Decenas de coloridas comparsas se dieron cita en las calles de la ciudad colombiana de Pasto para recibir en medio del jolgorio a la familia Castañeda,...
'El racismo estructural no permite reconocer a la población afropanameña'
- 01/02/2021 00:00
- 01/02/2021 00:00
![Aronategui recibió el Premio Martin Luther King por la Unidad Global por la Democracia, fue nominado al programa Héroes por Panamá de TVN. Aronategui recibió el Premio Martin Luther King por la Unidad Global por la Democracia, fue nominado al programa Héroes por Panamá de TVN.](http://www.laestrella.com.pa/binrepository/591x400/0c3/591d394/none/199516884/XCXW/601744ea3d3b2_LE441923_MG218335705.jpeg)
Abel Aronátegui, un joven afropanameño de la provincia de Colón, se ha destacado por sus ideas innovadoras desde un enfoque territorial, llegando a espacios globales, no solo para representar a Panamá, sino también a América Latina, como un reconocimiento a su liderazgo juvenil afrodescendiente en la provincia caribeña. Designado como coordinador de Cultura de la Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana (CECC/SICA) asegura estar “consagrado al servicio de mi provincia, mi país y América Latina para lograr un mundo en el que todos logremos nuestro desarrollo pleno en sociedades justas, inclusivas y equitativas”. Aronátegui es egresado de la Universidad de Panamá, cuenta con una licenciatura en dirección y producción de radio, cine y televisión, también con una maestría en gerencia de políticas públicas y actualmente es estudiante de la maestría en gestión cultural de la Universidad Andina Simón Bolívar, en Bolivia. Durante una entrevista con La Estrella de Panamá nos habla de la situación actual de la cultura afro en el istmo y de los proyectos que asume desde el cargo que representa.
Fui designado a través de un proceso de selección en el que aplicaron alrededor de 40 personas de la región, siendo yo el perfil más adecuado para el cargo según la CECC/SICA, lo cual representa para mí una gran conquista y logro porque se evidencia nuevamente que los jóvenes colonenses y afrodescendientes somos personas con altas capacidades y que estamos contribuyendo al avance en materia de desarrollo humano y sostenible, en mi caso específicamente en la agenda cultural.
La prioridad es dar seguimiento a la implementación de la política cultural de integración centroamericana, transversalizarla en otras áreas del desarrollo como palanca de la integración regional y posicionarla no solamente a nivel de los Ministerios de Cultura de los ocho países del SICA, sino también en otros sectores como la sociedad civil, el sector privado y la cooperación internacional. Esto a través de indicadores culturales formulados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en el marco de la Agenda 2030.
Contamos con un plan de trabajo con acciones bastante concretas planteadas en los acuerdos del Consejo de Ministros de Cultura, tales como la institucionalización de la Escuela Centroamericana de Conservación de Bienes Culturales y Museología junto al Consejo Superior Universitario Centroamericano (Csuca). Además queremos aprovechar las oportunidades que nos ofrece el Decenio de las Ciencias Oceánicas en relación al patrimonio cultural subacuático, el Decenio Internacional de los Afrodescendientes y el Año Internacional de la Economía Creativa y el Decenio de las Lenguas indígenas proclamado por Naciones Unidas.
Tres cosas importantes me gustaría resaltar. Lo primero es que logramos crear la Dirección de Cultura de la Alcaldía de Colón que anteriormente no existía, marcando un hito importante en el territorio colonense, y a través de ella impulsamos junto con la Unesco la primera Guía Local de Cultura para el Desarrollo Sostenible en Centroamérica. Con respecto al Pacto Afrodescendiente, lo más importante fue aumentar las capacidades institucionales sobre población afrodescendiente y crear una agenda común entre las cinco alcaldías de Colón de ese momento (Colón, Chagres, Portobelo, Donoso y Santa Isabel); lamentablemente las administraciones locales actuales no están dando seguimiento a ninguno de estos procesos.
