos y el decomiso de insumos químicos.
Las tareas de erradicación y sustitución de cultivos también enfrentan dificultades en algunas zonas de la Amazonía peruana debido a la presencia de integrantes del grupo subversivo Sendero Luminoso, a quienes las autoridades vinculan con actividades de protección al narcotráfico.
Recientes enfrentamientos entre miembros de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía Nacional y senderistas dejaron una decena de muertos entre los uniformados y decenas de heridos de bala por acción de perdigones lanzadas por los agentes del orden.
Entre las metas establecidas hasta el 2016, las autoridades peruanas tienen previsto destruir alrededor de 30 mil hectáreas de cocales, de las que se alimenta el narcotráfico para elaborar la cocaína.
Detalló que los mayores cultivos de esta hoja se concentran en la cuenca del Alto Huallaga, y en el Valle de los Ríos Apurimac y Ene (Vrae) en el corazón de la amazonía peruana, donde hay una mezcla explosiva, entre pobreza, subversión y ausencia de instituciones públicas.
Con respecto a la incautación de insumos químicos, el gobierno peruano se propone decomisar en cinco años alrededor de 12.500 toneladas de insumos químicos, lo que equivale un promedio de 2.500 toneladas cada año.
Para fines del 2012, Devida tiene entre sus objetivos alcanzar la meta de erradicar 14 mil hectáreas de cultivos ilegales de cocales y beneficiar a unas 68 mil familias en programas de cultivos alternativos como café y cacao.
Las tareas de sustitución de cultivos en la zona del Alto Huallaga marchan bien, pese a los obstáculos naturales por la abrupta geografía, la falta de infraestructura vial, carencia de instituciones públicas y servicios básicos.
En los últimos 25 años, las Naciones Unidas viene trabajando de la mano con Devida, en el esfuerzo para ofrecer a los campesinos cocaleros una alternativa de cultivo con café y cacao para que puedan sobrevivir.
Al respecto, el representante de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito para Perú y Ecuador, Flavio Mirella, resaltó la labor que desarrollan los técnicos de este organismo.
Indicó que el año pasado el programa beneficio a 26 mil familias, que ahora cultivan productos alternativos en 78 mil 644 hectáreas en las cuencas cocaleras de San Martín, Junín, Ayacucho, Cusco Huánuco y Ucayali.
El experto agregó que gracias a esta política, los ingresos económicos de estas familias ex cocaleras mejoraron pasando de 1,366 dólares per cápita anual en el 2000 a 5,779 dólares en el 2011.
Las ventas de mercancías como el café y el cacao hacia el mercado internacional se incrementaron superando los 114 millones de dólares.
Según los productores, las ventas hacia el exterior representan alrededor del 75 por ciento de sus ventas y 25 por ciento están orientadas hacia el mercado local.
El auge de este grano también contribuye a la facilitación de la venta de los cultivos alternativos de las zonas ex cocaleras.
Durante el año pasado, las exportaciones del café peruano alcanzaron la cifra récord de 6,4 millones de quintales con un valor de 1.590 millones de dólares, lo que representó un incremento de 79 por ciento en comparación al 2010.
Para cumplir con sus metas de erradicación de los cultivos ilegales de la coca y el incremento del programa de sustitución de cultivos, el gobierno peruano demanda ayuda a la comunidad internacional.
Con respecto a este tema, el programa antidrogas de Perú ha visto disminuir la cooperación que recibía de Estados Unidos, con la administración de Barack Obama, pasando de 61 millones de dólares en 2001 a 52 millones el año pasado.
El gobierno peruano, le ha enviado un mensaje a Washington de que su compromiso en la lucha contra el narcotráfico necesita asistencia técnica para la Fuerza Aerea del Perú (FAP) y en el programa de sustitución de cultivos.
De acuerdo a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), Perú es el segundo productor mundial de cocaína.
Para el Departamento Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Perú ya es el primer productor de esta sustancia ilícita, desplazando a Colombia del primer lugar, con una producción estimada en 325 toneladas anuales.