Punto G masculino mito o realidad

Pero antes de tocar el tema más a fondo se hace imprescindible conocer que cuando se habla de esta zona erógena del cuerpo del hombre se...

Pero antes de tocar el tema más a fondo se hace imprescindible conocer que cuando se habla de esta zona erógena del cuerpo del hombre se refiere a la próstata.

Este es un órgano glandular, cuya forma es parecida a la de una nuez y se encuentra ubicado específicamente a unos cinco centímetros del ano y en la pared que da hacia el frente de la vejiga.

La próstata es una glándula que se excita rápidamente y da como resultado un intenso orgasmo.

El Punto G masculino continúa siendo un tabú en el sector de la población varonil, pero las interrogante de si existe o no en el hombre, persisten. Para aclarar cualquier duda, Ego consultó a dos expertos para que dieran sus opiniones respecto a este controversial tema.

El sexólogo Alejandro Cantón señala que el ginecólogo alemán Ernst Gräfenberg describió por primera vez el Punto G como algo exclusivo para la mujer”, indica el experto.

Esta es una área que, al ser estimulada, provoca una serie de respuestas psico-fisiológicas muy especiales, incluyendo una descarga vaginal que han llamado “eyaculación femenina”.

Cantón alega que “algunos grupos especiales están tratando de equiparar la sexualidad masculina con la femenina y viceversa. Por lo tanto, el punto MPM -punto de máximo de placer masculino- está en la próstata al ser estimulada. [Lo del Punto MPM es una ‘cantonada’ que acabo de inventar, para variar]”. Lo cierto es que partiendo de este punto es de donde radica “el problema de que la mayoría de los varones heterosexuales no acepta bien la estimulación de la próstata, porque a ella se llega, en la comunicación sexual, solamente a través de la inserción de un dedo en el ano y masajeándola suavemente”, dice el experto.

Este masaje se hace en las consultas urológicas para analizar el líquido prostático. Sin embargo, la secreción que produce no es igual a la de una eyaculación propiamente dicha, debido a que tiene un carácter más bien rezumante que da expulsión a presión.

Para Cantón este examen a la mayoría de los hombres no les agrada, “porque sienten temor de que luego les siga gustando” -indica-, y lo confunden con la homosexualidad.

Mientras que el urólogo Luis Moreno Castillo, asegura que “el Punto G masculino no existe. No hay ninguna aprobación científica que diga lo contrario y jamás se ha tratado”. Y es que para el especialista “esto es pura propaganda”.

Tema controversial

Por otro lado, artículos informativos como el de infosexual.net dicen lo contario a lo que aducen los expertos y señalan que los hombres sí tienen un Punto G al igual que las féminas, aunque aseguran no todos los varones están dispuestos a probar la estimulación en forma interna, ya sea por tabúes o prejuicios que pongan en duda su masculinidad.

Además, indican que hay una manera de estimular el punto G masculino externamente. Se hace presionando o masajeando la zona del periné, la cual va desde el ano hasta los testículos. Existen aquí también gran cantidad de terminaciones nerviosas que hacen a esta zona absolutamente sensible y muy erógena.

Por lo tanto, hay dos formas de estimular el punto G masculino, una buscando el contacto con el punto en el interior del recto y otra en forma externa estimulando la zona del periné.

Lo Nuevo