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- 09/02/2022 00:00

Antes de regresar a Panamá, nuestro último recorrido por el departamento de El Quindío, Armenia, en Colombia, fue por la cordillera central de los Andes, en donde se cultivan los cafés con más atributos de la región.
Saliendo de Armenia, nos trasladamos en autobús hasta Río Verde en el municipio de Córdoba, a una altitud de 1,134 metros. Aquí cambiamos de vehículo y disfrutamos del paisaje cafetero en el tradicional jeep Willys, que nos transportó por toda la cordillera hasta llegar a la finca Café San Alberto, en el municipio de Buenavista.
En medio de este paisaje mágico y de un recorrido sensorial conocimos parte de la historia del cultivo, selección y producción del café en la finca San Alberto, considerado como el café de gama alta más premiado de Colombia.
Después de ver la evolución de una pequeña planta de dos centímetros en un árbol de tres metros de altura, los baristas de la hacienda preparan una muestra de catación de café, sumado a ello el maridaje con otros productos de reconocimiento mundial, como la miel de café, que resalta el sabor acaramelado de San Alberto. Luego de estas experiencias, los viistantes reciben un diploma donde se comprometen a tomar café de calidad.
Continuamos la travesía en jeep por toda la cordillera hasta llegar al municipio de Pijao, un destino donde la vida transcurre a un ritmo desacelerado. El objetivo es retornar a la cultura local, al reconocimiento de los valores y los recursos naturales. De hecho, este pueblo ha implantando el concepto que abarca la filosofía del movimiento italiano 'Cittá Slow', un modelo de vida saludable y de la misma manera se quiere transmitir al viajero, para que este disfrute su estadía respirando aire puro, conociendo las tradiciones, la gastronomía local, la historia, sus casas y las zonas rurales.
Por sus características arquitectónicas, por sus paisajes glaucos y frondosos, Pijao se considera un destino ecoturístico sin par. Allí la vida transcurre sin ruido ni afán, condición que le valió el reconocimiento de 'Ciudad sin Prisa' otorgado por el movimiento italiano 'Cittá Slow'. Así mismo, el objetivo en el municipio es el de ser plenamente sostenible a partir de un manejo responsable de los recursos naturales, todo dentro de una filosofía de vida sana y tranquila.
De hecho, mientras hicimos este recorrido por la cordillera central, algo que nos llamó la atención es que todas las fincas tienen las siembras de café en laderas o en valles empinados.
De acuerdo con Fernando Jaramillo, profesor e historiador colombiano y quien nos acompañó durante esta visita, el café se siembra en las pendientes o laderas porque son zonas no inundables donde el agua fluye muy bien, y el hecho de que sean suelos de origen volcánico, hace que el café tenga buena textura, buen sabor y calidad. “La cordillera central es una zona muy volcánica y hubo muchas erupciones hace 100 millones de años y por ende todo esa capa vegetal es muy verde y productiva”, añadió.
Adicionalmente, Jaramillo resaltó que en este lugar caen al menos 2,500 milímetros de lluvia al año divididos en 520 aguaceros (2 lluvias diarias) y eso hace que El Quindío sea muy verde, muy productivo. “Todos eso influye en el sabor y la calidad del café ya que tiene muy buena hidratación, humedad, no se quema por el sol y fuera de eso tiene árboles que le brindan sombras. Además, el café se cosecha a mano (solo el café maduro), se procesa con aguas limpias, se seca al sol con procesos artesanales y es por eso que el café de todo el Eje Cafetero y toda Colombia es de excelente calidad”, resaltó el historiador.
Enfatizó que el mayor exportador de café en la región es Brasil (30 millones de sacos al año) y Colombia está entre el segundo y tercer lugar; se mantiene muy a la par de países de Centroamérica y con Vietnam, ya que este país asiático luego de su reconstrucción, después de la guerra con Estados Unidos, se desarrolló sembrando café, sin embargo no tienen la cultura del café como los colombianos que cuentan con 150 años de tradición cultivando este grano, “de generación en generación”, argumentó.
“Colombia es el número uno en calidad de café, más no en cantidad; Brasil siempre ha sido el mayor productor en cantidad. Colombia siempre se ha preocupado por la calidad, además de que tenemos dos cosechas al año. En Colombia la marca Juan Valdés posicionó el café en todo el mundo”, explicó Jaramillo.
Definitivamente vivir una experiencia como esta por la cordillera central quindiana, a través de cafetales y esponjosos guaduales (una planta de la familia del bambú, endémica de Colombia), coloridos cultivos y vistosas fincas cafeteras, brindará al visitante postales de ensueño.
De regreso a Armenia, retomamos el camino en el jeep Willys y volvimos al municipio de Córdoba, donde conocimos a varias artesanas que trabajan la guadua y nos mostraron por qué es importante para los colombianos este 'acero vegetal'.
Los visitantes de los pueblos que conforman el Eje Cafetero, prefieren alojarse especialmente en las tradicionales fincas o haciendas cafeteras, casas de hermosos coloridos que conservan los rasgos arquitectónicos de la cultura antioqueña, que datan de la colonización realizada por los arrieros de Antioquia, a los departamentos de Caldas, Risaralda y Quindío.
En este último trayecto nos dirigirnos hacia el hotel Casa Rivera del Cacao, donde el mejor cacao del mundo decora el paisaje cultural cafetero. Aquí nos enseñaron desde la prefactibilidad del cacao, tostado, molienda y refinado. A parte de eso, conocimos cómo la región de El Quindío también es un destino de bodas al mejor estilo de la telenovela Café con aroma de mujer, escrita por Fernando Gaitán (1960-2019).
De hecho, una de las locaciones de esta telenovela colombiana (1994 -1995) fue el municipio de Filandia, otro de los pueblos predilectos por los visitantes debido a su tranquilidad y bonita arquitectura.
Según Jaramillo, un mes después de terminadas las grabaciones de Café con Aroma de Mujer, parte de las locaciones fueron consumidas por un gran incendio, pero el agradecimiento por tolo lo que generó la novela en esta región del país, persiste en el corazón de los habitantes de Filandia.
Para finalizar nuestra estadía en Armenia, tras la invitación exclusiva de Copa Airlines y acompañados por los guías de Eje Mágico Travel, nos trasladamos a la Hacienda Bambusa, un hotel boutique ubicado en el corazón del Eje Cafetero, que fue fuente de inspiración para la película Encanto de Disney.
Durante esta visita hicimos un tour en la finca y conocimos la historia de sus plantaciones de cacao.
Luego de un arduo recorrido, nos sumergimos en los árboles de guadua y nos sorprendieron con un banquete de despedida.
Claro que todo esto se puede hacer si el vuelo de regreso a Panamá es en la tarde. Así que si aún no conoce Armenia y está planificando su viaje, esta sería una buena opción para darse una escapada este 2022. El trayecto solo dura una hora hasta el aeropuerto internacional El Edén.