Esta ratificación reforma los artículos 75, 80, 133, 152 y 154 de la Carta Magna salvadoreña, que también anula la segunda vuelta electoral y alarga el...





- 01/08/2025 00:00
El porcentaje de la población panameña mayor de 18 años con sobrepeso se sitúa entre el 72 % y 76 %, y el de personas en condición de obesidad oscila entre el 35 % y 40 %, según datos de la Encuesta Nacional de Salud de Panamá (ENSPA, 2019) y el World Obesity Atlas 2025.
Estos son indicadores que ameritan un análisis profundo, como el que adelanta Roger Montenegro, joven nutricionista, investigador del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Gorgas) y beneficiario de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), quien obtuvo recientemente una beca para estudiar un doctorado en Ejercicio, Nutrición y Salud en la Universidad de Bristol en el Reino Unido.
Tomando en cuenta esas cifras, Montenegro planteó una investigación para evaluar los factores de riesgo y cómo el entorno puede afectar a las personas al momento de alimentarse. El objetivo es que los datos recabados generen una escala poblacional de valores para tomar decisiones en materia de políticas públicas.
La investigación se llama “Prevalencia de la doble carga de malnutrición en mujeres en edad fértil: resultados de la primera encuesta nacional de salud de Panamá realizada en 2019”.
“Actualmente estoy desarrollando un análisis sobre la doble carga de malnutrición. Esta es una investigación de análisis de datos transversales, es decir, que aporta información sobre la población en Panamá, específicamente en un punto en el tiempo similar a una fotografía. Hemos analizado los datos y publicado los resultados para los menores de cinco años; sin embargo, esta nueva etapa se centra en las mujeres en edad fértil”, cuenta Montenegro.
La doble carga de malnutrición es definida como la presencia al mismo tiempo de problemas de malnutrición por excesos y malnutrición por deficiencias. Esta situación se ejemplifica cuando una madre tiene obesidad y al mismo tiempo sus hijos presentan algún tipo de desnutrición, aunque también ha sido reportada a nivel individual cuando una mujer presenta obesidad y al mismo tiempo deficiencias de micronutrientes como en el caso de la anemia.
Montenegro, nutricionista egresado de la Universidad de Montpellier en Francia, recalca el valor de contar con datos científicos para sustentar cualquier medida que se quiera aplicar como política pública. Mucho más al hablar de sobrepeso y la obesidad, que son las puertas para el desarrollo de enfermedades como la hipertensión y la diabetes.
La Food and Agriculture Organization (FAO) destaca que Panamá, al igual que otras naciones en la región, enfrenta una creciente curva de ascenso en el tema del sobrepeso y la obesidad, relacionados con los estilos de vida alimentarios inadecuados. Los factores determinantes se sitúan en la disponibilidad de alimentos ultra procesados y la falta de acceso a dietas saludables.
Esta investigación busca estimar la magnitud del problema utilizando datos nacionales y al mismo tiempo evaluar factores asociados a la doble carga de malnutrición. Esto ayudará a plantear una línea base de la situación con la cual se puede dar seguimiento y al mismo tiempo tomar consideraciones objetivas al momento de la implementación de programas para que sean más efectivos.
El nutricionista explica que en las estimaciones que se han realizado se ha podido ver que en el área urbana el sobrepeso y la presencia de anemia fue detectada en casi una de cada cuatro mujeres de 15 a 49 años. Por otro lado, en la población indígena se encontró una doble carga ligeramente inferior en comparación con el área urbana; sin embargo, alrededor del 15 % de las mujeres en edad fértil fueron clasificadas con doble carga de malnutrición.
En la labor de análisis de los datos de la ENSPA trabajan equipos de investigadores del Gorgas principalmente, pero también reciben el apoyo por parte de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Panamá y del Ministerio de Salud.
Esta investigación permite indagar más sobre el estado de la transición nutricional en la que se encuentra Panamá y ayuda a visualizar y dar seguimiento a una problemática que suele pasar desapercibida. Con los resultados preliminares se ha estimado que cerca del 20 % de las mujeres en edad fértil tienen obesidad central y aun así padecen anemia, una condición que tiene efectos a corto y largo plazo, sobre todo si son mujeres susceptibles de quedar embarazadas.
Los resultados y análisis finales deben estar listos en octubre de este año. Esta es una investigación pionera ya que aportará una estimación nacional que no se ha realizado previamente.
El propósito de la investigación va más allá de solo recabar datos; busca que la sociedad tome conciencia de los alimentos que consume y del bombardeo de material no saludable que recibimos a través de diferentes fuentes, indica Montenegro.
No se trata de controlar la publicidad, explica el investigador, sino evitar que el público más vulnerable sea objeto del contenido constante de comida no saludable.
Hay módulos de investigación, uno de ellos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), orientado a evaluar la publicidad de marcas de alimentos ultraprocesados en redes sociales y canales de streaming, destaca Montenegro.
Estos módulos se han puesto en funcionamiento en 60 países incluyendo naciones de Centroamérica, como Guatemala y Costa Rica. El trabajo conlleva la recopilación de información sobre los tipos de publicidad en canales nacionales. La idea es, en alguna medida, cambiar el entorno del ciudadano, tratando de orientarlo a la importancia de comer bien.
Montenegro pone como ejemplo Panamá, argumentando que la mayor parte de los panameños lo que más consume es carbohidratos en grandes cantidades. Sin embargo, hay que evaluar factores como el acceso a la comida sana, el tipo de trabajo que desarrolla, su situación económica, entre otros. Todos estos aspectos influyen directamente en su alimentación.
Recientemente, las autoridades sanitarias de Panamá, con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), pusieron en marcha un plan con el propósito de detener al 2030 el aumento de la obesidad que afecta a la población mayor de edad.
En declaraciones a los medios de comunicación social, la representante de la OPS en Panamá, Anna Rivière Cinnamond, aseguró que el plan pretende reducir los porcentajes de obesidad y de sobrepeso en Panamá en los diferentes grupos etarios.
La información oficial publicada da cuenta de que el Plan de Aceleración para Detener la Obesidad en Panamá 2025-2030, elaborado por el Ministerio de Salud de Panamá con la asesoría técnica de la OPS y Unicef, tiene como meta detener el aumento del sobrepeso y la obesidad en la población de Panamá para el año 2030.