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Panamá ocupa el segundo lugar con más casos de violencia digital
- 25/11/2024 00:00
- 24/11/2024 17:56
Una persona toma fotos de una joven en redes sociales y las edita con inteligencia artificial, insertándolas en videos de contenido sexual explícito. Luego, publica las imágenes etiquetando a la chica. Rápidamente, sus compañeros de trabajo y amigos comienzan a difundir los videos, sin saber que son falsos. Ella sufre acoso laboral y se ve aislada socialmente. Al intentar denunciar el contenido, las plataformas tardan semanas en actuar, mientras los videos continúan circulando, dañando su reputación.
Este es uno de los muchos casos que se presentan de violencia digital, por situaciones como estas, muchas personas terminan afectadas de manera emocional y social. Esto suele ser más frecuente de lo que se cree, según una encuesta realizada a 400 jóvenes por Fundación Espacio Creativo y Fundamorgan, el 60% de los encuestados han recibido mensajes ofensivos o amenazas en línea vinculados a su género, orientación sexual o edad.
La violencia digital, que incluye prácticas como el ciberacoso, la difamación en línea y la divulgación no consentida de información privada, representa una vulneración de derechos humanos fundamentales como la privacidad, la libertad de expresión y la integridad personal.
Aunque estas agresiones se desarrollan en el espacio digital, sus consecuencias son tangibles. Además, sus efectos afectan de igual o peor manera en la salud mental, el bienestar emocional y la seguridad física de quienes las experimentan.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas, dice que “la violencia digital acarrea graves consecuencias psicológicas y puede conducir a la violencia en el mundo real, como el acoso callejero, las agresiones físicas y sexuales e incluso los feminicidios y asesinatos. Otras consecuencias incluyen la pérdida de puestos de empleo, reputación profesional y de funciones de liderazgo. Los autores de la violencia digital intentan evitar que determinadas personas, a menudo las mujeres, participen en la esfera pública y la vida política puedan lograr su objetivo. Cuando esto sucede, las sociedades en su conjunto salen perdiendo y la igualdad de género se ve socavada”.
En la misma línea, la Psicóloga Zuleimy Martinez en una entrevista a La Estrella de Panamá mencionó que, “el ciberacoso o por lo que se diga en las redes sobre el joven, ya sea que se ha filtrado algo personal, provoca vergüenza, lo que los lleva a un aislamiento en la adolescencia, una etapa en donde es vital la aceptación social y la integración a grupos y que puede terminar en depresión, ansiedad y pensamientos suicidas”.
“Las redes sociales, se transforman en una parte de su vida y cuando hay afectaciones dentro de ese contexto, literalmente les tocan una fibra muy sensible”, concluyó Martínez.
En la encuesta también se demostró que el 50% de los participantes señaló que la violencia afecta su bienestar emocional y autoestima, y un 55% reconoció la violencia emocional como la forma más común de agresión.
Según un estudio realizado en Centroamérica en 2021 por Ipandetec y Centro Latam Digital, Panamá ocupa el segundo lugar, después de El Salvador, donde se presentan más casos de violencia digital.
La legislación panameña no posee leyes concretas y puntualizadas que cubren estas situaciones, dando paso a que la violencia digital siga dándose en diferentes plataformas sin ser sancionada.
Es por ello que Javier Enrique Caraballo, procurador de Panamá presenta el proyecto de Ley 61, que “modifica y agrega artículos al Código Penal, al Código Procesal Penal ya la Ley 11 de 2015”, establece medidas para enfrentar los delitos en el ámbito digital . Sus objetivos incluyen la protección de los datos personales, el castigo a quienes cometan ciberacoso y suplantación de identidad, y la regulación del acceso a datos en investigaciones de ciberdelitos.
“Esta ley no abarca o todavía no incluye a todos los otros grupos que están en situación de vulnerabilidad con respecto a sus derechos humanos y con esto me refiero a personas con discapacidad, a la mujer indígena, me refiero también a la a la comunidad LGBT+. Reconozco que es un paso muy importante que se ha dado hasta ahora pero creo que todavía estamos muchos años luz atrás en comparación a otros países dentro del área”, compartió para este medio, Nancy Pretto, defensora de los DD.HH y periodista panameña.
La ley fue aprobada por la Asamblea Nacional pero aún falta que sea sancionada por el presidente de la República, José Raúl Mulino.
Herramientas contra la violencia digital
Proteger tu privacidad: revisa las políticas de privacidad de las redes sociales y configura tu perfil como privado. Sé cuidadoso con la información que compartes.
Toma previsiones de ciberseguridad: actualiza tus dispositivos, usa contraseñas seguras y complejas y evita compartirlas.
Evite chatear con desconocidos: no instale aplicaciones móviles que no conozca, y desactive el geoetiquetado automático de las redes sociales.
Generar relaciones respetuosas: tratar a los demás como te gustaría que te traten, y aprender a solucionar problemas a través del diálogo.
“Evitar enviar compartir fotografías comprometedoras que no puedan poner en peligro y siempre alfabetización mediática informarse si la persona que le escribe la cuenta es verdadera, hay forma de conocer todo ese tipo de cosas”, concluyó Pretto.
Actualmente existen modos en que las personas pueden evitar la violencia digital y sus derivados, depende de la conciencia individual y colectiva, el uso responsable de las herramientas tecnológicas y el respeto hacia los demás en el entorno online.
La fundación Avina, desarrolló un taller para periodistas donde abordaron estos temas destacando el rol de los medios de comunicación y qué es clave para visibilizar estas agresiones y ampliar la comprensión social sobre sus implicaciones.
“Los medios no sólo comunican hechos, sino que construyen narrativas que pueden ayudar a la ciudadanía a reconocer la violencia digital, a entender sus efectos ya explorar mecanismos de protección. La cobertura informada y ética de estos temas permite que la audiencia identifique la violencia digital como un problema social relevante, y ayuda a romper con percepciones y mitos que minimizan su impacto”, destacó Christian Sagel, responsable de Fundación Avina Panamá.