Participé en el Foro Mundial de Jóvenes de la Unesco en París y como expositor en la Cumbre Mundial de Nairobi del Unfpa en Kenia. Luego de las reflexiones en estos espacios sobre los retos y desafíos para reducir las brechas de desigualdad de la población afrodescendiente, considero que una de las limitaciones más importante es la ausencia de la variable étnico racial en los registros administrativos de nuestras instituciones públicas y la ausencia de la historia de África y afrodescendiente en la currículum académica del Ministerio de Educación (Meduca).
Claro, hemos avanzado muchísimo, aunque no es suficiente. El Movimiento Social Afropanameño en 2010 logró que se volviera a incluir la variable étnico racial afrodescendiente en los Censos de Población y Vivienda de Panamá, luego de que 60 años antes se quitara en 1941 debido la Constitución racista promovida por Arnulfo Arias. También se logró crear la Secretaría Nacional para el Desarrollo de los Afropanameños (Senadap), aunque hace falta dotarla de mayor autonomía y presupuesto para su efectiva operatividad.
No soy una persona que se puede quedar de brazos cruzados ante las injusticias. Toda mi vida he vivido en una provincia que ha sufrido las consecuencias negativas de la desigualdad, la exclusión y el racismo estructural y sistémico, por eso, decidimos con otros jóvenes impulsar un espacio que contribuya al desarrollo humano de otros colonenses con el fin de aportar a la reducción de las brechas de la desigualdad.
Es una realidad. Existe otro estudio realizado por el BID que evidencia que las mujeres afrodescendientes son las que más logros educativos tienen en Panamá y aún así eso no se traduce en oportunidades laborales con salarios apropiados. Entre las posibles soluciones a este problema, creo que necesitamos autoridades con conciencia de derechos humanos y desarrollo humano, con la debida voluntad política para avanzar en reducir estas brechas con urgencia.
Nuestro papel en la historia de la nación ha sido fundamental porque hemos aportado y seguimos aportando desde todas las áreas del desarrollo humano. Si haces una radiografía sobre nuestros aportes a la ciencia, la economía, la cultura, la justicia, el deporte, al medio ambiente, incluso en la buena política, te vas a dar cuenta, pero el racismo estructural de este país no permite estos reconocimientos.
La influencia cultural afrodescendiente está implícita en todo el país, puedes verlo en la comida e incluso en la música. Los tambores que se utilizan en las músicas tradicionales del país, vienen de la madre África.
El Movimiento Social Afropanameño está organizado y desde ese espacio estamos contribuyendo a la buena aplicación de la pregunta de la variable étnico racial en el próximo Censo de Población y Vivienda. Esperamos que se incluya nuestra historia en los contenidos escolares para fortalecer la identidad panameña, y en el marco de la pandemia nos urge que el Ministerio de Salud (Minsa) implemente la política de etnicidad en la salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Son algunas de las prioridades que tenemos dentro del movimiento.
![Como joven líder afropanameño, Abel Aronátegui ha representado a Panamá en numerosos eventos internacionales. Como joven líder afropanameño, Abel Aronátegui ha representado a Panamá en numerosos eventos internacionales.](http://www.laestrella.com.pa/binrepository/591x400/0c3/591d394/none/199516884/WXXW/601744ed345cd_LE441923_MG218335717.jpeg)
Hemos avanzado en materia de reconocimiento, pero no es suficiente. Necesitamos que se formulen políticas públicas que garanticen nuestros derechos, sin eso, estaríamos hablando de acciones simbólicas.
No podría escoger a uno porque ambos son referentes importantes en mi vida. Me quedo con los dos.
A nivel personal, terminar mis estudios de maestría en gestión cultural, y a nivel del colectivo al que pertenezco, reformular algunas de las propuestas de la Fundación Contra-Peso para que se puedan adaptar a la virtualidad.