Ciberacoso: seis de cada diez jóvenes navegan solos en la web

Actualizado
  • 01/07/2020 00:00
Creado
  • 01/07/2020 00:00
Un estudio de 2019 sobre el comportamiento de niños y adolescentes asegura que entre más conexión, existe mayor probabilidad de experimentar acoso sexual cibernético o 'grooming'

A pesar de los beneficios infinitos de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación (TIC), no hay que olvidar los riesgos que estas representan para la infancia. El ciberacoso o acoso en línea a menores es uno de ellos, convirtiéndose en un problema en crecimiento, menciona el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Lo más preocupante, según la Unicef, es que este tipo de violencia hacia los menores está siendo invisibilizada ahora que el mundo se encuentra en medio de la crisis debido al brote de la enfermedad de la covid-19, ya que muchos más niños y jóvenes pasan más tiempo conectados a internet debido a las medidas de cuarentena para evitar la propagación del virus. Tanto las escuelas, las lecciones de música y muchas otras cosas se han desplazado a internet, lo que permite que los niños y los adolescentes estén expuestos al ciberacoso, contenidos dañinos y el trato inadecuado de desconocidos.

Ante esta preocupación se efectuó el seminario web “Experiencia digital segura para niños y adolescentes”, organizado por Unicef Panamá y el programa Conectados Seguros de Cable Onda, en alianza con la empresa Ipsos, donde se explican, mediante un estudio, algunos hallazgos relevantes sobre el ciberacoso.

Según este estudio acerca del comportamiento de los pequeños y jóvenes en línea, culminado en 2019, mientras se encuentran conectados, muchos jóvenes están expuestos a una mayor probabilidad de experimentar acoso sexual cibernético o grooming. Esto debido a figuras peligrosas que se aprovechan del desconocimiento de los jóvenes que suben información personal, están abiertos a conocer personas a través de las redes y hasta compartir cara a cara con completos desconocidos, según indicó el estudio.

Los datos muestran que 6 de cada 10 jóvenes navegan solos en la web y solo 3 de cada 10 tienen reglas en el hogar sobre el uso del internet. En tanto, 6 de cada 10 padres no conocen las páginas web que visitan sus hijos; sin embargo, 9 de cada 10 conocen los peligros del internet y declaran hablar con sus hijos sobre estos riesgos.

“Navegar sin orientación por las redes y plataformas sociales propicia el ciberacoso, un término que ha tomado relevancia en años recientes, por la creciente amenaza que representa para los jóvenes. Se manifiesta a través de la invasión de la privacidad, la humillación, la provocación pública y puede generar daños emocionales, mentales y hasta físicos”, puntualizó Esther Ruiz, especialista en protección infantil de Unicef para América Latina y el Caribe.

Añadió que ahora los niños y adolescentes pueden tener las mismas problemáticas que cuando salían a la calle; pueden ser acosados y ser víctimas de relaciones malsanas a través de la web. “Lo primero y más importante es que se hable con ellos y reconocer por lo que pasan y así, evaluar si como madres, padres o cuidadores les pueden ayudar o si necesitan de apoyo profesional”.

Para la Unicef, un factor que seguirá haciendo una diferencia importante es la preocupación y el cuidado constante de los padres sobre lo que consumen sus niños y adolescentes. Es ese factor, traducido en un filtro de acción que comienza la mayoría de las veces, haciéndose el padre preguntas básicas como: ¿qué puede poner en riesgo el bienestar de mi hijo mientras esté en línea? y ¿qué hábitos de consumo y conexión lo hacen más vulnerable a esos riesgos?

Vanya Paola Carrera, gerente senior de responsabilidad corporativa y comunicaciones de Millicom Tigo Panamá, aseguró que este estudio es una enorme oportunidad de mejorar el reconocimiento sobre los riesgos y peligros en línea y la comunicación entre padres e hijos al respecto.

El ciberacoso infantil es una realidad en aumento.
Comunicación y orientación

De acuerdo con el estudio revelado, las madres, padres y cuidadores poseen relativamente poco conocimiento de los peligros y riesgos asociados a la internet y el consumo digital de los niños y adolescentes. “Este desconocimiento crea patrones débiles de orientación y bajos controles de supervisión sobre el comportamiento. Y es que las figuras responsables no pueden comunicar y orientar de manera correcta sobre lo que desconocen”, reconoció Unicef Panamá.

La organización también hace un llamado a los padres de familia a reconocer los riesgos y a orientar y supervisar a los niños y adolescentes sobre lo que consumen en línea, así como verificar que sus dispositivos tengan filtros de seguridad y control parental. Al igual que mantener un diálogo constante y sincero para conocer sus hábitos y contactos, así como establecer límites de tiempo y espacio para la utilización de internet.

El estudio sobre hábitos de los adolescentes en el uso de internet en Panamá, se basó en el análisis de 3,300 entrevistas autoaplicadas a estudiantes en escuelas, de 13 a 17 años, entre marzo a julio de 2018 en todo el país.

Igualmente se abordó un universo representativo de 600 padres de familia, con el objetivo de saber si conocían los peligros a que están expuestos sus hijos en el mundo cibernético del cual participan.

Gina De La Guardia, especialista en protección de Unicef en Panamá, argumentó que es muy importante que los padres, madres o cuidadores, remitan las denuncias relacionadas a delitos en línea, ante la sección de atención primaria del Ministerio Público, a través de las líneas telefónicas habilitadas en cada provincia o personalmente en las oficinas de la institución, incluso durante días y horarios que no correspondan al número de cédula y sexo, informando a las autoridades.

De la Guardia agregó que los padres que sientan algún tipo de ciberacoso también pueden llamar a las líneas de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senniaf) de #TíaElaine para hacer consultas y poner denuncias sobre protección al 6378-3466”. Esta última está incluso disponible para los propios niños y adolescentes.

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