El barrio de Chualluma en Bolivia, es único en la ciudad de La Paz ya que todas sus paredes están pintadas de colores que resaltan los rostros de las cholas,...
- 04/08/2011 02:00
- 04/08/2011 02:00
El calentamiento global, con la intensificación de lluvias y el cambio climático, contribuyen a que en algunas provincias de Panamá se propague el mosquito del dengue. Es que las hembras que transmiten el virus logran una mayor sobrevivencia y más proliferación.
Las variaciones climáticas están acortando el ciclo biológico del zancudo Aedes aegypti, transmisor del dengue, favoreciendo su adaptación al calor. Expertos indicaron que por el aumento de temperaturas, el periodo de reproducción se ha acortado a siete días y cada hembra produce en promedio entre 200 y 300 huevos.
LA ENFERMEDAD
Existen cuatro tipos de virus del dengue. El más común, conocido como clásico, tiene síntomas muy parecidos a la gripe: fiebre, cefaleas y dolor muscular. El hemorrágico, que puede ser letal y es el que más propicia el calentamiento global, incluye, además, dolor abdominal intenso, náuseas y sangrado de piel y mucosas.
El mosquito Aedes aegypti contrae la enfermedad viral al absorber la sangre de una persona infectada, y lo contagia cuando pica a otra sana.
Cuando una persona es infectada, se vuelve inmune hacia la variedad que adquirió, pero, a la vez, más vulnerable a los otros serotipos. El dengue hemorrágico aparece como una segunda infección, con otra cepa del virus. Ocasiona sangrados incluso internos y puede ser fatal si no se trata de la manera adecuada.
CÓMO PREVENIR
De acuerdo con las últimas investigaciones, el zancudo transmisor del dengue sufre mutaciones genéticas para contrarrestar los efectos de los insecticidas.
La clave, entonces, está en prevenir. Para eso, es necesario:
- Lavar, cepillar y tapar los recipientes donde se almacena agua limpia.
- Cambiar el agua de los floreros antes de tres días o, mejor aún, optar por arena húmeda.
- Limpiar y desechar objetos inservibles en los techos como botellas, latas y otros recipientes que pueden almacenar agua.
- Rellenar los huecos de los árboles, tapias y paredes con cemento.
- Tapar muy bien los tanques de agua y cisternas para que no entre el mosquito.
- Perforar huecos en las llantas de los parques infantiles para que no se acumule agua.
- Enterrar todo tipo de basura: cáscaras, recipientes, llantas u otros objetos que puedan almacenar líquido.
- Rellenar con tierra tanques sépticos en desuso, desagües en desuso, y letrinas abandonadas.