Regalo peligroso que seduce a jóvenes

Actualizado
  • 03/01/2012 01:00
Creado
  • 03/01/2012 01:00
Ponerse implantes mamarios se ha convertido en una práctica muy extendida en algunos países de Latinoamérica, como Venezuela y Colombia ...

Ponerse implantes mamarios se ha convertido en una práctica muy extendida en algunos países de Latinoamérica, como Venezuela y Colombia donde las jóvenes llegan incluso a recibirlos como regalos familiares, pese a los riesgos para la salud como los que llevaron a Francia a recomendar retirar los de la marca PIP. Seducidas por la publicidad o por un anhelo de ascenso social, las jóvenes latinoamericanas ricas o pobres llegan a correr muchos riesgos para satisfacer su deseo de verse con senos grandes.

Prefieren pechos grandes

‘ En este mundo mediático y con la creencia de que las venezolanas son las más vanidosas del mundo, hay muchas niñas de 15 años que en vez de irse de viaje a Europa piden de cumpleaños unos implantes y algunos padres lo avalan porque creen que sus hijas se van a sentir mejor’, dijo a la AFP el cirujano plástico Juan Jorge Blanco, que por decisión ética rechaza a pacientes menores de edad. Según el especialista, que hace entre 20 y 30 mamoplastias semanales, estas cirugías en principio ‘tenían precios prohibitivos, pero con el tiempo empezaron a masificarse y muchas personas de todos los estratos sociales se han operado desde entonces’.

Grandes cifras

En Venezuela, un país conocido por la belleza de sus mujeres, cinco veces ganadoras del título de Miss Universo, se realizan anualmente 40 mil implantes de senos, principalmente a mujeres de entre 25 y 30 años que ‘después de quedar embarazadas deciden hacerse un retoque’, según la presidenta de la Sociedad Venezolana de Cirujanos Plásticos (SVCP), Marisol Graterol. Pero jóvenes de 18 años también acuden a los consultorios para pedir senos grandes, aña dió la responsable, que también ha conocido de casos de médicos inescrupulosos que han operado a chicas de 15 o 16 años. La psicóloga social Mercedes Pulido, profesora en la Universidad Católica, explica este fenómeno de las ‘mamoplastias de moda’ porque la sociedad venezolana ‘es muy permisiva, no hay tabú con el tema y hay una excesiva publicidad diciendo cuánto valor tiene la imagen física para tener éxito’.

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