El vicio es la moda

Todos se inician de la misma forma: con los amigos o compañeros de fiesta. Así fue como comenzó Eduardo Linares que, también como todos,...

Todos se inician de la misma forma: con los amigos o compañeros de fiesta. Así fue como comenzó Eduardo Linares que, también como todos, lo hizo sin siquiera pensarlo, dejándose llevar.

Al principio, por diversión, empezó con las drogas legales, nicotina (cigarrillos) y alcohol. Pero cuando ya quería vivencias más fuertes y pasó de un parkin a una fiesta sin control, a Eduardo le llegaron a sus mano las drogas duras. Justo ahí en su vida se formó una escalera de niveles, a medida que subía se sumergía más en un mundo de decadencia. Del ‘simple’ cigarrillo, paso a un bate de marihuana, para así llegar a la pepa y, como gran final, la famosa cocaína.

‘Apenas entré a ese mundo no pude salir. No podía parar, hasta que llegué a probar todo y me di cuenta que no lleva a ningún lado’, dice Eduardo hoy. La largada para él fue a los 13 y recién ahora, con 20, logró poner un freno: lleva más de un año y medio limpio.

¿Fue duro o fácil? Lo primero, sin duda. Hay que alejarse de los amigos, dejar la fiesta, tener una voluntad de hierro. Al final, compensa. Con su determinación y el apoyo de sus allegados pudo salir de esa situación.

PANAMÁ EN ÉXTASIS

En los últimos años, al ritmo del crecimiento y la apertura de Panamá, los jóvenes han tomado nuevas formas de divertirse viendo ejemplos que provienen de otras culturas. Las modas llegan, seducen y, muchas veces, convencen. Con la entrada del reggae roots y la música electrónica, la marihuna y la pepa se han hecho más fuertes en el ambiente joven de 16 a 20 años. Tanto es así que 7 de cada 10 probó cannabis (marihuana) y 4 de 10 consumen. Por el lado del éxtasis, son 2 de 10 los que lo consumen o lo probaron.

Drogas más fuertes como la cocaína son poco vista en la juventud pero tampoco son pasadas por alto: las obvian por su alta fama de destrucción. Jimena Marino, por ejemplo, no pasó del alcohol porque ‘llegar a otro tipo de drogas ya es locura, son completamente dañinas para el cuerpo y la mente’, comenta.

EL ALCOHOL, FAVORITO

Será por eso que la más usada de Panamá, según porcentajes dados por la Cruz Blanca y el Gobierno, es el alcohol, con 67,9% de consumo en los varones y el 63% en las mujeres de entre 12 y 20 años.

‘Nuestra cultura es muy alcohólica y muchas veces no vemos lo que causa’, dice Linares, y agrega que para muchos jóvenes que no saben controlarse, es el disparo de largada para una gran vida de desenfreno.

ENTRADA ALUCINÓGENA

¿Como los jóvenes panameños comienzan a consumir drogas? Como ya dijimos, el común denominador de todo joven consumidor de Panamá es iniciarse con sus amistades.

Por la vivencia de Eduardo podemos ver que la presión de grupo muchas veces recae muy fuerte en la juventud: ‘Yo me dejé llevar por mis amigos y por lo que veía, pero no le echo la culpa a nadie porque la decisión fue mía’, asume.

La adolescencia es una etapa de mucha indecisión e inseguridad, por eso, muchas veces seguir a las masas es una opción para manejar la vida. Linares remarca que lo mejor para dejarse llevar son los ideales de uno mismo, y si en algún momento le dan las ganas de meterse en ese mundo, que sea por decisión de uno y no de los demás sobre uno.

La vida se vive de experiencias y muchas de estas te brindan diferentes sensaciones, pero al hacerlo sin freno y sin pensar en las consecuencias, el mundo se te puede venir abajo.

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