Un buen estudiante, tranquilo y algo introvertido, que fue monaguillo y empleado en un supermercado antes de alcanzar la fama. Esos son algunos retazos...
- 02/10/2010 02:00
PANAMÁ. Los ecos llegan de todos los frentes. Aunque perdió la batalla por la vida, su recuerdo de galán y buen actor se mantendrá vivo por mucho tiempo. El hombre que aseguró haber seducido a mil mujeres, incluso a Marilyn Monroe, con quien además afirmó tener un romance, terminó su ciclo de conquista a mediados de esta semana. Un paro cardiaco provocó su retirada de este mundo a los 85 años de edad.
PINITOS
Tony Curtis, uno de los actores más activos y exitosos de Hollywood, aparte de poseer una extensa hoja de vida en el amor, tuvo la oportunidad de trabajar en más de cien producciones cinematográficas. Desde muy temprano se inmiscuyó en el mundo que lo adoptó de por vida. Habiendo servido a la naval estadounidense, en la Segunda Guerra Mundial, decide inscribirse en la Dramatic Workshop de Nueva York, ciudad donde abrió sus ojos en 1925. Luego de su actuación en la obra The Golden Boy, un representante de Universal lo convence para que firme un contrato con la productora.
Es entonces cuando Bernard Shwartz, hijo de inmigrantes húngaros, decide cambiar su nombre original por Tony Curtis. Con todo ‘seteado’ el nobel actor hace su debut en Hollywood desempeñando un papel secundario en la cinta El abrazo de la muerte (1948) de Robert Siodmak. Al año siguiente le toca cumplir la misma labor en Dirección prohibida, del director Michael Gordon. Fue la década de los 50, considerada la de oro en el cine de la unión americana, la que le permitió brillar y dejar su estela de luz y miles de suspiros femeninos.
De hecho, logra su primer trabajo protagónico en Su alteza el ladrón y El hijo de Alí Babá en 1951 y 52, respectivamente. Para esa época ya había logrado su primera conquista oficial. Se sube al altar para contraer nupcias con Janet Leigh. Con esta colega vivió 11 años y procrearon dos hijas que en la actualidad son actrices: Jamie Lee y Kelly Curtis. A Curtis le tocó compartir escenario con Janet en cinco filmes. La última película compartida con su mujer fue en 1960, y en 1961 acabó su primer matrimonio. Antes de esa ruptura, Curtis adquirió mucha más fama y dinero por su papel en Con faldas y a lo loco, exitosa comedia de Billy Wilder en la que comparte reparto con Jack Lemmon y Marilyn Monroe. Precisamente la celebrité formó parte de su selecto harén. Un extracto de una entrevista concedida por Curtis al cineasta español Ángel Salas, en 2000, confirma lo que hasta la fecha, escritores e investigadores no han podido escarbar. ‘Habíamos sido amantes cuando yo tenía 22 años y ella (Monroe) 19. Besarla era como follársela (practicar el coito), con perdón’, según la nota.
DESENLACE
Tony Curtis no hacía mucho esfuerzo para atraer al sexo opuesto. Su rutina era el cine y, por supuesto, las actrices. Luego de su separación con Janet Leigh se casó con Christine Kaufmann en el 62. A esta guapísima mujer la conoció en el rodaje de Taras Bulba. La rubia había sido hipnotizada por Curtis cuando lo vio actuar en Espartaco, dos años antes. En 1967 termina el encanto con Kaufmann y se une con Leslie Allen en el 68. La década de 1970 desconoció al dandy que se refugió en la pantalla chica. Después de Allen, Curtis se casa y se divorcia en tres ocasiones con mujeres distintas. La última fue Jill Curtis Vanderberg, la misma con la que se casó en 1998 y la que, posiblemente, sepa de sus incalculables aventuras amorosas.